{"id":9240,"date":"2003-11-01T00:00:24","date_gmt":"2003-10-31T22:00:24","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=9240"},"modified":"2003-11-01T00:00:24","modified_gmt":"2003-10-31T22:00:24","slug":"adviento-2003","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/adviento-2003\/","title":{"rendered":"ADVIENTO 2003"},"content":{"rendered":"

Itinerario del Adviento siguiendo los evangelios de los domingos del Ciclo C<\/h1>\n

\u00c1lvaro Ginel<\/strong>
\nDirector de CATEQUISTAS
\n 
\nMuchas veces iniciamos un camino sin conocer las etapas. El Adviento es un camino de preparaci\u00f3n que la Comunidad cristiana tiene muy trillado y, por eso mismo, muy bien planteado. Al inicio de este Adviento del Ciclo C, guiados por el evangelista Lucas, vamos a recorrer, de domingo en domingo, unas etapas que nos acercan a la Navidad.
\nLucas escribe a Te\u00f3filo, un creyente contempor\u00e1neo suyo, para que comprenda con certeza las ense\u00f1anzas recibidas<\/em> (Lc 1,4). Es el \u00fanico evangelista que verbaliza el objetivo de su evangelio al inicio de la narraci\u00f3n. La manera de cumplir el objetivo es que el lector, Te\u00f3filo, descubra que hoy se cumple esta Escritura<\/em> (Lc 4,14-30). El Adviento acompa\u00f1ados de Lucas es para prepararnos a reconocer el d\u00eda de Navidad: Hoy se cumple en nosotros la venida del Hijo de Dios, el Mes\u00edas. Preparar los caminos del Se\u00f1or, allanar las monta\u00f1as es lo necesario para hacer florecer el desierto y descubrir en el desierto la llegada del Hijo de Dios. Vamos a seguir paso a paso el itinerario para tener una visi\u00f3n global y no ir a ciegas en la marcha hacia la Navidad.
\n <\/p>\n\n\n\n\n
1\u00ba Domingo<\/em><\/strong><\/td>\n2\u00ba Domingo<\/em><\/strong><\/td>\n3\u00ba Domingo<\/em><\/strong><\/td>\n4\u00ba Domingo<\/em><\/strong><\/td>\n<\/tr>\n
Estad despiertos<\/em>
\ny rezad <\/em>en todo momento<\/td>\n
Preparad<\/em> el camino<\/td>\nQu\u00e9<\/em> tenemos que hacer<\/em><\/td>\nDichosa <\/em>porque has cre\u00eddo<\/td>\n<\/tr>\n<\/tbody>\n<\/table>\n

 
\n <\/p>\n

    \n
  1. Estad despiertos y rezad en todo momento <\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

    Primer domingo de Adviento (Jer 33.14-16; 1 Ts 3,12-4,2; Lc 21,25-36)
    \n 
    \nEstad despiertos<\/strong>
    \nInauguramos un nuevo a\u00f1o lit\u00fargico. El inicio se hace proyect\u00e1ndonos hacia el final de los tiempos. El final es descrito como un momento de gran tribulaci\u00f3n, un estado de conmoci\u00f3n y de temblor tanto en el Universo como en sus habitantes. La presencia y el anuncio de la venida del Hijo del hombre es la causa que produce la conmoci\u00f3n general.
    \nDe entrada hay que se\u00f1alar una pedagog\u00eda en el hacer celebrativo de la Iglesia. Al principio del camino se anuncia lo que ser\u00e1 el final para que a lo largo del camino el creyente sepa hacia d\u00f3nde camina. El creyente no es un caminante que no sabe hacia d\u00f3nde va. El creyente sabe hacia d\u00f3nde va y c\u00f3mo tiene que hacer el camino.
