{"id":9248,"date":"2003-10-01T00:00:18","date_gmt":"2003-09-30T22:00:18","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=9248"},"modified":"2003-10-01T00:00:18","modified_gmt":"2003-09-30T22:00:18","slug":"celebrar-una-provocacion","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/celebrar-una-provocacion\/","title":{"rendered":"CELEBRAR, UNA PROVOCACI\u00d3N"},"content":{"rendered":"
\u00c1lvaro Ginel<\/strong> \u00c1lvaro Ginel \u00c1lvaro Ginel, salesiano, es Director de la Revista CATEQUISTAS, Profesor del Instituto Superior de Pastoral (Madrid) y del Instituto Superior de Teolog\u00eda \u201cD. Bosco\u201d (Madrid). S\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO Desde una perspectiva provocadora, recordando que cuando celebramos no s\u00f3lo hacemos presentes los hechos salvadores de Dios acontecidos en el pasado, sino que […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[142,826,94],"tags":[],"class_list":["post-9248","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-alvaro-ginel","category-estudios-321","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/9248","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=9248"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/9248\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=9248"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=9248"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=9248"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
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\n\u00c1lvaro Ginel, salesiano, es Director de la Revista CATEQUISTAS, Profesor del Instituto Superior de Pastoral (Madrid) y del Instituto Superior de Teolog\u00eda \u201cD. Bosco\u201d (Madrid).
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\nS\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO<\/strong>
\nDesde una perspectiva provocadora, recordando que cuando celebramos no s\u00f3lo hacemos presentes los hechos salvadores de Dios acontecidos en el pasado, sino que los hacemos profec\u00eda, el autor \u2013de una manera sencilla, muy pr\u00e1ctica, basado en la experiencia celebrativa- propone un conjunto de pistas sumamente interesantes especialmente de cara a la celebraci\u00f3n dominical
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\nMe sit\u00fao: hablo desde el trato directo con hombres y mujeres, con j\u00f3venes y ni\u00f1os. Cuando se habla de la celebraci\u00f3n dominical de la Eucarist\u00eda, hay una constataci\u00f3n: unas celebraciones son vividas como \u201caburrimiento\u201d y otras como algo que alegra la vida y el ser creyente y por eso \u201cda gusto ir a misa, sales mejor, con m\u00e1s ganas de vivir y de ser buena persona y buen cristiano\u201d.
\nPara hacer este art\u00edculo, adem\u00e1s de tener delante documentos oficiales y libros sobre la celebraci\u00f3n[1]<\/a>, he tenido muy presente el sentir y la percepci\u00f3n que tienen de la celebraci\u00f3n de la Eucarist\u00eda los adultos de los grupos de reflexi\u00f3n cristiana que he podido contactar.
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\nTenemos necesidad de celebraciones. Los seres humanos necesitamos celebrar. Buscamos acontecimientos, fechas y lugares de celebraci\u00f3n. Nos ponemos \u201cde fiesta\u201d (vestirse de domingo,<\/em> se dec\u00eda antes, en la sociedad de cristiandad, como sin\u00f3nimo de arreglarse y ponerse la mejor ropa), cambiamos de cara (\u00a1pon cara de fiesta!), buscamos regalos, lugares donde comer…
\nEn la Iglesia, los cristianos celebramos el encuentro con Dios y con los hombres tal y como se nos ha mostrado en la existencia de Jesucristo. La Iglesia es una comunidad celebrativa. En ella se celebra todo: las necesidades y los anhelos \u2013se pide a Dios-, la preocupaci\u00f3n por los dem\u00e1s \u2013se intercede por ellos-, las alegr\u00edas \u2013se dan gracias-, el amor \u2013se alaba a Dios por lo maravilloso que es-.
