{"id":9259,"date":"2003-10-01T00:00:25","date_gmt":"2003-09-30T22:00:25","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=9259"},"modified":"2003-10-01T00:00:25","modified_gmt":"2003-09-30T22:00:25","slug":"raices-antropologicas-del-hecho-celebrativo","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/raices-antropologicas-del-hecho-celebrativo\/","title":{"rendered":"Ra\u00edces antropol\u00f3gicas del hecho celebrativo"},"content":{"rendered":"
Jos\u00e9 Joaqu\u00edn G\u00f3mez Palacios<\/strong> Jos\u00e9 Joaqu\u00edn G\u00f3mez Palacios \u00a0 Jos\u00e9 Joaqu\u00edn G\u00f3mez Palacios, salesiano, es Director del Colegio \u201cSan Antonio Abad\u201d de Valencia. S\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO: Analiza y presenta el autor, el largo camino recorrido por la humanidad en relaci\u00f3n a las celebraciones. Subraya como aportaci\u00f3n cultural b\u00e1sica el dato que todos los pueblos han potenciado la apertura […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[826,56,94],"tags":[],"class_list":["post-9259","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-estudios-321","category-jose-j-gomez-palacios","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/9259","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=9259"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/9259\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=9259"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=9259"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=9259"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
\n\u00a0<\/em>
\nJos\u00e9 Joaqu\u00edn G\u00f3mez Palacios, salesiano, es Director del Colegio \u201cSan Antonio Abad\u201d de Valencia.
\n
\nS\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO:<\/strong>
\nAnaliza y presenta el autor, el largo camino recorrido por la humanidad en relaci\u00f3n a las celebraciones. Subraya como aportaci\u00f3n cultural b\u00e1sica el dato que todos los pueblos han potenciado la apertura a la trascendencia y la han expresado en celebraciones rituales, distinguiendo entre tiempo profano y sagrado. Y, teniendo en cuenta las ra\u00edces antropol\u00f3gicas del pasado, ofrece algunas interesantes anotaciones pedag\u00f3gicas y l\u00edneas pastorales para orientar hoy nuestras celebraciones cristianas.
\n
\nLos cient\u00edficos presentaban recientemente restos arqueol\u00f3gicos que relacionaban al Homo Sapiens<\/em> con los m\u00e1s antiguos rituales. La moderna paleontolog\u00eda humana aporta hallazgos que anticipan la presencia de dichos rituales a \u00e9pocas y especies anteriores al Homo Sapiens<\/em>. Estos descubrimientos se centran en los enterramientos, la fecundidad, los sacrificios y el arte… Ellos son los embriones de la dimensi\u00f3n religiosa y celebrativa de la especie humana.
\n
\nEl presente estudio parte de alguno de estos descubrimientos para analizar los elementos originarios que subyacen en el hecho celebrativo. A partir de las ra\u00edces antropol\u00f3gicas, se concluye con una serie de apuntes provisionales para una pastoral de la celebraci\u00f3n.
\n <\/p>\n\n
\nTodas las comunidades humanas han demostrado, a lo largo de la historia, respeto por los muertos, bien sea mediante la inhumaci\u00f3n, bien sea mediante la incineraci\u00f3n y tratamiento ritual de las cenizas. Parece ser que los rituales funerarios forman parte del horizonte celebrativo m\u00e1s remoto.
\n
\nLas antiguas civilizaciones mesopot\u00e1micas dan buena muestra de ello. En las \u00abTumbas de los Reyes de Ur\u00bb reyes, sacerdotes y princesas… comparten espacios funerarios cuidados y decorados con gran profusi\u00f3n de elementos. La cultura egipcia gener\u00f3 tambi\u00e9n un estilo propio de celebrar. En ella los rituales estuvieron apoyados por suntuosas construcciones que han llegado hasta nuestros d\u00edas. La momificaci\u00f3n aparece como soporte t\u00e9cnico aplicado a sustentar creencias religiosas relacionadas con el m\u00e1s all\u00e1.