    \nLa descripci\u00f3n de Lucas: habr\u00e1 se\u00f1ales en el sol, la luna y las estrellas…, se angustiar\u00e1n los pueblos por el estruendo del mar…<\/em> (Lc 21,25) no es algo ajeno a la experiencia que vivimos las personas. En momentos de apuro o ante la inminencia de acontecimientos que se nos escapan de las manos (una operaci\u00f3n, una noticia inesperada, una prueba dif\u00edcil…) es bastante com\u00fan \u201ctemblar\u201d y agarrarnos a lo que sea. Unos se agarran a las \u201ccartas\u201d para saber de antemano c\u00f3mo les ir\u00e1, otros se agarran a lo que pueden…, otros conf\u00edan en el Se\u00f1or… Otra imagen para comprender lo que el evangelista nos dibuja como situaci\u00f3n general es comprobar lo que nos pasa cuando se nos anuncia una inspecci\u00f3n ya sea de Hacienda o empresarial… Comienzan los nervios, la b\u00fasqueda precipitada de papeles, las hip\u00f3tesis de lo que nos puede pasar, las artima\u00f1as para ocultar los puntos d\u00e9biles… Hay presencias que \u201chacen temblar\u201d porque \u201cremueven y tocan los cimientos en los que nos construimos\u201d. La presencia de Dios no es una presencia insignificante. Es una presencia que toca lo esencial de la existencia c\u00f3smica y de la personal existencia y remueve todo.
    \nLa redacci\u00f3n de Lucas al narrar el final de los tiempos destaca el comportamiento de los hombres: unos tiemblan, otros son invitados a vivir con la cabeza alta, de pie. Los hombres desfallecer\u00e1n de miedo, aguardando lo que se echa encima al mundo… Cuando comience esto, ergu\u00edos y levantad la cabeza, porque se acerca vuestra liberaci\u00f3n<\/em> (v. 26-28). El Hijo del hombre que viene y que es causa de \u201chacer temblar\u201d a unos es justamente la \u201ccausa\u201d de confianza para otros; es \u00c9l quien da la fuerza para mirar y levantar la cabeza… Quien vive cimentado en Dios de manera ordinaria, quien vive en presencia de Dios no teme ni tiembla en el momento de la venida del Hijo del hombre porque ya vive en su presencia. No es Dios distinto en el d\u00eda a d\u00eda que en el momento final. Tiemblan ante Dios los que no viven a diario en Dios.
    \n 
    \nRezad en todo momento<\/strong>
    \nLa confianza para permanecer erguidos brota de una actitud de responsabilidad y de una vida vivida con atenci\u00f3n para no dejarse embotar la cabeza. Muchas veces, padres y educadores recomiendan a los hijos que \u201cno lo dejen todo para el \u00faltimo d\u00eda\u201d, que \u201cel futuro se va labrando d\u00eda a d\u00eda\u201d, que \u201clas prisas de \u00faltima hora no son buenas\u201d… Es la manera m\u00e1s cercana y gr\u00e1fica que tenemos de traducir a vida ordinaria lo que Lucas nos aconseja de cara a preparaci\u00f3n de la venida del Se\u00f1or.
    \nEl tiempo de la espera es tiempo necesario e importante. Es en la espera donde tenemos la posibilidad de ser y hacer lo que realmente elegimos personalmente. Es en la espera del Se\u00f1or donde vamos demostrando que vivimos en su presencia. Se prepara la venida del Se\u00f1or viviendo en su presencia mientras esperamos que venga.
    \nEn este primer domingo de Adviento estamos invitados a hacernos la pregunta por el Se\u00f1or que viene. El creyente es un \u201cesperador de Dios\u201d; el creyente vive en la \u201cesperanza de Dios\u201d. \u201cEl Se\u00f1or viene, en el Se\u00f1or espero, en el Se\u00f1or he puesto mi esperanza\u201d… son frases que resumen la convicci\u00f3n profunda del creyente. La esperanza hace vivir al creyente de manera diferente a todos los dem\u00e1s hombres… Mientras los dem\u00e1s tiemblan, \u00e9l permanece en pie.
