{"id":930,"date":"1997-06-01T20:28:13","date_gmt":"1997-06-01T20:28:13","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/index2.php\/?p=930"},"modified":"1997-06-01T20:28:13","modified_gmt":"1997-06-01T20:28:13","slug":"ser-viajar-arriesgar-miniantropologia-para-la-actualidad","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/ser-viajar-arriesgar-miniantropologia-para-la-actualidad\/","title":{"rendered":"Ser, viajar, arriesgar \u00abMiniantropolog\u00eda\u00bb para la actualidad"},"content":{"rendered":"
Norberto Alcover<\/strong> es <\/em>periodista y profesor de Teo\u00adr\u00eda de la Comunicaci\u00f3n en la Universidad Pontificia \u00abComillas de Madrid.<\/em><\/p>\n S\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO<\/strong><\/p>\n M\u00e1s all\u00e1 de las habituales definiciones light,<\/em> la persona humana es un ser que se arriesga en el \u201cviaje interior y exterior en busca de otros semejantes a los que narrar su propia identidad\u201d. Pero nuestra sociedad dificulta sobre manera este \u00abser, viajar y arriesgarse\u00bb, con el sometimiento informativo y el empobrecimiento comunicativo. Las consecuencias de esa influencia dictatorial: <\/em>p\u00e9rdida de la intimidad, de la sociedad y de la \u00abajenidad\u00bb. Por ah\u00ed discurre la \u00abminiantropolog\u00eda de la comunicaci\u00f3n\u00bb tejida por el autor con diversos hilos de la actualidad para, finalmente, sugerir algunas pautas educativo-pastorales de cara a los j\u00f3venes.<\/p>\n Parece que hemos aceptado definir nues\u00adtra sociedad desde par\u00e1metros fundados en una mezcla de sociolog\u00eda y de psicolog\u00eda al uso, des\u00advinculando el intento de toda posible interven\u00adci\u00f3n de naturaleza metaf\u00edsica, por una parte, y de naturaleza material por otra (se evita decir materialista para evitar malos entendidos, aun\u00adque ser\u00eda lo m\u00e1s justo). De esta manera, el re\u00adsultado siempre es el mismo: una sociedad es\u00adtablecida sin referentes sustanciales y situada en una especie de nimbo que se pretende ocul\u00adtar mediante saturaci\u00f3n de elementos sociol\u00f3\u00adgicos y psicol\u00f3gicos. Estamos, para esclarecer nuestro pensamiento, a todas luces contracul\u00adtural seg\u00fan la moda imperante, ante una defi\u00adnici\u00f3n de sociedad que carece de basamento y tambi\u00e9n carece de justificaci\u00f3n, como no sea el recurso m\u00e1s inmediatista tomado de esas dos disciplinas comentadas. Resultado: cierta satisfacci\u00f3n a la hora de determinar cuanto nos sucede porque, irremediablemente, nos sucede por determinadas razones plenamente estudia\u00addas y justificadas. Y ah\u00ed estamos, dando en\u00e9si\u00admas vueltas de tuerca a la maquinaria inventada como \u00abpara siempre\u00bb, como si no fuera posible ir m\u00e1s all\u00e1 en la investigaci\u00f3n.<\/p>\n Est\u00e1 claro que la consecuencia m\u00e1s radical de todo esto es que al mismo tiempo vamos desarrollando una correlativa definici\u00f3n de per\u00adsona, es decir, de este ser humano que se de\u00adbate cotidianamente en el seno de ese magma social ya definitivo. Una persona sociol\u00f3gica y psicol\u00f3gicamente fijada en la vida y en la his\u00adtoria, carente, como su sociedad, de referentes metaf\u00edsicos y materiales. En otras palabras, la negaci\u00f3n de Tom\u00e1s de <\/em>Aquino <\/em>hasta llegar a Habermas y <\/em>pasando por Hegel, Freud, Marx y Rhaner. <\/em>Toda esta gente que podr\u00edamos llamar \u00abmaestros de la sospecha\u00bb porque obligan a trabajar desde una permanente apor\u00eda sobre la propia investigaci\u00f3n, toda vez que el objeto de su trabajo, la persona\/ser humano, se escapa a toda intentona de fijaci\u00f3n determinista.<\/p>\n Por jugar con dos conceptos que manejare\u00admos con frecuencia despu\u00e9s, estamos esta\u00adbleciendo con los conceptos de sociedad y persona una relaci\u00f3n informativa\/plana y nun\u00adca otra comunicativa\/honda, a manera de las reglas m\u00e1s pronunciadas por la postmoderni\u00addad. Caemos en la trampa de cuanto decimos querer evitar. Pero tan contentos con nuestros an\u00e1lisis audiovisuales de turno, salt\u00e1ndonos a la torera cuanto los precede como condici\u00f3n de posibilidad de esos mismos an\u00e1lisis.