\n
\nParalelamente aparecen figurillas dedicadas a la fecundidad. Peque\u00f1as estatuillas con formas femeninas (venus) relacionadas con el embarazo, el parto y el misterio de la vida que se reproduce. Resulta imposible dar con una cultura que no haya practicado ritos, sacrificios y celebraciones para expresar profundos sentimientos que van m\u00e1s all\u00e1 de las actividades productivas y de supervivencia. Los recientes hallazgos paleontol\u00f3gicos no s\u00f3lo confirman estas ideas de dominio com\u00fan, sino que anticipan la aparici\u00f3n de dichos rituales a \u00e9pocas en las que todav\u00eda no hab\u00eda aparecido el Homo Sapiens<\/em>.
\n <\/p>\n\n
\n2.1. El primer enterramiento. La Sima de los Huesos. 300.000 a\u00f1os de antig\u00fcedad<\/strong>
\n
\nEn 1976 un ingeniero de minas conoci\u00f3 la existencia de un lugar de Burgos en el que era tradici\u00f3n buscar colmillos de oso. Decidi\u00f3 organizar una excavaci\u00f3n. Y as\u00ed fue como en Atapuerca (Burgos) apareci\u00f3 la Sima de los Huesos. Porque entre aquel mont\u00f3n de huesos de oso comenzaron a salir a la luz restos \u00f3seos humanos. Este hallazgo iba a cambiar la concepci\u00f3n y dataci\u00f3n de los rituales.
\n
\nLa Sima de los Huesos es una cavidad subterr\u00e1nea a la que se accede por una empinada rampa que desciende unos 12 metros. En el fondo han sido hallados los restos de treinta y tres personas: dientes, cr\u00e1neos, huesos largos y v\u00e9rtebras… Estos cad\u00e1veres poseen una peculiar caracter\u00edstica: fueron acumulados enteros en este dep\u00f3sito. Los restos no presentan marcas de descarnaci\u00f3n producidas por ning\u00fan instrumento, ni est\u00e1n machacados para obtener el tu\u00e9tano o sustancia interior de los huesos. Este dato equivale a decir que no fueron consumidos como alimento por sus compa\u00f1eros de horda. Los investigadores trabajan con la certeza de que fueron depositados en aquel lugar de forma intencionada, tal vez ritual. Nos hallamos ante el primer enterramiento conocido.
\n
\nEste hecho presupone que los antepasados del Homo Sapiens<\/em> ya mostraban tal afecto hacia sus semejantes, que trataban a los difuntos de forma distinta y respetuosa, habilitando lugares y formas que son el inicio de posteriores rituales funerarios.
\n
\n2.1. El primer sacrificio. Mougharet-es-Skuul. Monte Carmelo. Israel. 120.000 a\u00f1os.<\/strong>
\n
\nEl Monte Carmelo no s\u00f3lo es famoso por las haza\u00f1as que realizara el profeta El\u00edas, o por la Virgen del Carmelo, prefigurada simb\u00f3licamente en aquella nubecilla que brota desde el horizonte y crece hasta provocar una tormenta que da fin a la sequ\u00eda (1Reyes 18, 40-45). Cien mil a\u00f1os antes del profeta El\u00edas, los humanos ya practicaban en este lugar antiguos y estremecedores rituales. \u00bfCu\u00e1les?
\n
\nEn los alrededores del Monte Carmelo ha sido hallado el enterramiento de un ni\u00f1o colocado de forma peculiar: Totalmente doblado sobre s\u00ed mismo, los talones tocando las nalgas y las manos debajo de la cabeza. Presenta una perforaci\u00f3n rectangular a la altura del hombro y la clav\u00edcula, as\u00ed como varias incisiones producidas por objeto punzante en la oreja derecha. \u00bfPor qu\u00e9 estaba arrodillado? \u00bfFue sacrificado? \u00bfPor qu\u00e9 un ni\u00f1o? \u00bfQu\u00e9 extra\u00f1o ritual se practic\u00f3 con \u00e9l, hace ahora 120.000 a\u00f1os?
\n
\nEs imposible responder a todas las preguntas. Pero los investigadores est\u00e1n en condiciones de afirmar que muri\u00f3 por causas rituales, fue enterrado con un funeral propio, y su cuerpo fue colocado en posici\u00f3n especial. Nos hallamos ante un desconocido sacrificio, seguido de ritual funerario perdido en la noche de los tiempos.