    \nEl peligro del creyente y de todo hombre reside en que se nos embote la cabeza con otras esperanzas menores a las que les damos el rango de mayores… Todo lo que nos aparta de vivir en presencia del Se\u00f1or se convierte en posibilidad de embotamiento de nuestro coraz\u00f3n. El creyente vive el mismo mundo, los mismos acontereces que los dem\u00e1s hombres. Pero los vive con otra perspectiva: la esperanza. El creyente apuesta firmemente por algo que no falla: la venida del Se\u00f1or. El Se\u00f1or, a pesar de todo y a pesar de nosotros mismos, vendr\u00e1. Esta es la convicci\u00f3n que vence la angustia. La vida en esperanza es la que crea esperanza y abre a otros a la esperanza. Creer en la esperanza y crear situaciones de esperanza, es dar razones para que otros conf\u00eden y esperen.
    \nLucas apunta una manera de vivir la esperanza y en esperanza: la vigilancia y la oraci\u00f3n.<\/em> La desesperanza se apodera de nosotros cuando no somos capaces de ver de cerca al Se\u00f1or o cuando le perdemos de vista o cuando no nos tratamos con Dios y vivimos como si no estuviera presente. Solos y en solitario nos creemos que podemos hacer lo que nos da la gana… Y nos damos cuenta de que no somos solitarios. Vivimos en una presencia misteriosa que en un momento descubrimos como esencial y, algunos, entonces, tiemblan. La relaci\u00f3n con Dios es la que nos hace mantener vivo a Dios en nosotros como esperanza y como presencia no tangible, pero s\u00ed posible.
    \n <\/p>\n

      \n
    1. Preparad el camino<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

      Segundo domingo (Bar 5,1-9; Fil 1,4-11; Lc 3,1-6)
      \n 
      \nEl evangelio de este segundo domingo comienza situando a Juan en un contexto hist\u00f3rico muy preciso. Difiere el relato totalmente de los cuentos que suelen comenzar por: \u201c\u00c9rase una vez…\u201d. La predicaci\u00f3n del Bautista no se realiza en el aire o en un lugar indeterminado, sino en un espacio<\/em> y en un tiempo<\/em> delimitados, con unas personas concretas<\/em>. La palabra de Dios tiene un hoy. Hoy es el hoy de la palabra de Dios.
      \nEn el itinerario del Adviento pasamos del final del camino al kil\u00f3metro cero, al presente, al aqu\u00ed y ahora. El final contemplado se hace realidad poco a poco, en el aqu\u00ed y ahora. Por eso Lucas nos da todo lujo de detalles del comienzo de la predicaci\u00f3n del Bautista: marca la fecha, enumera los personajes hist\u00f3ricos del momento tanto pol\u00edticos como religiosos. Despu\u00e9s a\u00f1ade: la palabra del Se\u00f1or se dirigi\u00f3 a Juan hijo de Zacar\u00edas en el desierto.<\/em>
      \nEl lugar de la palabra de Dios, donde amanece, donde brota, es en un hombre que vive en el desierto.<\/em> Donde Dios es predicado es donde hay escuchadores de lo esencial. El desierto es una manera de indicarnos que hay lugares donde se vive de lo esencial y esos lugares son lugares privilegiados de presencia y de palabra de Dios. All\u00ed es donde mejor resuena: \u201ctodo mortal ver\u00e1 la salvaci\u00f3n de Dios\u201d.
      \nEste encuadre de anuncio de Juan echa por tierra las lamentaciones de muchos creyentes que siempre est\u00e1n excus\u00e1ndose: \u201cEs que estos hombres<\/em> \u2013chicos, adultos- de hoy…\u201d, \u201cEs que estos gobernantes<\/em>…\u201d, \u201cEs que con esta gente..<\/em>.\u201d. Con esta gente es con la que hoy comienza la predicaci\u00f3n y la preparaci\u00f3n del que anuncia a Jes\u00fas, sin esperar a los hombres y mujeres ideales. Los hombres y las mujeres ideales viven mezclados con los que nos parecen menos ideales… Los hombres y las mujeres ideales saben ir al desierto y vivir lo esencial. Esa es la diferencia. Y son los \u201cno ideales\u201d los que necesitan tambi\u00e9n el anuncio del Reino, aunque no sean capaces de entenderlo ni de escucharlo.