\n <\/p>\n\n
\nPara muchos creyentes y no creyentes la liturgia y la celebraci\u00f3n (especialmente del sacramento de la Eucarist\u00eda) es la manifestaci\u00f3n de c\u00f3mo la Iglesia vive hoy la fe. Hay celebraciones vivas y celebraciones aburridas, con mucho cansancio, donde parece que no hay nada detr\u00e1s, no hay \u201cmisterio de vida y resurrecci\u00f3n\u201d, s\u00f3lo gestos que se hacen mec\u00e1nicamente. En la celebraci\u00f3n lit\u00fargica la Iglesia revela la comprensi\u00f3n m\u00e1s profunda de la fe en el Se\u00f1or Jes\u00fas. Y esto es lo que muchos creyentes y no creyentes perciben cuando participan en la asamblea lit\u00fargica. De tal manera es importante esta visibilidad reflejada en la celebraci\u00f3n que muchos dicen: El Dios celebrado aqu\u00ed no vale gran cosa<\/em>. Otros, en cambio, se cuestionan y preguntan: \u00bfQui\u00e9n es de verdad ese Dios aqu\u00ed celebrado?<\/em>
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\n\u201cLa principal manifestaci\u00f3n de la Iglesia se realiza en la participaci\u00f3n plena y activa del pueblo santo de Dios en las celebraciones lit\u00fargicas\u201d (SC 41). La celebraci\u00f3n es una \u201cmanifestaci\u00f3n de la Iglesia\u201d. En este sentido, nos asomamos en el presente estudio a las celebraciones para ver en ellas la dimensi\u00f3n de manifestaci\u00f3n eclesial. Dentro de esta manifestaci\u00f3n quiero se\u00f1alar los elementos que provocan preguntas y avivan o reavivan la fe especialmente de las personas alejadas o \u201cdejadas\u201d religiosamente. <\/em>La inquietud me ha surgido de la experiencia de animar las celebraciones previas a la primera comuni\u00f3n y la Eucarist\u00eda de la primera comuni\u00f3n[2]<\/a>.
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\nLa Iglesia es plural y las celebraciones tambi\u00e9n tienen su pluralidad. Siempre hubo en la comunidad eclesial pluralidad de liturgias. La pluralidad no quiere decir anarqu\u00eda ni que \u201ccada uno hace lo que quiere\u201d. Delimit\u00e1ndonos a la liturgia romana, dentro del tronco com\u00fan de lo que es la celebraci\u00f3n hay muchas maneras de hacer las cosas bien, de tener en cuenta a los celebrantes (todo el pueblo de Dios es celebrante, no solo el que preside la celebraci\u00f3n) y su realidad; en definitiva, de manifestar la fe. Recuerdo ahora con agrado y con gusto las clases del profesor J. Gelineau, uno de los inspiradores de la constituci\u00f3n sobre la Liturgia, Sacrosanctum Concilium<\/em>, en el Instituto Cat\u00f3lico de Par\u00eds cuando nos dec\u00eda en sus lecciones que no se imaginaba que una parroquia ofreciera dos o tres celebraciones dominicales de la Eucarist\u00eda a los fieles y que cada una no tuviera su personalidad propia. \u00c9l mismo pon\u00eda el ejemplo: si hay tres celebraciones de la Eucarist\u00eda que una sea en gregoriano, por decir, otra sencilla y sin canto y otra para un p\u00fablico m\u00e1s joven. As\u00ed los fieles podr\u00e1n elegir seg\u00fan sus preferencias, como eligen d\u00f3nde ir de compras y qu\u00e9 marcas comprar o no comprar. El que hoy elige una cosa, es posible que ma\u00f1ana elija otra porque viva una situaci\u00f3n diferente.
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\nEsta variedad de manifestaciones celebrativas de la Iglesia deber\u00eda procurarla la misma comunidad local. La variedad de manifestaciones hoy existe no tanto dentro de la comunidad parroquial, sino que hay que buscarla en parroquias diferentes; dependemos de la \u201ctendencia o carisma\u201d de los presb\u00edteros de una comunidad. He visto c\u00f3mo los padres de los grupos de fe se informaban de las parroquias donde merec\u00eda la pena ir a celebrar<\/em> y de las que hab\u00eda que evitar para no aburrirse soberanamente<\/em>. Esto es posible en las grandes concentraciones urbanas, pero no en las peque\u00f1as y dif\u00edcil en las medianas.
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\nLa asamblea cristiana que se re\u00fane en el nombre del Se\u00f1or celebra en forma de rito sacramental la acciones de Dios a favor nuestro sobre todo en la persona de Jes\u00fas. Cuando celebramos no s\u00f3lo recordamos hechos del pasado sino que hacemos presentes esos hechos salvadores de Dios; m\u00e1s a\u00fan, los hacemos profec\u00eda. Cada vez que celebramos el memorial de Jes\u00fas, se realiza la obra de nuestra redenci\u00f3n. Aceptado esto como realidad incuestionable, apostamos, adem\u00e1s, por esta dimensi\u00f3n: la celebraci\u00f3n de la Iglesia no s\u00f3lo es realizaci\u00f3n de aquello para lo que nos reunimos, sino que es interrogaci\u00f3n o provocaci\u00f3n para abrirnos a vivir y celebrar aquello para lo que nos reunimos.<\/em> Dicho de otra manera, la celebraci\u00f3n tiene tambi\u00e9n una connotaci\u00f3n de anuncio de aquello mismo que se celebra.