\n
\n2.3. El primer s\u00edmbolo de la fecundidad. La Venus de Berekhat Ram. 250.000 a\u00f1os.<\/strong>
\n
\nEl arte es tenido por una de las adquisiciones humanas m\u00e1s destacables. Mediante el arte el ser humano expresa una serie de deseos y sentimientos que van m\u00e1s all\u00e1 de lo meramente productivo, sumergi\u00e9ndose en el mundo de las creencias y los rituales.
\n
\nLas pinturas halladas en Altamira y Lascaux son ejemplos recientes. A ellas hay que a\u00f1adir infinidad de manifestaciones del arte rupestre que nos llevan hasta el a\u00f1o 30.000 a.C. aproximadamente. Todos estos elementos afirman la existencia de la capacidad simb\u00f3lica y religiosa en la especie Homo Sapiens<\/em>. Pero la aut\u00e9ntica revoluci\u00f3n se produce a partir de 1996, cuando la arque\u00f3loga Naama Goren-Imbar descubre, cerca de los Altos del Gol\u00e1n (Israel) una figurilla de la fecundidad, tambi\u00e9n llamada Venus. Se trata de una peque\u00f1a figura de unos cuatro cent\u00edmetros de altura, con incisiones realizadas con un objeto punzante, que separan la cabeza de un abdomen abultado. Junto a esta Venus de fecundidad han aparecido las herramientas de piedra que fueron utilizadas para su elaboraci\u00f3n. Todo ello est\u00e1 datado hacia el a\u00f1o 250.000 a.C. Este dato nos lleva a constatar que el sentido m\u00e1gico-simb\u00f3lico de la fecundidad y el parto fue desarrollado por especies anteriores al Homo Sapiens<\/em>.
\n
\n2.4. Los primeros santuarios. 25.000 a\u00f1os<\/strong>
\n
\nRecientemente se han realizado interesantes estudios sobre el tipo de animales que figuran en las m\u00faltiples cuevas decoradas con arte rupestre. El experto A. Leroi-Gourhan ha analizado las figuras de animales que aparecen en las paredes de las cuevas prehist\u00f3ricas m\u00e1s conocidas. Ha establecido tres categor\u00edas: A) Caballo. B) Bisonte y toro salvaje. C) Cabra, ciervo, cierva, reno…
\nLlama la atenci\u00f3n que en estos paneles no se halla presente la totalidad de la fauna existente en aquellas \u00e9pocas; tan s\u00f3lo algunos animales tienen el privilegio de ser representados. Tampoco nos hallamos ante \u00abescenas de caza\u00bb: muchos de los animales representados no fueron jam\u00e1s cazados ni consumidos por los hombres que los inmortalizaron sobre las paredes de las cuevas. Tampoco dibujaron la totalidad de instrumentos y elementos que conformaba la vida diaria de aquellos hombres y mujeres.
\n
\nTodo ello lleva a considerar que el arte de las cuevas rupestres, no es una manifestaci\u00f3n libre y espont\u00e1nea del artista primitivo, sino de elementos m\u00e1gicos, religiosos y simb\u00f3licos elegidos cuidadosamente. La acumulaci\u00f3n de estos elementos en determinadas cuevas lleva a plantear la hip\u00f3tesis de que nos hallamos ante los primeros templos o \u00absantuarios\u00bb. Estas cuevas, elegidas y decoradas con singular profusi\u00f3n, fueron los ancestrales espacios sagrados que construy\u00f3 el ser humano en su intento de trascender la realidad cotidiana para sumergirse en la dimensi\u00f3n trascendente. Lugares donde desarrollar las celebraciones.
\n <\/p>\n\n
\nLos siglos fueron transcurriendo. La humanidad prosigui\u00f3 en su desarrollo tecnol\u00f3gico, social y trascendente. Y aquellas primeras intuiciones cristalizaron en elementos simb\u00f3licos, sagrados y religiosos de mayor definici\u00f3n y profundidad. Aparecieron las celebraciones que discurr\u00edan en un tiempo tambi\u00e9n especial.
\n
\nEl ser humano comienza a \u00abcrear celebraciones\u00bb cuando otorga sentido simb\u00f3lico a una serie de acciones y actividades que van m\u00e1s all\u00e1 de la ocupaci\u00f3n habitual de supervivencia. Es decir, cuando crea \u00abespacios\u00bb temporales y f\u00edsicos en los que no se dedica al trabajo diario para procurarse alimento, sino a lo mist\u00e9rico y sagrado. Seg\u00fan expresi\u00f3n de Mircea Eliade, es as\u00ed como aparece una doble visi\u00f3n del tiempo: tiempo profano y tiempo sagrado. La celebraci\u00f3n transcurre en el denominado \u00abtiempo sagrado\u00bb.