      \n 
      \nDios habla por medio de hombres<\/strong>
      \nConviene destacar que la preparaci\u00f3n de la venida del Mes\u00edas se hace por medio de un profeta, Juan Bautista, que recibe de Dios palabra y esp\u00edritu porque busca la verdad y la Verdad le encuentra a \u00e9l. Dios es anunciado por hombres y mujeres que en su desierto, en su realidad vivida con profundidad, descubren y escuchan la palabra de Dios. Para preparar la venida de Dios necesitamos \u201cprofetas\u201d que nos hablen de Dios, hombres y mujeres de esp\u00edritu que nos digan lo que Dios les ha dicho. Por lo general, son otros los que \u201cnos abren\u201d los ojos y los o\u00eddos para descubrir a Dios. Son otros los que \u201cnos ponen en camino\u201d hacia Dios. Despu\u00e9s, el camino lo hace cada uno.
      \nA lo largo de la vida, de una u otro manera, cada persona tiene encuentro y roce con \u201cpersonas llenas del esp\u00edritu de Dios\u201d que le ayudan a reconocer la salvaci\u00f3n de Dios. Muchas personas de nuestro hoy argumentan que ellas \u201ctienen hilo directo con Dios\u201d y no necesitan que nadie les diga nada sobre Dios. \u201cSe las entienden muy bien con Dios\u201d. Es innegable que ayer, hoy y siempre Dios se revela a quien quiere, como lo hizo con Juan en el desierto. Pero el encuentro con Dios necesita preparaci\u00f3n y espera. A Dios nos llevan los que ya encontraron a Dios y caminan con Dios. Dios necesita ser esperado para ser acogido. Dios necesita un coraz\u00f3n preparado, sensibilizado para ser reconocido. Dios no es \u201calgo m\u00e1s\u201d en medio de nuestra vida. Dios es el que cambia la orientaci\u00f3n de nuestra vida porque \u00e9l es salvaci\u00f3n.
      \n 
      \nVer\u00e1 la salvaci\u00f3n de Dios<\/strong>
      \nLa expresi\u00f3n \u201cver la salvaci\u00f3n de Dios\u201d es una expresi\u00f3n que para muchos hombres y mujeres no tiene ning\u00fan sentido. Hace poco me contaban la extra\u00f1eza de una chica al o\u00edr el un serm\u00f3n la expresi\u00f3n \u201csalvarse\u201d. Pregunt\u00f3: \u00bfQu\u00e9 es eso? \u00bfDe qu\u00e9 me tengo que salvar? Yo estoy bien como estoy. Yo no necesito que nadie me salve.<\/em>
      \nCuando en la vida ordinaria utilizamos la expresi\u00f3n \u201cestoy perdido\u201d, \u00bfqu\u00e9 queremos decir? Posiblemente que no hemos seguido el hilo l\u00f3gico de un argumento, o la historia de una narraci\u00f3n, o que no estuvimos en la reuni\u00f3n anterior y no entendemos nada porque no estamos en contexto… En estos casos, bastar\u00e1 repetir de nuevo y comenzar desde el principio para \u201cencontrarse\u201d y dejar de estar pedido.
      \nOtras veces con la expresi\u00f3n \u201cestoy perdido\u201d va m\u00e1s all\u00e1 y surge cuando reconocemos que la vida que llevamos no es la verdadera, no es la que queremos, pero las circunstancias no nos dejan otras posibilidades o no tenemos fuerzas para dar marcha atr\u00e1s. Y uno reconoce con anhelo de otra cosa: \u201cestoy perdido\u201d, \u201cno tengo otro remedio\u201d. O despu\u00e9s de una entrevista con el m\u00e9dico reconocemos que \u201cestamos perdidos\u201d porque no hay recuperaci\u00f3n posible de la salud… Estar perdido<\/em> es reconocer que no hay salida, que no hay horizonte, que vamos hacia un final irremediable y reconocer, al mismo tiempo, que hay otro camino pero se nos niega o nos lo hemos negado. \u201cNo tengo remedio\u201d es otra expresi\u00f3n que aclara y enriquece lo que significa estar perdido.