<\/p>\n He aqu\u00ed, pues, la interrogaci\u00f3n inicial que pre\u00adtende darte sentido \u00faltimo al conjunto de cuan\u00adto se va a estudiar en este grupo de aproxima\u00adciones: \u00bfno ser\u00e1 <\/em>necesario romper con sistem\u00e1\u00ad<\/em>ticas trilladas <\/em>para acceder a una <\/em>definici\u00f3n <\/em>de <\/em>sociedad y <\/em>de persona mucho m\u00e1s <\/em>fundada <\/em>y, desde <\/em>ella, <\/em>por parad\u00f3jico <\/em>que pueda <\/em>resultar, <\/em>resolver en profundidad la cuesti\u00f3n pendiente <\/em>de su <\/em>car\u00e1cter audiovisual, t\u00edpico del <\/em>momento <\/em>que vivimos en lo sociol\u00f3gico y en lo psicol\u00f3gi\u00ad<\/em>co? <\/em>Vamos a intentar proponer tales definicio\u00adnes, sin perder jam\u00e1s de vista que deber\u00e1n con\u00adducimos a la tripleta emblem\u00e1tica de nuestra \u00e9poca: comunicaci\u00f3n, infamaci\u00f3n y relaci\u00f3n, co\u00admo fundamentos del misterio de la amistad y de la transmisi\u00f3n de ese otro misterio que es la \u00abBuena Noticia\u00bb[1]<\/a>.\u00a0<\/strong><\/p>\n Desde Memorias de \u00c1frica,<\/em> con la excep\u00adci\u00f3n de Los puentes de Madison, <\/em>es muy dif\u00edcil encontrar una pel\u00edcula que haya revuelto nues\u00adtras entra\u00f1as con el poder audiovisual del film de \u00c1nthony Minghella, <\/em>donde sobresale la fas\u00adcinante presencia de Juliette Binoche, <\/em>el rostro m\u00e1s inquietante del cine actual. Tomemos, pues, este \u00abpaciente ingl\u00e9s\u00bb como materia de trabajo a la hora de definir lo permanente de la persona y su correspondiente textura social, sin perder de vista que lo hacemos sobre un producto preci\u00adsamente audiovisual, es decir, basado en datos informativos y comunicativos de relevancia por tratarse de algo de calidad irrebatible (aunque no se trate de un film perfecto).<\/p>\n La m\u00e9dula de este cautivador film reside en la historia de amistad, que en parte deviene en historia de problem\u00e1tico amor, entre una enfer\u00admera (Juliette Binoche) y <\/em>un personaje herido de muerte (Ralph Fennes), <\/em>a la sombra de un per\u00addido monasterio en la Italia colorista durante el final de la II Guerra Mundial. Toda una antropo\u00adlog\u00eda, por m\u00ednima que sea, se esconde en esta historia de relaci\u00f3n exquisitamente humana por\u00adque nos permite constatar que ser hombre\/mu\u00adjer es \u00abser\u00bb<\/em>, es \u00abviajar\u00bb<\/em> y, para colmo, es \u00abarries\u00adgar\u00bb.<\/em> Y desde ah\u00ed, sin olvidar jam\u00e1s que esta\u00admos ante un producto audiovisual, ser\u00e1 posible determinar un tipo de sociedad donde la infor\u00admaci\u00f3n, la relaci\u00f3n y la comunicaci\u00f3n alcanzan carta de ciudadan\u00eda hasta llegar a los verdean\u00adtes y siempre peligrosos campos de lnternet.<\/em><\/p>\n Toda persona comienza, como nuestros pro\u00adtagonistas, por ser algo. Un algo que, antropol\u00f3\u00adgicamente, se convierte en ser alguien.<\/em> En la ra\u00edz de toda realidad existe, pues, una ontologicidad<\/em> m\u00e1s o menos consistente pero innegable porque sin ella la persona desaparecer\u00eda en cuanto tal. Es nuestro fundamento radical, que nos constituye en cuanto seres humanos y que es imposible olvidar al analizar individuos y sociedades. Pero decir esto significa que referimos, a la vez, la his\u00adtoria personal de ese alguien, lo que nosotros lla\u00admamos su viaje interior y exterior<\/em> en busca deotros semejantes a los que narrar su propia iden\u00adtidad.<\/em> Ning\u00fan ser humano se basta consigo mis\u00admo, puesto que tiende a la nada.