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\nNo es raro ver a creyentes no practicantes habitualmente que se acercan a una celebraci\u00f3n de la Eucarist\u00eda o del Perd\u00f3n ya sea porque un hijo hace la primera comuni\u00f3n, o porque un funeral, o por… Tambi\u00e9n les pasa los mismo a personas alejadas, indiferentes, o no bautizadas. Hay situaciones vitales (nacimiento, bodas, celebraci\u00f3n de la muerte…) que hoy congregan en el templo para una celebraci\u00f3n religiosa a hombres y mujeres de un amplio abanico de sensibilidad religiosa. Unos salen de la celebraci\u00f3n diciendo: \u00a1No s\u00e9 c\u00f3mo pod\u00e9is soportar algo tan absurdo, tan rid\u00edculo, tan aburrido como esto!<\/em> Como la Iglesia siga as\u00ed y no cambie, os vais a quedar solos los curas. O \u201cmoderniz\u00e1is\u201d la celebraci\u00f3n o no ten\u00e9is nada que hacer<\/em>. Otros salen interrogados: Esto de venir a misa y salir \u201ccon cosquillas\u201d te deja \u201cfino\u201d para toda la semana. <\/em>O: Si es que no pedimos mucho. Lo \u00fanico que pedimos es que la celebraci\u00f3n nos diga algo, entendamos de qu\u00e9 va y nos sirva para algo.<\/em>
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\nSi es verdad que hay maneras de celebrar y manifestaciones de la Iglesia celebrante que son un obst\u00e1culo para la fe<\/em>, otras celebraciones son una provocaci\u00f3n.<\/em> \u00bfQu\u00e9 es lo que hace que una celebraci\u00f3n sea provocaci\u00f3n? Creo que adem\u00e1s del misterio celebrado (el misterio de la acci\u00f3n de Dios en Jesucristo) que interpela nuestro propio misterio de vida y anhelo de misterio, es la forma de celebrar<\/em>. Al menos me voy a situar en esta perspectiva analizando algunos elementos que contribuyen a que la celebraci\u00f3n sea provocaci\u00f3n de la fe o sacudida de la fe. Me centro en la celebraci\u00f3n dominical de manera especial.
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\nEs propio de una reuni\u00f3n celebrativa el tono festivo<\/em>, la acogida, la alegr\u00eda del encuentro o del reencuentro. La celebraci\u00f3n cristiana es fiel a esta ley de la fiesta humana. El hecho mismo de reunirse es ya un acontecimiento. Estar juntos en la celebraci\u00f3n no es una casualidad, sino una interrogaci\u00f3n. Nos reunimos respondiendo a una convocaci\u00f3n que va m\u00e1s all\u00e1 de nosotros mismos: estar reunidos es manifestaci\u00f3n de la presencia y acci\u00f3n del Esp\u00edritu de Jes\u00fas en cada uno de los presentes y en la asamblea formada.<\/em> Nos tenemos que creer esto. Contemplar una asamblea cristiana es admirarse de lo que Dios sigue haciendo. Si no nos lo creemos no podremos mirar al otro como hermano, como convocado por el mismo Esp\u00edritu que me convoc\u00f3 a m\u00ed mismo.
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\nA veces, a fuerza de acentuar que el templo es la casa de Dios y hay que guardar compostura…, olvidamos la atenci\u00f3n a los hermanos que se congregan, la acogida, el saludo, el modo de situarse en la geograf\u00eda del templo… Los que vienen y son congregados no llegan para un espect\u00e1culo, vienen para celebrar, participar, ser agentes activos. Es cierto que la asamblea cristiana no es algo informe: hay presidente y hay diversidad de servicios, pero la principal manifestaci\u00f3n de la Iglesia se realiza en la participaci\u00f3n plena y activa del pueblo santo de Dios en las celebraciones lit\u00fargicas (SC 41).
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\n\u00bfQu\u00e9 da tono festivo a la asamblea cristiana?