\n
\n3.1. El primer \u00abtiempo sagrado\u00bb<\/strong>
\n
\nPara hallar las ra\u00edces del \u00abtiempo sagrado\u00bb hay que remontarse a ese tiempo en el que el ser humano era cazador. En esta \u00e9poca los seres humanos, formando peque\u00f1as hordas, recorr\u00edan una determinada \u00e1rea geogr\u00e1fica buscando el alimento necesario. Y es en este tiempo cuando el ser humano toma conciencia del simbolismo que subyace en una serie de elementos tecnol\u00f3gicos habituales. Mediante la capacidad simb\u00f3lica humana, estos elementos se cargan de nuevo sentido, y sumergen a la persona humana en una dimensi\u00f3n que va m\u00e1s all\u00e1 de la mera supervivencia: El fuego, la fecundidad, la muerte, los astros, el agua… el manejo y perfeccionamiento del arma arrojadiza, mediante la que consigue \u00abel dominio de la distancia\u00bb…
\n
\nEl primer mito que, -parece ser-, imagin\u00f3 el ser humano, habla de una lanza m\u00e1gica, arrojada con tal fuerza que logra clavarse en la b\u00f3veda celeste… Esta narraci\u00f3n primitiva le sumerge en una realidad nueva, donde la fuerza y el poder del ser humano logran ir m\u00e1s all\u00e1 de la realidad diaria. La lanza ya no se clava solamente en el cuerpo del animal, sino que aspira a traspasar el cielo. Frente al tiempo de caza, aparece el tiempo de la caza ritual.
\n
\nEl tiempo de caza es aquel en el que el hombre corre jadeante y temeroso por llanuras y monta\u00f1as, tras la presa que le proporcionar\u00e1 el alimento imprescindible para la supervivencia. Pero simult\u00e1neamente nace otro tiempo cargado de nuevas resonancias. Se trata de un \u00abespacio\u00bb temporal en el que se celebra la pieza cobrada, en el que se repite el gesto realizado y el grito emitido en el momento de cazar, pero realizados a la luz de la hoguera en la caverna, separados del hecho real de la caza. De esta forma nace la danza, se articula y perfecciona el lenguaje, brotan las primeras expresiones art\u00edsticas, se inicia la toma de conciencia religiosa…
\n
\nDurante el \u00abtiempo sagrado y ritual\u00bb:
\n– La lanza deja de ser el arma arrojadiza que procura el alimento, para convertirse en algo m\u00e1gico, capaz de simbolizar las aspiraciones m\u00e1s profundas del ser.
\n– La carrera y el gesto realizado para perseguir al animal, deja de ser esfuerzo cotidiano, para convertirse en gestos rituales relacionados con fuerzas superiores.
\n– Los huesos del animal cazado, especialmente el cr\u00e1neo, f\u00e9mur y tibia, se convierten en s\u00edmbolos de vida.
\n– El alimento, utilizado como medio para sobrevivir, cobra nuevas dimensiones y se transforma en comida ritual y gesto compartido.
\n
\nTodas estas actividades de nueva significaci\u00f3n, acontecen en unos \u00abespacios temporales\u00bb distintos, surgidos a la luz de las hogueras y en el interior de la cueva que da seguridad y abrigo… De esta forma comienza a diferenciarse el tiempo profano del tiempo sagrado.
\n
\n3.2. Las primeras celebraciones del \u00abtiempo sagrado\u00bb<\/strong>
\n
\nEl estudio y an\u00e1lisis de las pinturas rupestres m\u00e1s conocidas arrojan importantes datos: Las pinturas rupestres no s\u00f3lo presentan muestras de animales sagrados, sino que tambi\u00e9n recogen figuras humanas que simbolizan a danzantes \u00abdisfrazados\u00bb con pieles de animales; tocados con cornamentas de ciervo y orejas de lobo; calzados con garras de oso, y colas de caballos… Junto a estos danzantes aparecen otros que tocan la flauta, en id\u00e9ntica actitud. Un buen ejemplo de ello es el \u00abGran Mago\u00bb de la cueva de Trois Fr\u00e8res, analizado y reconstruido por el estudioso Breuil.
