{"id":9305,"date":"2003-07-01T00:00:21","date_gmt":"2003-06-30T22:00:21","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=9305"},"modified":"2003-07-01T00:00:21","modified_gmt":"2003-06-30T22:00:21","slug":"el-capitulo-general-23-de-los-salesianos-como-propuesta-de-un-modelo-de-pastoral-juvenil","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/el-capitulo-general-23-de-los-salesianos-como-propuesta-de-un-modelo-de-pastoral-juvenil\/","title":{"rendered":"EL CAP\u00cdTULO GENERAL 23 DE LOS SALESIANOS COMO PROPUESTA DE UN MODELO DE PASTORAL JUVENIL"},"content":{"rendered":"
Ricardo Tonelli<\/strong> <\/p>\n <\/p>\n Ricardo Tonelli Ricardo Tonelli, salesiano profesor de la Universidad Salesiana de Roma (UPS), es experto en Pastoral Juvenil S\u00edntesis El autor resume las aportaciones del Cap\u00edtulo General XXIII de la Congregaci\u00f3n Salesiana, celebrado en 1990. Pese al tiempo transcurrido, dicho cap\u00edtulo dio pistas que siguen siendo muy interesantes a la hora de buscar […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[807,94,277],"tags":[],"class_list":["post-9305","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-estudios-318_319","category-mision-joven-2","category-riccardo-tonelli"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/9305","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=9305"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/9305\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=9305"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=9305"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=9305"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
\n
\nRicardo Tonelli<\/strong>, salesiano profesor de la Universidad Salesiana de Roma (UPS), es experto en Pastoral Juvenil
\n
\nS\u00edntesis<\/strong>
\nEl autor resume las aportaciones del Cap\u00edtulo General XXIII de la Congregaci\u00f3n Salesiana, celebrado en 1990. Pese al tiempo transcurrido, dicho cap\u00edtulo dio pistas que siguen siendo muy interesantes a la hora de buscar caminos futuros para la pastoral juvenil sobre todo estas tres: el amor como acogida incondicional de los j\u00f3venes, valorar los procesos e itinerarios de educaci\u00f3n en la y presentar un modelo original de espiritualidad para la vida cotidiana.
\n
\nLa reflexi\u00f3n sobre la aportaci\u00f3n original de los documentos conclusivos del Cap\u00edtulo General de la Congregaci\u00f3n Salesiana (CG23, 1990) a la pastoral juvenil puede realizarse desde muchos y diferentes puntos de vista. El punto de vista hist\u00f3rico analiza su desarrollo y el pol\u00edtico su incidencia. Es posible una lectura de los documentos para conocer su pensamiento en s\u00edntesis o para comprobar su g\u00e9nesis o sus fuentes.
\n
\nSi se me ha confiado este estudio, imagino que no interesan ninguna de esas perspectivas… sino que hay en mente otra cosa. \u00bfCu\u00e1l? Lo digo enseguida, justificando el car\u00e1cter particular de las notas que seguir\u00e1n.
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\nMe intereso por la pastoral juvenil o, en otras palabras, por la actividad que la comunidad eclesial realiza para poner en acto la gran experiencia de salvaci\u00f3n, de vida y de esperanza, comunicada por Dios en Jes\u00fas. Sobre estas diferentes actividades es necesario reflexionar, para captar orientaciones, esperanzas, perspectivas, motivaciones. La pastoral juvenil es praxis y tambi\u00e9n, como es mi caso, reflexi\u00f3n sobre la praxis.
\n
\nEstudiar el CG23 desde este punto de vista significa, para m\u00ed, comprobar si desde esta gran experiencia carism\u00e1tica, concentrada totalmente en torno a una propuesta de educaci\u00f3n de los j\u00f3venes en la fe para nuestro tiempo, resultan indicaciones interesantes para los que est\u00e1n junto a los j\u00f3venes con una motivaci\u00f3n eclesial.
\n <\/p>\n\n
\nHoy son much\u00edsimos los que se preocupan por los j\u00f3venes, de modo serio y habitual. As\u00ed pues, en la Iglesia la praxis y reflexi\u00f3n sobre pastoral juvenil es amplia y est\u00e1 consolidada.
\n
\nSin embargo, basta mirar alrededor con una pizca de sentido cr\u00edtico y se descubre f\u00e1cilmente que el consenso entre los que creen en la pastoral juvenil y se comprometen en realizar acciones serias… no es precisamente id\u00edlico. El estilo, las opciones, las perspectivas son con frecuencia muy diversas.