      \nCuando hoy el profeta anuncia: \u201ctodo hombre ver\u00e1 la salvaci\u00f3n de Dios\u201d nos est\u00e1 diciendo que hoy, en nuestro aqu\u00ed y ahora, tenemos posibilidad de agrandar el horizonte de nuestros horizontes. Es decir, podemos abrirnos y reconocer que no acabamos en nosotros mismos. Hay otro horizonte que nos dan y al que podemos acogernos. El final de la persona no es la misma persona sino Dios. Podemos vivir en la confianza de que toda nuestra vida no depende s\u00f3lo de nosotros, sino de Dios. \u201cEstar perdido y no tener remedio\u201d es sencillamente permanecer en los l\u00edmites de las propias fuerzas sin abrir los ojos a todo lo que Dios es para nosotros. El que se encuentra perdido dice: \u201cNo tengo fuerzas\u201d. El que encuentra en Dios la salvaci\u00f3n exclama: \u201cMi fuerza y mi poder es el Se\u00f1or. En Dios he puesto mi esperanza\u201d.
      \n\u201cNo logramos creernos que va a venir una vez m\u00e1s Dios s\u00f3lo porque no reconocemos que una vez m\u00e1s lo hemos vuelto a perder, y por eso, no aceptamos que nadie nos diga que hay que prepararse a su venida. Porque no tenemos intenci\u00f3n de preparar su venida, no o\u00edmos a quien nos est\u00e1 diciendo que est\u00e1 por llegar; las voces del Precursor siempre han clamado en el desierto. Y por no o\u00edr esas voces que siguen clamando hoy como ayer, seguimos desaprovechando la ocasi\u00f3n de encontrarnos de nuevo con Dios. Es una l\u00e1stima, es una verdadero pecado, que por no echar suficientemente a Dios en falta, nos falte Dios y no le preparamos el camino que quer\u00eda tomar para llegar junto a nosotros. Nos perdemos a todo un Dios s\u00f3lo por darlo sin m\u00e1s por supuesto en nuestro coraz\u00f3n y en nuestras vidas. Si no queremos correr ese riesgo, empecemos por escuchar a todo aquel que nos hable de Dios; hag\u00e1monos m\u00e1s atentos con quienes nos hagan ver que a\u00fan nos falta Dios; comprobar que nuestro mundo no es el cielo, que nuestra familiar no es el hogar que anhelamos, que en nuestros corazones hay todav\u00eda mucho mal, no es desesperante, si ello nos lleva a aceptar la falta que Dios nos hace.\u201d[1]<\/a>
      \n <\/p>\n

        \n
      1. Qu\u00e9 tenemos que hacer<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

        (Tercer domingo (Sof 3,14-18; Fil 4,4-7; Lc 3,10-18)
        \n\u00a0<\/em>
        \n\u00a1Lanza gritos de alegr\u00eda, hija de Si\u00f3n. El Se\u00f1or Dios est\u00e1 contigo!<\/em> Son las palabras del profeta Sofon\u00edas que hacen de este tercer domingo un domingo de alegr\u00eda. Esperar al Se\u00f1or es motivo de alegr\u00eda. Esperar su presencia es causa de nuestra alegr\u00eda porque es un Dios que quiere habitar en medio de los suyos.
        \n\u201cS\u00ed, s\u00ed, la teor\u00eda es muy bonita; pero qu\u00e9 es lo que tenemos que hacer en concreto para preparar la venida del Se\u00f1or\u201d. Lucas hace pasar ante nosotros una caravana de personas que se interrogan y que le interrogan. La interrogaci\u00f3n manifestada es fruto de una interrogaci\u00f3n sentida previamente como consecuencia de la predicaci\u00f3n del profeta. La palabra del profeta no cae en vano, \u201chace cosquillas a muchos\u201d y se interrogan.