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\n. La acogida<\/em>. El presidente de la asamblea no es el \u00faltimo en llegar, sino el que comienza la celebraci\u00f3n acogiendo a la puerta, personalizando el saludo que despu\u00e9s har\u00e1 de manera m\u00e1s general. Y no s\u00f3lo \u00e9l, otros miembros de la comunidad acogen e invitan a acogerse.
\n. La m\u00fasica<\/em> de fondo que invita a crear clima festivo.
\n. Los adornos<\/em>, los letreros, las flores, la luz…
\n. La distribuci\u00f3n de encomiendas y servicios<\/em>. Pero todo hecho con paz porque est\u00e1 pensado con anterioridad y no es fruto de la improvisaci\u00f3n del momento.
\n. El espacio<\/em>. \u201cPara el cristiano es claro que el templo propiamente no es el lugar de la presencia de Dios (Jn 4,23) sino el lugar de la presencia de la asamblea en la que precisamente se hace Dios presente. La Iglesia en cuanto comunidad de creyentes reunidos, congregados en torno a Cristo es el nuevo templo (Ef 2,19-22; 1Pe 2,5). El templo es la casa de la comunidad, domus ecclesiae<\/em>, dec\u00edan los primeros cristianos, la morada de la comunidad convocada. S\u00f3lo a trav\u00e9s de esa mediaci\u00f3n el templo es lugar de la presencia divina. Pero el templo no es una sala de conferencias o de congresos. El templo, como casa de la asamblea cristiana, expresa y plasma el misterio profundo de la asamblea. El altar, el amb\u00f3n, la sede, las im\u00e1genes, la luz, la piedra, el color, la distribuci\u00f3n de sillas, la ac\u00fastica, la visibilidad, la orientaci\u00f3n, la penumbra… encierran, evocan y provocan el misterio.
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\nLa asamblea lit\u00fargica cristiana no es masa de gente. La reuni\u00f3n de los creyentes forma una asamblea articulada. Hay roles o servicios cuya funci\u00f3n es ayudar a los reunidos a alcanzar una celebraci\u00f3n plena.
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\n5.1. El sacerdote presidente<\/em>
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\nEl presb\u00edtero preside la asamblea \u201cin persona Christi\u201d, es decir, no s\u00f3lo por designaci\u00f3n de la asamblea ni por m\u00e9ritos propios, sino por la imposici\u00f3n de manos del obispo. El sacerdote presidente tiene un rol important\u00edsimo. En muchas asambleas \u00e9l copa todos los dem\u00e1s roles, lo hace todo (entona, lee, predica, dirige la oraci\u00f3n de fieles, enciende las velas y las apaga…). Ya es una manifestaci\u00f3n y visualizaci\u00f3n de la Iglesia esta acumulaci\u00f3n de tareas, sobre todo si hay personas que las pueden hacer y no se les deja que las hagan. Pero lo crucial no es que uno lo hago todo, es c\u00f3mo lo hace<\/em>. Escuchaba a la salida de una misa dominical[3]<\/a>: \u00c9se no se cree ni lo que hace ni lo que dice; hace porque es su profesi\u00f3n.<\/em>
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\nHay que subrayar que muchos sacerdotes hoy tienen que presidir tres y cuatro asambleas dominicales. Esto conlleva cansancio y, en algunos casos, rutina. Pero los presidentes tienen que saber que en la forma de moverse, hablar, rezar, proclamar se transmite algo m\u00e1s que palabras o que ideas<\/em>. La presencia f\u00edsica personal transmite un plus<\/em> no verbal que muchas veces es m\u00e1s incisivo y determinante que las palabras, las ideas, la materializaci\u00f3n de gestos.<\/em> El tono de voz, la manera c\u00f3mo se realizan los gestos y los ritos \u201cpronuncian\u201d una palabra secreta que en muchas ocasiones es m\u00e1s significativa y sonora que la acci\u00f3n realizada. Presidir la asamblea cristiana es un arte donde se combinan muchos elementos: los gestos, la mirada, el tono de voz, la escenograf\u00eda, la pronunciaci\u00f3n, los sentimientos vivenciales personales, la comunicaci\u00f3n y complicidad con la asamblea son realidades humanas que alejan o sit\u00faan al otro al borde del misterio… Este se cree lo que dice, lo que hace… Parece que hay algo m\u00e1s…, las palabras le salen de dentro, son suyas, no son \u201cde encargo\u201d. Nos sit\u00faa a las puertas de otra realidad…<\/em>
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\n5.2. Servicios y ministerios en al asamblea<\/em>
\nSe trata de las personas que cuando la comunidad celebra, realizan acciones como la acogida, la lectura, el canto, las ofrendas, el servicio del altar, etc. Tenemos que reconocer que muchas comunidades cristianas no se han tomado en serio estos ministerios. Tomar en serio quiere decir varias cosas: primero que exista la diversificaci\u00f3n<\/em> de ministerios; segundo, que quienes realizan el servicio sean competentes<\/em>; tercero que lo que realicen lo hagan de manera que ayude a la asamblea<\/em>. Todos los aspectos van muy ligados.