\n
\n1.1 <\/em><\/strong>Una pastoral juvenil eclesial marcada por el pluralismo.<\/em><\/strong>
\n
\nCon una expresi\u00f3n t\u00e9cnica se dice que hoy se da un pluralismo de modelos. Y no se trata ciertamente de un pluralismo meramente formal, como ese que se da cuando usamos sin\u00f3nimos para decir lo mismo. En la ra\u00edz de dicho pluralismo hay opciones teol\u00f3gicas y antropol\u00f3gicas muy diferentes. Se da, pues, un modo de comprender el misterio de Dios y lo que es el ser humano ciertamente poco homog\u00e9neo.
\n
\nNo se supera desde luego el pluralismo con la invitaci\u00f3n, m\u00e1s o menos matizada, a ponerse de acuerdo a toda costa ni, a\u00fan menos, con la obligaci\u00f3n forzosa de hacer todos las mismas opciones. Se trata m\u00e1s bien de descubrir qu\u00e9 hay en el origen de la diversidad de opciones y c\u00f3mo es posible encontrar razones de verificaci\u00f3n y de convergencia m\u00e1s decisivas.
\n
\nLos acentos diversos de la acci\u00f3n pastoral responden a las diferentes sensibilidades, a las urgencias que el contexto nos lanza, a esa pasi\u00f3n por la causa de Jes\u00fas, irreducible a f\u00f3rmulas esquem\u00e1ticas. Este pluralismo operativo es expresi\u00f3n de riqueza y da idea de lo grande que es el acontecimiento al que queremos servir y pobre nuestra modalidad de servicio. Dios y el hombre son un misterio tan grande que ninguna expresi\u00f3n \u2013ni verbal ni pr\u00e1ctica- es capaz de comprenderlo, describirlo, servirlo adecuadamente.
\n
\nSin embargo no es suficiente constatar este importante hecho pr\u00e1ctico. Si queremos trabajar juntos, para afrontar problemas que son urgentes y dram\u00e1ticos, es indispensable llegar a puntos de acuerdo, desde los que se puedan juzgar y valorar las orientaciones personales. Estos puntos absolutos son siempre unos pocos. Los puntos relativos y funcionales, adem\u00e1s, son igualmente importantes, porque nos permiten hacer de la diferencia una aportaci\u00f3n, rec\u00edprocamente enriquecedora, hacia la unidad.
\n
\nEn este nivel se sit\u00faa el tema que estamos estudiando.
\n
\n1.2 <\/em><\/strong>El carisma salesiano.<\/em><\/strong>
\n
\nLos cap\u00edtulos generales de las congregaciones religiosas afrontan con frecuencia problemas institucionales. En este caso sus miembros se dirigen a s\u00ed mismos y, como mucho, a aquellos que tienen las mismas preocupaciones. El CG23, en cambio, afronta directa y expl\u00edcitamente el tema de la pastoral juvenil, como proclama su mismo t\u00edtulo: Educar a los j\u00f3venes en la fe<\/em>. Sobre todo, a trav\u00e9s de una serie de sugerencias originales y preciosas, estimula un punto de vista concreto y se posiciona con precisi\u00f3n entre los diversos modelos presentes hoy en el panorama eclesial.
\n
\nHay que decir enseguida una cosa, para evitar que su manera de afrontar las cuestiones sea utilizada para bloquear la b\u00fasqueda y la experimentaci\u00f3n y, sobre todo, que justifique generalizaciones infundadas. Los documentos del CG23 se refieren a la Congregaci\u00f3n Salesiana; son propuestas normativas, por tanto, s\u00f3lo para ella, comprometida en fortalecer los criterios pr\u00e1cticos que representan hoy la \u00fanica v\u00eda transitable para trabajar juntos en un tiempo de pluralismo no s\u00f3lo formal.
\n
\nNo obstante, el carisma salesiano es un don del Esp\u00edritu de Jes\u00fas a todas las personas comprometidas seriamente en favor de los j\u00f3venes, en el servicio pleno a su vida y en consolidar su esperanza, en la Iglesia. El fundamento carism\u00e1tico est\u00e1 asegurado por la presencia especial del Esp\u00edritu en el origen de la experiencia de Don Bosco, en las vivencias de los or\u00edgenes, y en el largo camino de las personas que hacen la Congregaci\u00f3n.
\n
\nEsta gran experiencia representa un motivo de reflexi\u00f3n singular para los que hoy se preguntan por la pastoral juvenil. No dice qu\u00e9 hacer o qu\u00e9 evitar\u2026 a no ser de modo muy gen\u00e9rico, a\u00fan para la misma Congregaci\u00f3n Salesiana. Pero se\u00f1ala un modo de amar y servir a los j\u00f3venes que tiene una gran fuerza orientativa, por la autoridad carism\u00e1tica de quien la propone y por la aportaci\u00f3n de una larga y consolidada trayectoria.