        \nEntre los que preguntan est\u00e1n los an\u00f3nimos<\/em> englobados en la \u201cmultitud\u201d y los profesionales<\/em>: recaudadores, militares… Lucas cita de manera expresa aquellas profesiones que eran mal vistas por el pueblo porque eran los que colaboraban con el invasor romano y manten\u00edan el orden. Es significativo que Lucas destaque justamente a personas metidas en estos negocios sucios<\/em> (que permit\u00edan aprovecharse del otro)<\/em> como las personas capaces de esperar y de preguntarse por el Mes\u00edas. De alguna manera, el evangelista nos est\u00e1 diciendo que no hay lugar, grupo de personas, profesi\u00f3n o situaci\u00f3n que imposibilite a la persona plantearse la pregunta de Dios. La b\u00fasqueda de Dios es posible desde todos los sitios y para todos los hombres.
        \nContinuando con el aqu\u00ed y ahora<\/em> del domingo anterior se nos viene a decir que el aqu\u00ed y el ahora de la preparaci\u00f3n de la venida del Mes\u00edas es la situaci\u00f3n que vivimos.<\/em>
        \n 
        \nQu\u00e9 tenemos que hacer<\/strong>
        \nA Juan no le preguntan qu\u00e9 tenemos que creer, <\/em>sino qu\u00e9 tenemos que hacer. <\/em>La preparaci\u00f3n para la llegada del Mes\u00edas no comienza por un creer en el Mes\u00edas. Esto es un paso posterior. Ahora es tiempo de preparar. La buena preparaci\u00f3n consiste en asumir actos significativos. Juan no les pide cambiar de vida, sino cambiar la vida, vivir de otra manera la vida. Vivir abiertos a los dem\u00e1s y no pensando en ellos mismos. La mejor manera de abrirse a Dios es comenzar abri\u00e9ndose a los cercanos y viviendo con honradez, sin aprovecharse de la situaci\u00f3n de privilegio que pueda dar la profesi\u00f3n. No les propone Juan so\u00f1ar, sino hacer cosas reales, posibles… Por ejemplo, abrir el armario y compartir los vestidos; abrir la despensa, y dar de comer al que lo necesita; ser justos y exigir lo justo; no maltratar a nadie…, vivir en paz y trabajar por la paz. Detr\u00e1s de Juan vendr\u00e1 otro, el Esp\u00edritu, que pondr\u00e1 metas m\u00e1s altas: la aceptaci\u00f3n, por la fe y el bautismo, del Mes\u00edas.
        \n 
        \nUn hacer que produce alegr\u00eda<\/strong>
        \nUna de los reproches que hoy se escuchan contra los creyentes es precisamente la falta de alegr\u00eda que produce la manera de vivir la confesi\u00f3n en Dios. <\/em>Y una de las se\u00f1ales que hoy atraen m\u00e1s a todos es toparse con creyentes que viven la alegr\u00eda que proviene de su Se\u00f1or. En un mundo que crea alegr\u00edas caducas y artificiales sorprende el testimonio de la alegr\u00eda que mana de la fe.
        \nEl hacer que Juan proclama no es un hacer para \u201cfastidiar\u201d, es un hacer que cambia la vida y la libera. Por eso se convierte en fuente de alegr\u00eda y de gozo. Si la vida cristiana no es manantial que alegra la vida no es cre\u00edble ni es atrayente.Hay una fuente de alegr\u00eda que consiste en ver c\u00f3mo superamos pruebas, c\u00f3mo alcanzamos metas y objetivos, c\u00f3mo ganamos autoestima y autorrealizaci\u00f3n. Esta fuente se convierte a veces en fuente de depresi\u00f3n cuando no llegamos a lo que nos hab\u00edamos propuesto. Existe hoy una propuesta de alegr\u00eda y de \u201cestar bien consigo mismo\u201d que reduce el universo a lo alcanzable con las propias fuerzas personales.
        \nPero la alegr\u00eda que Dios espera de nosotros no es fruto del esfuerzo propio y superaci\u00f3n de nuestras dificultades. La alegr\u00eda que hoy se nos proclama tiene su eje en saber que Dios es cercano, que Dios nos conoce y que Dios se acuerda de nosotros… No se trata de alegrarnos porque contabilicemos cu\u00e1nto podemos hacer nosotros, sino cu\u00e1nto hace Dios por nosotros, cu\u00e1nto est\u00e1 dispuesto a hacer si nos ponemos en su onda.