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\nUn lector competente no solo leer\u00e1, sino que \u201cproclamar\u00e1\u201d las lecturas dando sentido a las palabras pronunciadas. El tono de voz, el destacar palabras o frases pertenece a la personalizaci\u00f3n y al servicio de transmisi\u00f3n que el lector realiza. Un buen lector hace que la palabra sea palabra y sea escuchada. Un mal lector no deja que la palabra caiga como lluvia sobre la asamblea. Y as\u00ed se pueden analizar todos los dem\u00e1s ministerios.
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\nTenemos que reconocer que hemos perdido un poco de la ceremoniosidad en la celebraci\u00f3n lit\u00fargica, y hasta hay comunidades en las que se ronda lo chabacano en algunas ocasiones. Se hacen las cosas, pero no se cuida el modo de hacerlas. <\/em>Se ensaya poco los gestos y las acciones de manera que al final resultan irrelevantes. Hemos desterrado, por ejemplo, las albas (el \u201cpeque\u00f1o clero\u201d de hace a\u00f1os) porque s\u00ed. Desterramos los vestidos de la celebraci\u00f3n religiosa, pero esas mismas personas vienen muy arregladitas simplemente porque es d\u00eda de fiesta[4]<\/a>). Se cuida poco la manera de moverse en el altar[5]<\/a>, la forma de hacer…
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\nEn el desarrollo de la celebraci\u00f3n todo es importante, aunque no todo tenga la misma importancia. Una acci\u00f3n realizada de cualquier modo distrae, saca a la asamblea de la celebraci\u00f3n, le paraliza en el ritmo y din\u00e1mica interna celebrativa. El misterio que celebramos tiene momentos en los que nos aproximamos a \u00e9l no tanto con palabras, sino con gestos, con comportamientos, con expresi\u00f3n de la cara, con silencio, con lentitud de movimientos, con posturas corporales, con la danza, con el canto… Las personas que realizan los diversos ministerios est\u00e1n celebrando y animando la celebraci\u00f3n al realizar lo que realizan. La celebraci\u00f3n es lo que hacemos. La celebraci\u00f3n provoca con lo que hacemos y el modo de hacerlo.
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\nMe parece que uno de los elementos fundamentales de la provocaci\u00f3n que la celebraci\u00f3n cristiana tiene, es la homil\u00eda. \u201cCuando el lector ha acabado, dice Justino, el que preside exhorta a incita de palabra a la imitaci\u00f3n de estas cosas excelsas\u201d (Apolog\u00eda I, 67)<\/em>. La homil\u00eda es una predicaci\u00f3n lit\u00fargica, es decir, forma parte de una celebraci\u00f3n<\/em>, es parte del conjunto de elementos que constituyen la celebraci\u00f3n. Esto es lo que le diferencia de otros tipos de predicaci\u00f3n cristiana. Lo \u00fanico in\u00e9dito dentro de la celebraci\u00f3n es la homil\u00eda. Queda totalmente a la iniciativa del que preside.