<\/p>\n Entonces, la esencia se hace existencia<\/em> en una extrapolaci\u00f3n viajera a trav\u00e9s del tiempo y del espacio hist\u00f3ricos. Quien no viaja muere. Muere de soledad solitaria Muere de esa feroz entrop\u00eda que aniquila. Y si esto es as\u00ed, resulta que solamente una necesaria capacidad de riesgo ser\u00e1 capaz de movilizar la feroz tendencia a con\u00adservar lo adquirido en anteriores viajes y practi\u00adcar renovados intentos de salir de nosotros mis\u00admos en viajes interrogantes, sorpresivos, miste\u00adriosos. Quien no arriesga nunca viajar\u00e1. Ser\u00e1 v\u00edc\u00adtima de su propio miedo, de su propia autocon\u00adservaci\u00f3n, de su propia y falsa seguridad[2]<\/a>.<\/p>\n Tanto la enfermera como su paciente son lo que son. Y porque lo son pueden entrecruzarse sus propias historias, que por contener ser fe\u00adcundo en riqueza nos subyugan. Y cuando sus respectivos seres\/historias se encuentran en los repetidos di\u00e1logos, siempre ag\u00f3nicos y ca\u00adri\u00f1osos, aparece el viaje particular de cada uno, camino del pasado (\u00e9l) y camino del futu\u00adro (ella). Precisamente porque viajan desde su propio ser, precisamente por esta concret\u00edsima raz\u00f3n, puede desarrollarse el producto audio\u00advisual: \u00e9ste es el misterio del gui\u00f3n\/realizaci\u00f3n en todo film. Naturalmente, los dos arriesgan, aunque sea in extremis: ella arriesga el sentido profesional y personal en el amor que deposi\u00adta en \u00e9l y \u00e9l arriesga nada menos que el miste\u00adrio <\/em>de su pasado en la confianza que deposita en ella. Cuando \u00e9l muera, el film estar\u00e1 cerra\u00addo. La historia fundamental habr\u00e1 concluido.<\/p>\n Ser, viajar, arriesgar<\/em> constituyen los funda\u00admentos metaf\u00edsicos de toda relaci\u00f3n que, ba\u00ads\u00e1ndose en una determinada informaci\u00f3n, de\u00adviene excelente comunicaci\u00f3n, pero sin perder de vista la materialidad del asunto. Y es que to\u00addo lo anterior acontece en un determinado ba\u00adsamento espacio\/temporal que permite que \u00abla historia arriesgada de esos dos seres viaje\u00bb en diferentes escenarios y en diferentes momen\u00adtos hist\u00f3ricos. Somos, viajamos y nos arriesga\u00admos en alg\u00fan <\/em>sitio y en <\/em>alg\u00fan momento mate\u00adriales,<\/em> que confieren consistencia visible y audi\u00adble a lo m\u00e1s hondo e invisible. Nada interior ca\u00adrece de su correspondiente exteriorizaci\u00f3n, pe\u00adro tambi\u00e9n al rev\u00e9s. Por ah\u00ed discurre la conjunci\u00f3n entre metaf\u00edsica y materialidad que constituye la esencia espacio\/temporal donde se realiza la esencia existencial humana Eso que llamamos, sin m\u00e1s, vida.<\/p>\n Las sociedades, de la misma manera, com\u00adpuestas como est\u00e1n por personas\/seres huma\u00adnos que se desarrollan en su propia materiali\u00addad, tambi\u00e9n son lo que son ontol\u00f3gicamente y contienen sus propios viajes hist\u00f3ricos y permi\u00adten observar apabullantes riesgos de su propia corporeidad social, especialmente en esos mo\u00admentos seculares que llamamos revoluciones. Toda sociedad <\/em>es y viaja y se arriesga en el espa\u00adcio y en el tiempo,<\/em> tanto corno matriz de cuanto le sucede a sus personas como consecuencia de que \u00e9stas sean y viajen y se arriesguen en su po\u00adsici\u00f3n hist\u00f3rica Persona y sociedad constituyen un delicioso caso de vasos comunicantes en su metaf\u00edsica y en su materialidad. El resultado de esta conjunci\u00f3n se denomina \u00abcultura de un mo\u00admento hist\u00f3rico\u00bb que suele devenir en \u00abciviliza\u00adci\u00f3n del mismo momento hist\u00f3rico\u00bb. Nada esca\u00adpa a nada. Y siempre hay desarrollo.<\/p>\n El paciente ingl\u00e9s esconde el siempre miste\u00adrioso devenir de personas y sociedades. Es ella sec\u00e1ndole el sudor a \u00e9l y es \u00e9l cont\u00e1ndole su pa\u00adsado a ella. Es un momento determinado de una sociedad determinada, que se concentra, porque existe la varita m\u00e1gica del arte, en dos miradas entrecruzadas en ese destruido pero acogedor monasterio italiano, hincado en el ver\u00addeante campo meridional que siempre recoge memorias mediterr\u00e1neas. El sol poniente. La belleza inmarcesible de todo detalle.