\n
\nLas mujeres, por su parte, tambi\u00e9n realizan extra\u00f1os rituales relacionados con la fecundidad y la maternidad. De todo ello quedan abundantes muestras en las pinturas rupestres y en peque\u00f1as estatuillas, amuletos relacionados con la fecundidad. El tiempo sagrado se consolida como tiempo celebrativo.
\n
\n3.3. Tiempo sagrado y tiempo profano.<\/strong>
\n
\nEs as\u00ed como el ser humano toma conciencia de que todo el Tiempo y todas las actividades no son iguales. Existe un tiempo (profano), destinado a las tareas de supervivencia, que desgasta al ser humano, deterior\u00e1ndole y haci\u00e9ndole perder lo mejor de s\u00ed mismo. Es cansancio, monoton\u00eda, peligro, fatiga, rutina…
\n
\nFrente a \u00e9ste se alza otro \u00abtiempo\u00bb muy distinto, capaz de ser vivido con profundidad existencial y religiosa: el tiempo sagrado. Es aquel en el que se escenifican los mitos m\u00e1s importantes. Durante su transcurso, la persona tiene la oportunidad de re-crearse, de acercarse a sus or\u00edgenes, encontrando de nuevo la fuerza de la vida, la juventud, la limpieza…
\n
\nLos antiguos consideran al \u00abtiempo sagrado\u00bb como un tiempo que \u00abno transcurre\u00bb, que no se gasta, sino que posibilita que todo vuelva a ser nuevo. El ser humano recupera la fuerza y el vigor primitivo sumergi\u00e9ndose en esta nueva categor\u00eda temporal mediante la fiesta religiosa y la celebraci\u00f3n sagrada. Aunque estas ideas parezcan extra\u00f1as, siguen vigentes para los creyentes a trav\u00e9s del a\u00f1o lit\u00fargico, que consiste en sumergirse en los principales acontecimientos de la fe cristiana para participar de la nueva vida que en ellos se nos ofrece. Para los no-creyentes, los d\u00edas de fiesta cumplen tambi\u00e9n esta misi\u00f3n: marcan rupturas con el tiempo de trabajo, permitiendo a la persona humana la recuperaci\u00f3n mediante actividades distintas a la producci\u00f3n. De todo ello se deduce que los cristianos no hemos inventado las celebraciones. Formamos parte de una larga y ancestral corriente celebrativa que hunde sus ra\u00edces en los albores de la humanidad.
\n <\/p>\n\n
\nLa Antropolog\u00eda Cultural es la ciencia que describe el quehacer humano estudiando las culturas que se han dado en distintos tiempos y lugares. Una parte de esta ciencia se ocupa de los rituales y celebraciones que la persona ha desarrollado a lo largo de la historia. Tras analizar algunos estudios antropol\u00f3gicos relativos a las celebraciones religiosas, (que el espacio no permite detallar) aparecen algunas constantes que pueden sintetizarse en los siguientes puntos:
\n
\n– Todos los pueblos poseen, de una u otra forma, celebraciones rituales encaminadas a fomentar y consolidar elementos esenciales de su vida, tanto en la esfera individual como en la esfera social.
\n
\n– Todos los pueblos y culturas han potenciado valores abiertos a la trascendencia, para facilitar un estilo de vida no centrado exclusivamente en aspectos de producci\u00f3n y supervivencia.
\n
\n– Desde los albores de la humanidad, los grupos sociales y las personas individuales han distinguido entre \u00abtiempo profano\u00bb, (destinado a las tareas utilitaristas de producci\u00f3n) y \u00abtiempo sagrado\u00bb, (destinado a la celebraci\u00f3n religiosa y al encuentro con realidades que superan lo f\u00e1ctico).
\n
\n– El llamado \u00abtiempo sagrado\u00bb se canaliza a trav\u00e9s de rituales complejos en los que no s\u00f3lo se produce un acercamiento a la trascendencia, sino que tambi\u00e9n se fomentan valores tales como la cohesi\u00f3n social y el recuerdo de creencias y cosmovisiones que orientan el existir.
\n
\n– Los rituales generados durante el \u00abtiempo sagrado\u00bb no rompen con la vida cotidiana, sino que la integran en un marco de referencia nuevo, capaz de ofrecer a la persona y al grupo social un equilibrio arm\u00f3nico.