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\nLa homil\u00eda tiene como finalidad explicar las lecturas b\u00edblicas. Explicar<\/em> hay que entenderlo como ex-traer o des-entra\u00f1ar la fuerza actual de la Palabra de Dios aqu\u00ed y ahora, para esta asamblea celebrante. Dios nos salva por la palabra pronunciada y Dios nos provoca o nos interpela aboc\u00e1ndonos a una existencia nueva, a una historia de salvaci\u00f3n que viene de antiguo y llega a nosotros. No se puede reducir la homil\u00eda a comprender mejor la Palabra.<\/em> Nos quedar\u00edamos en algo puramente intelectual. La palabra comprendida ilumina nuestra existencia y la lanza a realizarse de manera nueva<\/em>. Jes\u00fas, en la sinagoga de Nazaret, plasma perfectamente lo que estamos comentando cuando dice: Esta Escritura que acab\u00e1is de o\u00edr se ha cumplido hoy aqu\u00ed ante vosotros <\/em>(Lc 4,21).<\/em>
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\nLo que hace a muchos creyentes hoy elegir una celebraci\u00f3n o evitar pisar en una iglesia es la homil\u00eda. Los libros sagrados proclaman c\u00f3mo se cumpli\u00f3 la Escritura en tiempos del pueblo elegido o en tiempos de Jes\u00fas. Pero no dicen nada de c\u00f3mo se cumple hoy. El llenar esa \u201claguna\u201d es la tarea de la homil\u00eda. C\u00f3mo se cumple hoy la palabra, c\u00f3mo act\u00faa hoy la palabra salvando, es lo que hace que la homil\u00eda \u201cdiga algo\u201d o sea significativa y caliente el coraz\u00f3n y la vida de los convocados.
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\nCuando quien preside la asamblea y le dirige la palabra no ha meditado en su coraz\u00f3n la palabra proclamada y no ha logrado descubrir primero \u00e9l, para despu\u00e9s hacer descubrir a los dem\u00e1s, c\u00f3mo se cumple la palabra y c\u00f3mo es palabra de salvaci\u00f3n, la homil\u00eda vela la presencia actuante de Dios en medio de su pueblo. La homil\u00eda es una lectura de signos, una hermen\u00e9utica que desentra\u00f1a la estrecha relaci\u00f3n existente entre palabras y sacramentos, entre Escritura e iglesia, entre el libro santo y la vida y la historia de los hombres.
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\nLa homil\u00eda no se prepara en \u201cdos minutos\u201d. A la profundidad de la vida y de la acci\u00f3n de Dios no se llega s\u00f3lo por saberes. La palabra de Dios necesita tiempo y meditaci\u00f3n, oraci\u00f3n y cercan\u00eda a la vida concreta de los hombres. La homil\u00eda se hace en silencio activo, contemplando al Dios que nos deja sin palabras y a los hombres y mujeres de hoy cuya historia tambi\u00e9n nos deja sin palabras. La homil\u00eda debe mostrar c\u00f3mo los signos sacramentales, los gestos o acciones que llamamos sacramentos, es decir, las celebraciones lit\u00fargicas, no son sino la realizaci\u00f3n hoy de lo que anuncia la palabra, su actualidad misteriosa o mist\u00e9rica.
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\nLa homil\u00eda tiene algo de testimonial y personal. El que habla se hace significativo y provocativo al contar c\u00f3mo en \u00e9l y en la comunidad la palabra hace germinar la nueva vida de la fe, la confianza en Dios, la esperanza en la vida plena. Deber\u00eda extenderse la costumbre de que los fieles participantes en la celebraci\u00f3n pudieran llevarse a casa, al final de la misa dominical, el texto escrito de la homil\u00eda como alimento semanal, al menos en los tiempos fuertes. Escribir una homil\u00eda no es fotocopiar \u201cmodelos\u201d de homil\u00edas. Los modelos pueden ser \u00fatiles ayudas para profundizar aspectos. Pero el car\u00e1cter personal y testimonial de la homil\u00eda es algo irrenunciable e intransferible. Se tiene que notar que es la palabra pronunciada por tal persona en tal comunidad cristiana tal d\u00eda concreto.
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\nLa palabra creatividad, aplicada a nuestro objeto de reflexi\u00f3n, la celebraci\u00f3n cristiana, tiene que ser bien entendida. Tambi\u00e9n aqu\u00ed recuerdo las palabras del P. Gelineau cu\u00e1ndo se preguntaba c\u00f3mo era posible que el presidente de una celebraci\u00f3n repitiera siempre las mismas f\u00f3rmulas sin a\u00f1adir peque\u00f1as glosas en las oraciones y en la gran plegaria de acuerdo con la homil\u00eda pronunciada.