\u00a0<\/strong><\/p>\n La pel\u00edcula tomada como referente hemos dicho que es un producto audiovisual, como son audiovisuales, con sus correspondientes matices, todos los medios de comunicaci\u00f3n social que dominan la actualidad. Surge, pues, una pregunta de sentido com\u00fan: \u00bfqu\u00e9 relaci\u00f3n <\/em>se establece entre cuanto hemos escrito ante\u00adriormente con este universo prepotente en <\/em>don\u00ad<\/em>de la imagen <\/em>hecha <\/em>extra\u00f1o <\/em>sonido <\/em>configura, seg\u00fan estamos todos de acuerdo, la <\/em>sociedad <\/em>y las personas?<\/em> Porque, en definitiva, lo que se nos solicita en este trabajo es teorizar con fun\u00addamento sobre \u00bb la sociedad de la informaci\u00f3n\u00bb donde deber\u00e1 darse o no darse el fen\u00f3meno de la amistad y la proclamaci\u00f3n de la Buena Noticia.’ Demos, <\/em>pues, el salto3<\/a>.<\/p>\n 1.- La cuesti\u00f3n de fondo no reside en co\u00admenzar pregunt\u00e1ndose por lo audiovi\u00adsual en cuanto tal sino en c\u00f3mo incide lo audiovisual en <\/em>el <\/em>ser, <\/em>viajar <\/em>y arriesgar materializados de sociedades y personas.<\/em> Es de\u00adcir, hay que realizar un planteamiento de la cuesti\u00f3n mucho m\u00e1s anterior, m\u00e1s amplio y m\u00e1s profundo, so pena de permanecer en aquellos an\u00e1lisis recortadamente sociol\u00f3gicos y psicol\u00f3gicos. Hay que ir hasta la ra\u00edz de la ac\u00adtualidad. Tomar la herencia de McLuhan, <\/em>en au\u00adtores como Chomsky, <\/em>como Eco<\/em>, como Gubern, como Moragas y un largo etc\u00e9tera, y someterla al filtro de los grandes interrogantes metaf\u00edsicos y materiales. Es imprescindible.<\/p>\n 2.- Entonces, descubrimos que tiene una l\u00f3gica absoluta hablar de una persona y de una sociedad preferentemente sometidas a la dimensi\u00f3n informativa y empo\u00adbrecidas en su dimensi\u00f3n comunicativa, cre\u00e1n\u00addose un tipo de relaci\u00f3n superficial en primera instancia (m\u00e1s all\u00e1 de la periferia relacional siem\u00adpre es peligroso establecer teor\u00edas definitivas). Cuando los sucesivos datos informativos, a tra\u00adv\u00e9s de todo el universo medi\u00e1tico, se desplo\u00adman sobre la persona sin discernimiento algu\u00adno o casi alguno, entonces se hace muy com\u00adplejo que dicha persona los transforme en mate\u00adrial de comunicaci\u00f3n: \u00bfc\u00f3mo <\/em>lanzar <\/em>un mensaje <\/em>que pueda <\/em>provocar reacciones de ida y de vuel\u00ad<\/em>ta (ah\u00ed <\/em>reside <\/em>la <\/em>comunicaci\u00f3n) <\/em>si previamente <\/em>los datos <\/em>de tal <\/em>mensaje <\/em>han <\/em>reca\u00eddo en una persona que <\/em>ni <\/em>es, ni viaja, <\/em>ni <\/em>arriesga en la <\/em>ma\u00ad<\/em>terialidad espacio\/temporal de su vivir cotidia\u00adno? <\/em>Responderse a este interrogante es deci\u00adsorio para comprender cuanto sigue.<\/p>\n 3.- Est\u00e1 claro que si la persona procede as\u00ed, y el ciudadano medio as\u00ed procede, su correspondiente sociedad vaya dis\u00adminuyendo su ser, su viajar y su <\/em>arriesgar sobre su correspondiente materialidad hist\u00f3rica, para asentarse en una aquiescencia cuasi total <\/em>a cuanto los poderes de las diferentes c\u00fapulas determinan. La consecuencia es de. un peligro\u00adso subido y nunca puede ser olvidada en este contexto: las actuales sociedades, sometidas al imperio de una dominante relaci\u00f3n informativa (y no comunicativa) desde el universo medi\u00e1ti\u00adco, acaban siendo sociedades dictatoriales en todas sus esferas aunque permanezcan sobre el papel referencias a la democracia, al pueblo, a la ciudadan\u00eda, es decir, a todo aquello que constru\u00adye la sociedad desde la base y, de esta forma, la libera de opresiones econ\u00f3micas, pol\u00edticas, ide\u00adol\u00f3gicas y hasta religiosas.<\/p>\n Dogmatismos, totalitarismos y fundamentalis\u00admos guardan una relaci\u00f3n perfecta con socie\u00addades informadas y no comunicadas, porque la informaci\u00f3n neutral homogeneiza mientas que la comunicaci\u00f3n personalizada <\/em>produce <\/em>lo <\/em>hete\u00ad<\/em>rog\u00e9neo y plural, condiciones para un recto ejer\u00adcicio de la libertad cr\u00edtica. <\/em>Este problema est\u00e1 a la base de cualquier hecho amistoso y de toda la proclamaci\u00f3n del Evangelio, porque condiciona el \u00e1mbito societario y personal en que todo se desarrollar\u00e1. El gran debate del futuro se detiene aqu\u00ed.