\n
\n– Las celebraciones y los rituales son actividades participativas mediante las cuales se refuerzan los lazos de pertenencia y solidaridad.
\n
\n– Las celebraciones y rituales se expresan mediante elementos materiales ordinarios pero a los que se les ha cargado de un simbolismo que les convierte en \u00abpuertas\u00bb que se abren hacia lo trascendente.
\n
\n– La celebraci\u00f3n constituye una actividad \u00abexcepcional\u00bb, largamente esperada, preparada con antelaci\u00f3n y celebrada en un tiempo especial.
\n
\nAl iniciar una reflexi\u00f3n pastoral sobre nuestras actuales celebraciones, conviene tener en cuenta el largo camino recorrido por la humanidad en este campo.
\n
\nDe lo expuesto obtenemos una primera informaci\u00f3n sobre las celebraciones: Afectan a la dimensi\u00f3n m\u00e1s profunda del ser humano. Son realidades complejas que inciden sobre el sentido de la vida, la relaci\u00f3n social y la orientaci\u00f3n existencial. Rompen con el tiempo de producci\u00f3n y ofrecen la posibilidad de nuevas vivencias. Se concretan mediante elementos cotidianos a los que se les ha cargado de sentido nuevo. Aunque nuestras celebraciones actuales son rituales muy elaborados, tanto en lo teol\u00f3gico como en lo simb\u00f3lico, conviene no perder de vista los elementos primitivos que subyacen en ellas. Es positivo detectar si nos hallamos inmersos en la corriente celebrativa que recorre la historia de la humanidad o, si por el contrario, hemos olvidado alguno de sus elementos esenciales.
\n <\/p>\n\n
\nEl tiempo sagrado hunde sus ra\u00edces en la noche de los tiempos y recorre toda cultura, por peque\u00f1a e insignificante que \u00e9sta sea. A lo largo de la historia se ha transformado, pero siempre ha permanecido como dimensi\u00f3n fundamental de las personas y comunidades humanas.
\nLa vivencia del tiempo sagrado ha sufrido fuertes alteraciones con la llegada de la cultura tecnol\u00f3gica y de consumo. Por ello nos hallamos ante un reto: Buscar formas nuevas para vivir la celebraci\u00f3n, pero unas formas que sean fieles a todo aquello que ha facilitado el desarrollo integral del ser humano. Teniendo en cuentas las ra\u00edces antropol\u00f3gicas de la celebraci\u00f3n, surgen algunas l\u00edneas que pueden orientar nuestras celebraciones:
\n
\n5.1. Superar la celebraci\u00f3n rutinaria<\/strong>
\n
\nCuando la celebraci\u00f3n se convierte en rutina y pierde el brillo originario del que debe estar dotada, es f\u00e1cil que surjan reacciones de desinter\u00e9s y abandono. Hay que recuperar el atractivo de la celebraci\u00f3n, entendida como momento excepcional cargado de sentido y misterio. A la luz de lo visto, nuestras celebraciones no pueden estar planteadas desde la obligaci\u00f3n y la aceptaci\u00f3n de un c\u00f3digo doctrinal, sino desde la fascinaci\u00f3n, el s\u00edmbolo y la experiencia de salvaci\u00f3n concreta.
\n
\n5.2. Recuperar la experiencia personal y comunitaria<\/strong>
\n
\nCuando la celebraci\u00f3n se plantea como un discurso racional, hecho de explicaciones de normas y obligaciones morales, se pierde la experiencia personal y comunitaria de quienes celebran. Es necesario que quien prepara o preside una celebraci\u00f3n no se convierta en el oficiante que recuerda mandamientos, sino en el gu\u00eda espiritual que orienta hacia la profundidad de la vida.
\n
\nLos fieles ans\u00edan compartir sus experiencias personales con un peque\u00f1o grupo o comunidad; un grupo cargado de emociones y afectos. Se busca una afinidad en lo personal y no s\u00f3lo una uniformidad nacida de la adhesi\u00f3n a una doctrina com\u00fan. Sin caer en la sensibler\u00eda, conviene potenciar experiencias sensibles y no morales.