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\nHablar de creatividad no tiene nada que ver con crear \u201cex nihillo\u201d siempre. La repetici\u00f3n es uno de los rasgos caracter\u00edsticos del rito. El rito es una representaci\u00f3n tipificada de los hechos de salvaci\u00f3n. Estos hechos son siempre los mismos. Cuando en la celebraci\u00f3n eucar\u00edstica \u201crepetimos\u201d los gestos de Jes\u00fas en la \u00faltima cena, los hacemos presentes y nos acercamos al sentido \u00faltimo y pleno iniciado por Jes\u00fas. El gesto de Jes\u00fas tiene en s\u00ed tanta plenitud que no se agota por mucho que los repitamos. Al contrario, la repetici\u00f3n nos desvela cada vez m\u00e1s el misterio que encierran haci\u00e9ndolo un poco m\u00e1s luminoso. La creatividad no est\u00e1 en dejar de hacer o repetir determinados ritos o gestos, sino en la \u201cpalabra \u00edntima\u201d, en el \u201cpedacito\u201d de misterio vislumbrado y captado en la celebraci\u00f3n de hoy y que se verbaliza en la asamblea.
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\nLa creatividad as\u00ed entendida es profundidad y hondura del misterio celebrado, es palabra arrancada del silencio. La creatividad no es puro cambio ni un hacer as\u00ed o de la otra manera. La creatividad es el encuentro de lo de siempre con el misterio para hacerle m\u00e1s significativo. La creatividad no es ruptura de una estructura ritual lit\u00fargica, sino palabra que hace m\u00e1s reveladora dicha estructura… La creatividad es adaptaci\u00f3n e inculturaci\u00f3n, nunca es improvisaci\u00f3n ni espontane\u00edsmo facil\u00f3n. La creatividad une en una nueva palabra el rito lit\u00fargico, la palabra proclamada, la vida y la actualidad de la comunidad que celebra.
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\nLa creatividad exige, adem\u00e1s, conocer bien la estructura celebrativa cristiana. Es penoso ver c\u00f3mo algunos construyen una acci\u00f3n de gracias o prefacio sin tener en cuenta la estructura misma del prefacio como canto y reconocimiento de la acci\u00f3n de Dios por medio de Jesucristo. Es penoso ver c\u00f3mo la oraci\u00f3n despu\u00e9s de la comuni\u00f3n se convierte en otro momento de acci\u00f3n de gracias repetitivo y fuera de sitio, cuando de lo que se trata no es de dar gracias, sino de pedir que lo realizado y vivido seamos capaces de hacerlo vida, de sacarlo a la calle, de alimentarnos de aquello que hemos celebrado.
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\nEn la celebraci\u00f3n, la mirada y los sentidos son importantes. La liturgia debe ofrecer a la vista de los participantes un panorama de signos, s\u00edmbolos, iconos, retablos, flores, piedras, colores, ornamentos, utensilios… sugerente. Y d\u00edgase lo mismo del olfato (incienso) o del o\u00eddo (m\u00fasica, silencio, sonorizaci\u00f3n…). Cuando hablamos de atm\u00f3sfera o clima nos referimos a un mundo de realidades sencillas que despiertan y purifican los sentidos y los abren a la escucha de una palabra personal y de una palabra que \u201cllega de fuera\u201d. No nos alimentamos s\u00f3lo de nuestra palabra personal; no vivimos para escucharnos, sino para escuchar hasta o\u00edr la palabra que viene de Dios como soplo o Pentecost\u00e9s inesperado.
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\nLa celebraci\u00f3n cristiana tiene que cuidar una est\u00e9tica que permita abrirse a las dimensiones sensibles del mundo para poder vibrar y sentir con ellas. Somos, como personas, una realidad unitaria y el cuerpo y sus sentidos son la ventana por donde asomarse al trascendente o por donde el Trascendente nos puede provocar.
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\nA veces hacemos de nuestras celebraciones r\u00edos de palabras y no hay espacio para el \u201cgesto sobrio que habla por s\u00ed mismo\u201d. El gesto tiene su autonom\u00eda. Es cierto que el gesto recobra sentido y significado en el conjunto de otros gestos y palabras de la celebraci\u00f3n. Lo normal es que el gesto se emplee cuando la palabra resulta impotente para transmitir lo que desea transmitir. El compa\u00f1ero mejor de los gestos es el silencio, no la palabra. Y es el silencio quien crea ambiente y un umbral para la experiencia religiosa y para la provocaci\u00f3n. Es un arte pronunciar las palabras justas para orientar la significatividad de los gestos y dejar a cada persona la libertad de recorrer el camino iniciado hasta donde llegue… \u00a1Cu\u00e1nto tenemos que aprender de la sociedad que crea y cuida los ambientes para que las personas se sientan bien tomando algo, comiendo, charlando, contemplando! Nada queda al azar.