<\/p>\n 4.- Alcanzamos una conclusi\u00f3n bastante evidente: el incremento del universo medi\u00e1tico\/audiovisual puramente in formativo (por la pobreza del ser, del viajar y del arriesgar de la persona moderna) invalida la re\u00adlaci\u00f3n comunicativa, y de esta manera la pes\u00adcadilla se muerde la cola:aumentar\u00e1 el empo\u00adbrecimiento del ser, del viajar y del arriesgar, convirti\u00e9ndose los MCS en instrumentos de aniquilaci\u00f3n social y personal si se aceptan in\u00addiscriminadamente y sin su correspondiente lectura.<\/em> Entonces, la persona ver\u00e1 incrementar\u00adse su \u00e1mbito de noticias pero ser\u00e1 necesario in\u00advestigar si le corresponde un incremento del \u00e1mbito del conocimiento <\/em>en el sentido com\u00adprensivo de tales noticias. De otra manera, la persona mediatizada ser\u00e1 un \u00abtren repleto de datos\u00bb (pura informaci\u00f3n) que jam\u00e1s alcanzar\u00e1 la deseada estaci\u00f3n de una comunicaci\u00f3n en que los datos devienen instrumentos de rela\u00adci\u00f3n interpersonal.<\/p>\n Las consecuencias las analizaremos inmedia\u00adtamente, pero siempre ser\u00e1n muy delicadas. Porque no debe olvidarse esta afirmaci\u00f3n tan sencilla como peligrosa: los datos\/noticias son puestos en circulaci\u00f3n, de forma dominante, por los grandes pomares de todo tipo, y el usua\u00adrio delInternet,<\/em> por ejemplo, siempre acabar\u00e1 por encontrarse con ellos de forma preferente, a no ser que vaya en busca diferenciada de de\u00adterminados datos\/noticias, pero estos supon\u00addr\u00eda ya una actitud comunicativa dif\u00edcil de alcan\u00adzar. Par aqu\u00ed, de nuevo, surge la serpiente del pe\u00adligro democr\u00e1tico al que antes nos refer\u00edamos.<\/p>\n Metaf\u00edsica y materialidad constituyen, as\u00ed, el n\u00facleo duro de toda investigaci\u00f3n empirista de naturaleza sociol\u00f3gica y psicol\u00f3gica, que no negamos pero si ponemos en un lugar ni prio\u00adritario ni decisorio. Analizar nuestra sociedad mediatizada y qu\u00e9 tipo de persona determina conduce irremediablemente a preguntarse por el ser, por el viajar, por el arriesgar en la mate\u00adrialidad ambiental\/hist\u00f3rica, todo lo cual he\u00admos visto que produce reflexiones y constata\u00adciones de amplio espectro, desde la posible de\u00adfenestraci\u00f3n democr\u00e1tica hasta el vaciamiento informativo de un ser humano normal\/medio. La traducci\u00f3n audiovisual intentatada no sola\u00admente es f\u00e1cil sino tambi\u00e9n provocadora, m\u00e1s all\u00e1 de recortados detalles una y otra vez re\u00adpetidos en tantos <\/em>manuales afamados. Hay que ir m\u00e1s all\u00e1, para situarse donde las cosas alcanzan su radical ultimidad.<\/p>\n Como hemos anunciado, se hace preciso detectar una serie de consecuencias que, na\u00adcidas en el seno de la sociedad estudiada, acaban por determinar la situaci\u00f3n de muchas personas del momento, sin que ello signifique que todas ellas se encuentran en id\u00e9ntica si\u00adtuaci\u00f3n y aunque se haga muy complejo es\u00adcapar a estas denotaciones singulares.\u00a0<\/strong><\/p>\n – La p\u00e9rdida de la intimidad<\/strong><\/p>\n El aluvi\u00f3n de datos informativos invade la inti\u00admidad de la persona y la hace incapaz de re-fle\u00adxionar sobre ella misma, saturada como est\u00e1 de miniseres <\/em>dominantes. La persona se extrovier\u00adte entonces porque no se encuentra con ella misma jam\u00e1s, incapacit\u00e1ndose para el contacto comunicativo con otras personas. Hablar de p\u00e9r\u00ad<\/em>dida <\/em>de la <\/em>intimidad es corno hablar de la p\u00e9rdi\u00adda del propio ser, <\/em>lo que provocar\u00e1 incapacidad para viajar y, por supuesto, un p\u00e1nico cerval a to\u00addo posible riesgo porque carece de asentamien\u00adto en s\u00ed misma. Curiosamente, toda esta situa\u00adci\u00f3n produce personas pseudoseguras en la medida que reproducen como retah\u00edla datos y datos en estado bruto y en ellos basan su pre\u00adtendida seguridad. No solamente perdieron su intimidad sino que, adem\u00e1s, se convirtieron en ignorantes de la realidad verdadera.