        \nLa alegr\u00eda, para el cristiano, es un don que Dios da. Vivir alegres no es penoso si vivimos esperanzados y esperando al Se\u00f1or.
        \n <\/p>\n

          \n
        1. Dichosa t\u00fa porque has cre\u00eddo<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

          Cuarto domingo (Miq 5,1-4; Hb 10,5-10; Lc 1,39-45)
          \n 
          \nEl itinerario de Lucas hacia la Navidad es muy claro y progresivo: ver la meta, situarse en el aqu\u00ed y ahora, creer que es posible aqu\u00ed y ahora hacer algo para recibir al Mes\u00edas. Finalmente, en este cuarto domingo, se nos presentan modelos concretos de acogida de la palabra de Dios: Isabel y Mar\u00eda, la madre de Jes\u00fas.<\/em> Estas dos mujeres son f\u00e9rtiles por ser creyentes. La fe da fecundidad. La fe no nos deja en la estepa est\u00e9ril. No se cree sin consecuencias. No se cree sin fruto y sin dar frutos.
          \n 
          \nLa primera bienaventuranza<\/strong>
          \nLa primera bienaventuranza la proclama Isabel y se la dirige a Mar\u00eda. \u201c\u00a1Bendita t\u00fa! \u00a1Bendito el futro de tu vientre! \u00a1Bendita t\u00fa porque has cre\u00eddo!\u201d. No se le llama a Mar\u00eda bendita o bienaventurada porque es madre de Dios, sino porque es creyente en Dios, porque crey\u00f3 en su palabra.
          \nEl destino de cualquier creyente es \u00e9ste: \u00a1Bendita t\u00fa porque has cre\u00eddo! El que cree y se f\u00eda de Dios, encarna a Dios en la entra\u00f1a de su vida. Y con Dios dentro de s\u00ed es ocasi\u00f3n para que los dem\u00e1s crean, es motivo de alegr\u00eda. Lleva a Dios a la vida quien ha permitido que Dios entre en su vida.
          \n 
          \n Reconocer al invisible<\/strong>
          \nDos creyentes, dos mujeres fecundas se encuentran. Su fecundidad viene de su disponibilidad y de su aceptaci\u00f3n de lo que no hab\u00edan pensado o en lo que ya cre\u00edan que ni pod\u00edan pensar. Su fecundidad viene no del plan que ellas se trazaron, sino de la aceptaci\u00f3n del plan que Otro traz\u00f3 para ellas. El plan de vida proyectado dej\u00f3 paso al plan de vida que Dios proyect\u00f3 para ellas. El creyente es el que deja que Dios le haga los planes. Un plan de vida que no deje sitio a que Dios nos cambie la vida, m\u00e1s que abrirnos a Dios nos aleja de Dios. Creo que aqu\u00ed residen muchos de los bloqueos a Dios que hoy existen. Nos proponemos tantos planes de vida personales, tantas cosas y objetivos tan detallados que no dejamos sitio a los planes de Dios sobre nosotros.
          \nMar\u00eda e Isabel dejan entrar en sus vidas al Invisible.
          \nReconocer a Dios en la gruta de Bel\u00e9n no ser\u00e1 un lejano y fr\u00edo mirar, sino dejarse mirar para que Dios entre en la vida de quienes le dirigen la mirada. No miramos a Dios para que Dios permanezca fuera de nosotros, como extra\u00f1o, sino para que Dios entre en nosotros y se encarne en nosotros. Navidad ser\u00e1, as\u00ed, dejar que Dios haga de nuestro coraz\u00f3n una entra\u00f1a o una gruta donde morar.