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\nPoco a poco, muchas comunidades cristianas van cayendo en la cuenta de la importancia del ambiente y del clima propios de la celebraci\u00f3n y la oraci\u00f3n. Pero nos queda mucho por andar. Dentro de la celebraci\u00f3n no todos los momentos son igualmente importantes: una procesi\u00f3n de entrada es diferente de la escucha de la palabra o de la adoraci\u00f3n. \u00bfC\u00f3mo destacar la diferencia? Habr\u00e1 que cuidar los cantos, la intensidad de luz, el tono de voz[6]<\/a>, el incienso, el ritmo, los gestos…
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\nHoy estamos descubriendo el poder evangelizador del arte cristiano. Cuando los templos se vac\u00edan de fieles, ah\u00ed siguen los templos, y su palabra silenciosa para quienes quieren acercarse a ellos y atravesar el umbral desde la luz de la calle al ambiente interior del templo. No sabemos qu\u00e9 provocaci\u00f3n e interpelaci\u00f3n produce esta contemplaci\u00f3n. S\u00ed nos damos cuenta de que tenemos que cuidar m\u00e1s todo aquello que favorezca esta \u201cevangelizaci\u00f3n a trav\u00e9s del arte\u201d.
\nHoy estamos retados a descubrir el poder evangelizador de las celebraciones cristianas. En la misma celebraci\u00f3n, la comunidad cristiana tiene posibilidades grandes de interrogaci\u00f3n, de provocaci\u00f3n, de evocaci\u00f3n del misterio que nos envuelve y que somos.
\nHacemos equipos para la catequesis y para la acci\u00f3n social… Nada que decir. Pero s\u00ed sugerir la necesidad de equipos para hacer que la celebraci\u00f3n, sobre todo de la misa dominical, los funerales y las celebraciones de los diversos sacramentos, unas celebraciones del misterio cristiano que provoquen hacia el misterio celebrado.
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\n[1]<\/a> Dionisio BOROBIO, La celebraci\u00f3n en la Iglesia I, <\/em>S\u00edgueme, Salamanca 1991.
\n[2]<\/a> \u00c1lvaro GINEL, Diez celebraciones para la primera comuni\u00f3n, <\/em>CCS. Madrid 20022<\/sup>.
\n[3]<\/a> He realizado un muestreo participando en varias celebraciones dominicales para ver c\u00f3mo se hac\u00eda las cosas<\/em> y para escuchar lo que la gente dec\u00eda en los corrillos al finalizar la celebraci\u00f3n.
\n[4]<\/a> Como experiencia, en la misa familiar que tiene lugar cada mes y medio en un colegio de religiosas de Madrid, promovida por la Asociaci\u00f3n de Padres de Alumnos, al cabo de tres a\u00f1os es posible pensar en comprar t\u00fanicas para los que tienen que realizar ministerios en la celebraci\u00f3n de la Eucarist\u00eda. Hemos comenzado por los adultos, para que sean ellos los primeros en \u201cvestirse el traje de celebraci\u00f3n\u201d.
\n[5]<\/a> Es curioso ver lo bien que entienden los adultos, los ni\u00f1os y los adolescentes advertencias como estas: Os pido una cosa: seriedad, nada de risitas. La manera de hacer nuestra es muy importante porque los dem\u00e1s nos ven y les transmitimos con nuestro rostro muchas cosas…<\/em>
\n[6]<\/a> Existe la tendencia a olvidar o ignorar la voz humana en cuanto tal, su tonalidad propia, su timbre particular, esa peculiaridad que cada persona posee cuando habla y que constituye una extraordinaria riqueza de variabilidad…. La voz humana que escuchamos en la celebraci\u00f3n no es s\u00f3lo un instrumento al servicio de la proclamaci\u00f3n de la palabra. Ella misma es manifestaci\u00f3n y encarnaci\u00f3n de esa palabra. La voz del que habla o canta en la liturgia deviene el lugar de resonancia de la ternura de dios, de sus exigencias, de su \u201cc\u00f3lera\u201d, de su misericordia. Dios \u201cpasa\u201d a trav\u00e9s de la voz (L. Maldonado-P. Fern\u00e1ndez, La celebraci\u00f3n lit\u00fargica: Fenomenolog\u00eda y Teolog\u00eda de la celebraci\u00f3n, <\/em>en Dionisio BOROBIO, o.c., pp. 290-29).<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"