\u00a0<\/strong><\/p>\n – La p\u00e9rdida de la soledad<\/strong><\/p>\n Parece mentira pero la persona contempo\u00adr\u00e1nea se ha tornado un ser humano dominado por la solitariedad pero incapaz de soportar todo tipo de soledad. llamando solitariedad a la soledad inducida desde afuera, mientras la soledad es la opci\u00f3n de la propia libertad. Po\u00adcas personas, hoy d\u00eda, desean tener la expe\u00adriencia sublime de toda intimidad, cuando te recuperas de tus zonas m\u00e1s hondas y viajas por ti mismo y arriesgas en tu propia ultimidad, determinando as\u00ed tu propio \u00e1mbito material his\u00adt\u00f3rico. El aluvi\u00f3n <\/em>informativo <\/em>conduce a este aluvi\u00f3n <\/em>de personas <\/em>solitarias, capaces, enton\u00adces, de venderse a cualquier oferta,<\/em> por sospe\u00adchosa que resulte, de cercan\u00eda y de amistad po\u00adsibles. El solitario se vende con facilidad mien\u00adtras quien desea experienciar la soledad sola\u00admente se vende a s\u00ed mismo en un acto de so\u00adberana libertad. Y entonces, se comunica con\u00adsigo mismo,placer de dioses y fundamento de toda extroversi\u00f3n.<\/p>\n – <\/strong>La p\u00e9rdida de la \u00abajenidad\u00bb<\/strong><\/p>\n \u00bfC\u00f3mo tener en cuenta al otro como persona <\/em>susceptible de comunicaci\u00f3n si el <\/em>otro aparece como otro dato m\u00e1s de naturaleza puramente <\/em>informativa? Es <\/em>ingrato constatar esta feroz rea\u00adlidad, y sin embargo abunda tanto que produce pavor, pensando sobre todo en los m\u00e1s j\u00f3venes. Porque el joven, por naturaleza, necesita este viaje hasta la ~\u00a1dad <\/em>como instrumento de de\u00adsarrollo personal en un momento de la vida en que no puede construirse en solitario de forma al\u00adguna El otro se objetiza, en la l\u00ednea de los exis\u00adtencialistas franceses de los cincuenta, convir\u00adti\u00e9ndose en \u00abobjeto informativo\u00bb al que se cono\u00adce pero al que se distancia Y es que produce miedo, no sea que invada mi intimidad.<\/p>\n Una sociedad formada, en general, por per\u00adsonas humanas carentes de intimidad, de so\u00adledad y de ajenidad <\/em>aparece ante nosotros co\u00admo una sociedad de aut\u00f3matas, susceptibles de ser manipulados desde cualquier \u00e1mbito y de poner en serio peligro las realidades comu\u00adnitarias. Habr\u00e1 que recordar c\u00f3mo todo esto lo intuy\u00f3 perfectamente Herbert <\/em>Marcuse en los sesenta al escribir El <\/em>hombre <\/em>unidimensional,<\/em> y c\u00f3mo lo ha verificado Woody <\/em>Allen en su ex\u00adcelente Otra mujer,<\/em> con una aplicaci\u00f3n prefe\u00adrente al universo femenino.<\/p>\n Llegados aqu\u00ed, uno se pregunta de d\u00f3nde surgen entonces, tantas sonrisas y tanta carca\u00adjada como nos invaden. La respuesta es senci\u00adlla: de la propia nada, como expresi\u00f3n idiotiza\u00adda de una intimidad vaciada, de una soledad evitada y de una ajenidad alienada. Es la cultu\u00adra del simulacro en estado puro, correspon\u00addiente a una civilizaci\u00f3n tecnol\u00f3gica punta que determina la invasi\u00f3n de instrumentos medi\u00e1ti\u00adcos en cadena. Entonces, los denominados \u00abes\u00adcenarios de encuentro\u00bb devienen \u00abescenarios de silencio\u00bb, silencio de naturaleza insuperable porque, sencillamente, se carece de algo que responder. Y no hay otra soluci\u00f3n: ser uno mis\u00admo, viajar hasta la extenuaci\u00f3n y arriesgar con\u00adtra todo p\u00e1nico, sabi\u00e9ndose instalados en un espacio y tiempo concretos. Es decir, vivir vi\u00advi\u00e9ndose.