          \nDos creyentes se encuentran y el encuentro les fecunda, les hace m\u00e1s creyentes, les ayuda a reconocer lo que Dios ha hecho en cada una de ellas. Para Mar\u00eda, el encuentro con Isabel es ocasi\u00f3n de una lectura creyente de todo lo que Dios ha realizado en ella y en el pueblo del que ella forma parte. Me parece sumamente importante este encuentro de creyentes porque nos habla de la necesidad y urgencia de encontrarnos con creyentes que nos ayuden a reconocer todo lo que Dios ha hecho en nosotros. Hay cosas que s\u00f3lo se pueden hablar con creyentes y que s\u00f3lo un creyente te puede evocar. Hay aperturas a Dios que s\u00f3lo son posibles al lado de otro creyente, por la palabra de otro creyente, por la provocaci\u00f3n de otro creyente… La fe del otro no es indiferente. La fe del otro es camino para mi propia fe. La fe de otros dilata los l\u00edmites de mi propia fe.
          \nEn Isabel nos encontramos todos aquellos que nos sorprendemos cuando estamos en presencia de un creyente \u201cque nos da envidia\u201d y del que decimos \u201c\u00a1qu\u00e9 suerte tienes en creer as\u00ed!\u201d. \u201c\u00a1Dichoso t\u00fa que admites a Dios as\u00ed en tu vida y descubres a Dios con esa sencillez!\u201d. Estas palabras son provocadoras y no se escuchan sin incitar a reconocer que es Dios el protagonista de toda vida de fe.
          \n\u00a1Cu\u00e1nta posibilidad de agrandar nuestra fe nos perdemos cuando no encontramos creyentes cuya fe nos provoque! \u00a1Cu\u00e1nta acci\u00f3n de gracias tenemos que dar por tener la suerte de contar con creyentes que nos hagan reconocer la obra de Dios en nosotros!
          \n 
          \n Mar\u00eda caminante<\/strong>
          \nSorprende gratamente que Lucas pone a Mar\u00eda en marcha inmediatamente despu\u00e9s de aceptar el anuncio del \u00e1ngel de parte de Dios. Cuando Mar\u00eda termina de decir: \u201cs\u00ed, aqu\u00ed est\u00e1 la esclava del Se\u00f1or\u201d, el \u00e1ngel se va. Ya Mar\u00eda sola, fecundada del Esp\u00edritu de Dios, lo primero que hace es ponerse en marcha hacia quien la necesita y es, a la vez, mujer fecundada.
          \nLa aceptaci\u00f3n de Dios lleva a los hermanos, como la aceptaci\u00f3n y apertura a los hombres (domingo anterior) abr\u00eda el camino hacia el Mes\u00edas. Dios no encasilla ni acorrala en guetos. Dios esparce y lleva a los otros.
          \nMar\u00eda, que ha sido visitada por Dios, se convierte en visitadora de otros. En esta tarea de acercarse y visitar es donde la vida se remueve, el futuro cambia, las manos del creyente se hacen samaritanas y donde se encuentra a Dios y se lleva a Dios. Reconocer a Dios encamina inmediatamente a reconocer a los otros. Mirar al Dios de Bel\u00e9n nos llevar\u00e1 a mirar a los hombres y mujeres, comenzando por los m\u00e1s necesitados. No hay reconocimiento de Dios sin reconocimiento de las necesidades del otro. As\u00ed es la Navidad que Lucas nos traza en su itinerario hacia la gruta de Bel\u00e9n.
          \n
          [1]<\/a> J. J. Bartolom\u00e9, El coraz\u00f3n de la palabra, <\/em>Ciclo C, Editorial CCS, Madrid 1994, 33<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

          Itinerario del Adviento siguiendo los evangelios de los domingos del Ciclo C \u00c1lvaro Ginel Director de CATEQUISTAS   Muchas veces iniciamos un camino sin conocer las etapas. El Adviento es un camino de preparaci\u00f3n que la Comunidad cristiana tiene muy trillado y, por eso mismo, muy bien planteado. Al inicio de este Adviento del Ciclo […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[142,837,94],"tags":[],"class_list":["post-9240","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-alvaro-ginel","category-materiales-322","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/9240","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=9240"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/9240\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=9240"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=9240"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=9240"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}