\n
\n5.3. Recuperar el misterio y el s\u00edmbolo<\/strong>
\n
\nLa Ilustraci\u00f3n y el racionalismo asestaron un duro golpe a las expresiones simb\u00f3licas, m\u00edticas y religiosas que el ser humano ha venido gestionando desde los albores de la humanidad. Aunque la Iglesia comenz\u00f3 por oponerse al racionalismo, el racionalismo imperante en la Modernidad termin\u00f3 por echar ra\u00edces en el seno de la Iglesia y en el mundo celebrativo.
\n
\nDesde complicadas concepciones teol\u00f3gicas, se ha pretendido explicar todo… hasta el misterio m\u00e1s profundo de Dios. Este esfuerzo por hacer comprensible nuestra fe, ha empobrecido las celebraciones. La explicaci\u00f3n teol\u00f3gica indiscriminada ha supuesto un escollo para los fieles que buscan sumergirse, mediante la celebraci\u00f3n, en el Misterio de Dios para experimentar y vivir nuevas dimensiones de su persona que van m\u00e1s all\u00e1 de lo meramente racional y moral.
\n
\nTras cerca de dos siglos de lucha contra la Modernidad, la Iglesia ha terminado asimilando alguna cosa de ella. Ha cantado las excelencias y la autonom\u00eda voluntarista del hombre moderno… silenciando al Misterio de Dios. Los j\u00f3venes postmodernos, frente a la tiran\u00eda social del positivismo, buscan en la celebraci\u00f3n espacios de experiencia m\u00edstica. Hay que rescatar el s\u00edmbolo, la evocaci\u00f3n y el gesto. Redescubrir no s\u00f3lo la \u00e9tica, sino tambi\u00e9n la est\u00e9tica de la celebraci\u00f3n.
\n
\n5.4. Compaginar los lenguajes de modulaci\u00f3n con los lenguajes alfab\u00e9ticos.<\/strong>
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\nToda celebraci\u00f3n es comunicaci\u00f3n. El ser humano es un ser \u00abpol\u00edglota\u00bb, es decir que utiliza muchos lenguajes para comunicar aquello que vive y siente. Nuestra cultura actual ha promovido el lenguaje escrito y el hablado, el discurso racional, la narraci\u00f3n centrada en la l\u00f3gica griega… Pero no hay que olvidar que la celebraci\u00f3n naci\u00f3 envuelta en un halo de misterio y creci\u00f3 con el gesto y la danza, la m\u00fasica, el ritmo, el color…
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\nCelebrar tiene mucho que ver con participar, estar juntos, compartir, expresar… Por ello, un tipo de celebraci\u00f3n que sea respetuosa con las ra\u00edces antropol\u00f3gicas de la misma, tendr\u00e1 en cuenta los siguientes par\u00e1metros:
\n– Habla al coraz\u00f3n y a la emoci\u00f3n.
\n– No se centra tanto en conocer elementos doctrinales cuanto en ofrecer una vivencia compartida.
\n– Los contenidos de la celebraci\u00f3n, en lugar de ser normativos son emocionales, tendiendo a pasar de un cuerpo a otro.
\n– La uni\u00f3n del grupo viene favorecida por los s\u00edmbolos en los que todos se sienten significados, y no tanto por las ideas que todos aceptan.
\n– En la celebraci\u00f3n confluyen distintas capacidades expresivas de la persona humana: pensamiento, cuerpo, sensaciones, sentimientos, recuerdos, anticipaci\u00f3n del futuro…
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\nLos ni\u00f1os y j\u00f3venes que acceden a las celebraciones precisan de un \u00absuplemento de alma\u00bb previo que les prepare a comprender la profundidad de lo que celebran. Dada la situaci\u00f3n en la que se hallan los destinatarios actuales, conviene crear un clima que propicie la asimilaci\u00f3n progresiva de determinados valores:
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\n– Educar los ojos para aprender a celebrar.
\nEnse\u00f1ar a mirar la vida en profundidad es ense\u00f1ar a celebrar. La persona del siglo XXI debe descubrir que la experimentaci\u00f3n cient\u00edfica no agota la interpretaci\u00f3n de la realidad, sino que el mundo y las relaciones humanas son susceptibles de ser contempladas desde otras dimensiones. Todo esto se concretar\u00e1 en ejercicios celebrativos previos que garanticen una visi\u00f3n cr\u00edtica de la realidad, y faciliten el descubrimiento de aquello que existe bajo la superficie de acontecimientos y noticias.