\u00a0<\/strong><\/p>\n En el marco que nos ocupa, es de sentido com\u00fan que intentemos ofrece–<\/sup> algunas refe\u00adrencias de cara a la actividad pastoral\/evange\u00adlizadora, teniendo presente, sobre todo, a los j\u00f3venes. Un grupo social que, al consumir con especial intensidad productos medi\u00e1ticos de todo tipo, resulta afectado en profundidad por cuanto llevamos dicho, tanto m\u00e1s cuanto en muchas ocasiones resulta imposible para el to\u00addav\u00eda joven reaccionar frente a tan compleja si\u00adtuaci\u00f3n. De ah\u00ed la trascendencia que tienen el educador y el pastoralista, en nuestro caso, para llevar adelante cuanto se diga a continua\u00adci\u00f3n.<\/p>\n 1.- Desde el horizonte planteado, queda claro que se hace necesario trabajar para que los j\u00f3venes obtengan una identidad personal consistente <\/em>como paso pre\u00advio a la confrontaci\u00f3n de sus vidas con el Evan\u00adgelio. Queremos decir que debe intentarse que sean conscientes de su propio ser, de su pro\u00adpio viajar y de su propio arriesgar dentro de los par\u00e1metros espacio temporales que constitu\u00adyen su sociedad. Sugerimos que este trabajo se realice, entre otros modos, utilizando elementos medi\u00e1ticos, y muy especialmente pel\u00edculas pero tambi\u00e9n canciones de moda, de forma que, a la vez que se identifican, vayan descubriendo to\u00addo el potencial human\u00edstico encerrado en los medios de comunicaci\u00f3n e informaci\u00f3n social. Por ah\u00ed se distingue una tarea sumamente ase\u00adquible y adem\u00e1s de resultado potencialmente valioso. El v\u00eddeo sale al encuentro de tal nece\u00adsidad.<\/p>\n 2.- Convendr\u00e1 demostrar a los j\u00f3venes las diferentes apreciaciones comentadas en tomo a la informaci\u00f3n y a la comunicaci\u00f3n<\/em> como diferentes sistemas de relaci\u00f3n in\u00adterpersonal y societaria, sin perder de vista cuan\u00adto se ha escrito relativo a la dimensi\u00f3n democr\u00e1\u00adtica del fen\u00f3meno, puesto que pocas veces rela\u00adcionamos la acci\u00f3n evangelizadora con la cons\u00adtrucci\u00f3n de una sociedad verdaderamente de\u00admocr\u00e1tica. Hay que ense\u00f1arles, siempre desde productos medi\u00e1ticos, que en este caso podr\u00e1 ser la prensa o el telediario, la relaci\u00f3n entre in\u00adformaci\u00f3n, comunicaci\u00f3n, democracia y los ele\u00admentos comentados en el anterior apartado, co\u00admo formando un bloque \u00fanico que decide tanto su personalidad corno la de la sociedad.<\/p>\n 3.- En tercer lugar, habr\u00e1 que insistir, con todos los medios de comunicaci\u00f3n e informaci\u00f3n sin excepci\u00f3n, en que descubran la realidad socio\/hist\u00f3rica que cons\u00adtituye su \u00e1mbito espacio\/temporal inevitable <\/em>en el que se insertan como personas y como ciu\u00addadanos. Establecer esta relaci\u00f3n entre indivi\u00adduo y contexto es fundamental para un acceso objetivo y no alienado y alienante al hecho cris\u00adtiano. Insistiendo en que pueden quedarse en consideraciones meramente informativas\/pla\u00adnas del fen\u00f3meno sin alcanzar otras comunica\u00adtivas\/hondas del mismo. O se domina la es\u00adtructura social o se es dominado por ella. No hay t\u00e9rmino medio en realidad.<\/p>\n 4.- Mucho m\u00e1s concreto es el trabajo de mostrarles c\u00f3mo una mediatizaci\u00f3n imperfecta produce la terna comenta da en lo relativo a la intimidad, a la soledad y a <\/em>la ajenidad,<\/em> precisamente utilizando productos medi\u00e1ticos. Porque recogiendo lo dicho antes, es capital que contemplen todo ello en el en\u00adtramado audiovisual de naturaleza ling\u00fc\u00edstica. El joven comprende con llamativa rapidez cuanto se juega en la vida precisamente cuando lo con\u00adtempla hecho imagen audiovisual a la que tan habituado est\u00e1.<\/p>\n 5.- Por fin, pero con suma precauci\u00f3n, habr\u00e1 que ayudarles a descubrir c\u00f3mo el Evangelio contiene los elementos necesarios para desarrollar esos fundamentos metaf\u00edsicos y <\/em>materiales <\/em>de <\/em>que <\/em>hemos hablado con tanta intensidad,<\/em> as\u00ed como puede suplir las carencias que conlleva la comentada informa\u00adci\u00f3n\/plana que normalmente es <\/em>su campo de acci\u00f3n espont\u00e1neo. Esto significa aproximar el hecho evang\u00e9lico a las mismas fuentes antro\u00adpol\u00f3gicas de estos j\u00f3venes, consiguiendo asu\u00admir lo humano desde lo divino y lo divino des\u00adde lo humano que siempre acaba siendo el gran reto evangelizador. Importa mucho en es\u00adta tarea, compleja y sutil, insistir en la riqueza personal y social de la misma persona de Je\u00adsucristo, como definitoria en s\u00ed misma de los \u00e1mbitos esenciales y existenciales del ser hu\u00admano y de su sociedad.<\/p>\n Como se observa se trata de cinco aplica\u00adciones pr\u00e1cticas encadenadas en funci\u00f3n de cuanto llevamos escrito y con la intenci\u00f3n de que el educador\/pastoralista consiga llevar a cabo una obra de \u00abafincamiento personal\u00bb del cristiano en desarrollo como algo consent\u00e1neo con la obra de \u00abadhesi\u00f3n personal\u00bb relativa al Evangelio, unificando la dimensi\u00f3n medi\u00e1tica y la dimensi\u00f3n evangelizadora. Porque la clave en esta cuesti\u00f3n es la no separaci\u00f3n entre el pro\u00adducto medi\u00e1tico y el hecho cristiano para evitar posibles instrumentalizaciones y manipulacio\u00adnes de ambas cosas. Una tarea <\/em>que exige en quien <\/em>la realiza como acompa\u00f1ante el dominio de la \u00ablectura cr\u00edtica\u00bb de todo producto medi\u00e1\u00adtico,<\/em> con especial referencia al universo audio\u00advisual en que todo acaba por jugarse. Saber le\u00ader la vida hecha imagen verbalizada es capital para poder leer desde ella la vida cristiana co\u00admo algo inserto en la realidad cotidiana y, sin embargo, transcendi\u00e9ndola.\u00a0<\/strong><\/p>\n *******<\/p>\n \u00bfHemos relegado la sociolog\u00eda y la psi\u00adcolog\u00eda tan de moda hoy? En absoluto. Pero ambas disciplinas solamente podr\u00e1n proyec\u00adtarse sobre el fen\u00f3meno medi\u00e1tico cuando ten\u00adgamos clarificado su previo universo metaf\u00edsico y material espacio\/temporal. Hay que plantear\u00adse, en otras palabras, el hecho informativo y co\u00admunicativo de la relaci\u00f3n humana como algo afectado en su ra\u00edz por el ser del hombre consi\u00adderado como estructura compleja, relativa a su sociedad. Hay que darse cuenta de que en to\u00addo escenario medi\u00e1tico se encuentran, en el ca\u00adso interpersonal, protagonistas personales y su contexto societario.<\/p>\n No se trata, pues, de un mero problema de informaci\u00f3n y de comunicaci\u00f3n sino que tal problema queda impactado por una lectura mu\u00adcho m\u00e1s \u00faltima de lo que somos, de lo que via\u00adjamos y de lo que arriesgamos. Es decir, desde dentro del universo audiovisual\/medi\u00e1fco, acce\u00addemos a <\/em>una <\/em>\u00abminiantropolog\u00eda para la actuali\u00ad<\/em>dad\u00bb <\/em>que en general ni se contempla ni se so\u00admete a radical estudio. Esta es la grandeza de una informaci\u00f3n en camino de convertirse en comunicaci\u00f3n, es decir, en instante privilegiado de relaci\u00f3n interpersonal de cuantos vivimos en la misma sociedad.<\/p>\n En un momento dado de El paciente ingl\u00e9s,<\/em> un oficial indio ayuda a que la enfermera des\u00adcubra los frescos de un derrumbado monaste\u00adrio italiano. Es momento deslumbrante, como si el espectador descubriera tambi\u00e9n tanta belle\u00adza como se oculta en la realidad velada.<\/p>\n Algo as\u00ed puede producirse en cuanto lleva\u00admos escrito: que pase\u00e1ndonos, junto a los j\u00f3\u00advenes, por misteriosos vericuetos medi\u00e1ticos, en cualquier momento seremos capaces de hacerles descubrir la belleza de lo informativo\/comunicativo en su calidad estrictamente personal y societaria. Ser\u00e1 un gran momento. Y ser\u00e1 un gran momento tambi\u00e9n para nosotros, unos adultos afectados de tantas enfermeda\u00addes medi\u00e1tico\/hist\u00f3ricas que ya casi las hemos olvidado…<\/p>\n <\/p>\n [1]<\/a> Ayudar\u00e1 para este planteamiento el libro de A. GIO\u00adDENS, Modernidad <\/em>e <\/em>identidad <\/em>del yo,<\/em> Ed. Pen\u00ednsula, Barcelona 1995.<\/p>\n\n
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Norberto Alcover<\/h2>\n