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\n– Hacer sensible el alma para descubrir el sentido de la celebraci\u00f3n.
\nEn un segundo momento hay que ayudar a ni\u00f1os y j\u00f3venes a percibir los valores que brotan del evangelio y proponerles hacer experiencia de los hechos que construyen el Reino de Dios aqu\u00ed y ahora, sin agobiarnos por la formulaci\u00f3n correcta de los misterios que celebramos. Con ello pondremos los cimientos para futuras adhesiones personales a la fe.
\nPara ello hay que acostumbrar a ni\u00f1os y j\u00f3venes a barajar en las celebraciones valores tales como: la bondad, la misericordia, la sencillez, el respeto, el trabajo, la ternura, la solidaridad, la cercan\u00eda personal…
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\n– Educar para una vivencia gozosa del propio cuerpo y la naturaleza.
\nPara comprender adecuadamente el sentido de una celebraci\u00f3n cristiana hay que hacer experiencias simb\u00f3licas progresivas. Primeramente desde el propio cuerpo: el gesto, la voz, los ojos y la mirada, el o\u00eddo y la narraci\u00f3n, las manos y la creaci\u00f3n pl\u00e1stica, la danza… Una adecuada educaci\u00f3n de estos elementos facilitar\u00e1 el encuentro con el Misterio a trav\u00e9s de la capacidad celebrativa.
\nLa naturaleza es fuente inagotable de elementos que, convenientemente cargados de simbolismo, se convierten en puertas abiertas hacia realidades trascendentes: El agua, el firmamento, la monta\u00f1a, el \u00e1rbol, la luz, el fuego, el silencio, la casa, el trabajo…
\nEs esencial educar la dimensi\u00f3n simb\u00f3lica para poder acceder al Misterio de un Dios que se hace asequible a trav\u00e9s de realidades tangibles y concretas: agua, luz, pan, vino, aceite… y a trav\u00e9s de una comunidad reunida en el nombre del Se\u00f1or.
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\nCelebrar no puede reducirse a repetir ancestrales rituales, algunos de los cuales son m\u00e1s antiguos que la especie \u00abHomo Sapiens<\/em>\u00bb, seg\u00fan afirma la moderna paleontolog\u00eda humana. Celebrar no es volver la vista hacia atr\u00e1s para recuperar un tiempo y unas formas que pasaron indefectiblemente. Pero la celebraci\u00f3n debe tener en cuenta las ra\u00edces antropol\u00f3gicas que se hallan en el fundamento de una de las dimensiones m\u00e1s profundas de la persona humana.
\nCada celebraci\u00f3n, planteada con inter\u00e9s pastoral, buscar\u00e1 conjugar la \u00e9tica con la est\u00e9tica; la raz\u00f3n con la corporalidad; la reflexi\u00f3n con la emoci\u00f3n; el lenguaje alfab\u00e9tico con el gesto, la m\u00fasica y el s\u00edmbolo; lo concreto con la apertura al Misterio; lo personal con lo comunitario… Siendo conscientes que nos hallamos en camino; un camino que se inici\u00f3 en los m\u00e1s remotos or\u00edgenes del ser humano y que sigue serpenteando por la historia a la b\u00fasqueda de Dios.
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\nBibliograf\u00eda<\/strong>
\nCarbonell, Eudald. Planeta humano,<\/em> Pen\u00ednsula, Barcelona 2000.
\nArsuaga, Juan Luis. La especie elegida,<\/em> Temas de Hoy, Madrid 1998.
\nEliade, Mircea. Lo sagrado y lo profano,<\/em> Labor, Barcelona 1985.
\nEliade., Mircea. Historia de las creencias y de las ideas religiosas,<\/em> Tomo I. Cristiandad, Madrid 1978.
\nBeals-Hoijer. Introducci\u00f3n a la antropolog\u00eda,<\/em> Aguilar, Madrid 1974
\nJensen, Ad. Mito y culto entre pueblos primitivos,<\/em> Fondo de cultura econ\u00f3mica, M\u00e9xico 1976.
\nG\u00f3mez Palacios, Jos\u00e9 Joaqu\u00edn. Antropolog\u00eda y animaci\u00f3n sociocultural,<\/em> Popular Valenciana, Valencia 1992.
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