\n
\nDe ah\u00ed que pretenda ofrecerun criterio orientativo en el pluralismo de los modelos, te\u00f3ricos y pr\u00e1cticos, de pastoral juvenil: un modo de ser y de hacer que puede aportar orientaciones al que busca un mapa conceptual serio y consolidado, para moverse prudentemente en medio del pluralismo. Eso no sugiere s\u00f3lo vagamente hacer algo por los j\u00f3venes, a prop\u00f3sito de su vida y de su esperanza en el nombre de Jes\u00fas. Sugiere tambi\u00e9n c\u00f3mo hacerlo, para actuar bien, de modo motivado y eficaz.
\n
\nEsto es lo m\u00e1s significativo para proyectar el CG23 m\u00e1s all\u00e1 de los confines de la Congregaci\u00f3n.
\n
\n<\/strong><\/p>\n\n
\nLa larga introducci\u00f3n anterior describe el horizonte en que propongo leer las notas que siguen. Ahora debo entrar en lo concreto, a trav\u00e9s de una lectura interpretativa de los documentos del CG23. Se podr\u00edan decir muchas cosas a partir de ellos. Hay tres que me parecen las m\u00e1s originales (respecto al pluralismo) y decisivas (respecto a la construcci\u00f3n de los nuevos modelos de pastoral juvenil):
\n <\/p>\n\n
\n
\n
\nAnalizo estos tres temas.
\n
\n2.1 <\/em><\/strong>Un amor sincero y acogedor con los j\u00f3venes.<\/em><\/strong>
\n
\nLo primero que salta a la vista al leer el CG23 es su confianza fundamental en relaci\u00f3n con el complejo mundo de los j\u00f3venes: se les considera como una \u201cposibilidad abierta\u201d, superando ese modo de hacer tan difundido que les considera sobre todo como \u201cproblema\u201d.
\n
\nNo es un cambio peque\u00f1o. Constituye un problema, en efecto, todo aquello que desilusiona las esperanzas de una persona. Pero tambi\u00e9n es problema el desfase que se da entre las esperanzas personales y las realizaciones. \u201cPosibilidad abierta\u201d, en cambio, quiere decir reconocimiento de lo que aporta novedad, incluso cuando cuestiona lo que parec\u00eda consolidado y asentado.
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\nEl CG23 se pone del lado de los j\u00f3venes, los reconoce como una apuesta seria que apunta hacia el futuro y los acoge con pleno amor. No se trata de un modo de hacer simplista e impregnado de \u201cjuvenilizaci\u00f3n\u201d. Una invitaci\u00f3n atraviesa todo el documento, como una especie de filigrana escondida: la preocupaci\u00f3n por mirar el mundo de los j\u00f3venes \u201ccomo educadores\u201d, como personas que reconocen con alegr\u00eda lo que existe, antes de cualquier evaluaci\u00f3n, y que al mismo tiempo saben comprometerse siempre en su transformaci\u00f3n, en un proyecto que est\u00e1 m\u00e1s all\u00e1 de los hechos en bruto y que, en consecuencia, nos supera y nos fascina desde lejos. De ah\u00ed la preocupaci\u00f3n constante por una lectura que sepa interpretar los hechos, para captar las principales tendencias, para escuchar el grito apenas susurrado, para hacer resonar los desaf\u00edos y las provocaciones que nos empujan a transformar la realidad existente.
\n
\nEn esta operaci\u00f3n nos sostiene \u201cla mirada de fe\u201d. Esta expresi\u00f3n recuerda aquella capacidad, que proviene por entero de la fe confesada y vivida, que descubre la presencia de Dios en los recovecos de la historia, para llevar a cumplimiento los g\u00e9rmenes de salvaci\u00f3n, sembrados en ella a manos llenas. La \u201cmirada de fe\u201d no posee instrumentos especiales ni se imagina poder renunciar a los que utilizan los estudiosos de los hechos sociales y culturales. M\u00e1s bien quiere leer en lo profundo de la realidad, para comprender los elementos que pueden escapar a una lectura s\u00f3lo fenomenol\u00f3gica y que, en \u00faltima instancia, precisan de esa actitud de esperanza que caracteriza la interpretaci\u00f3n cristiana de la realidad.
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\nEl amor acogedor y el reconocimiento de los j\u00f3venes, en clave educativa y en perspectiva esperanzada, empuja a confrontarse con ellos en la b\u00fasqueda de los retos que nos lanzan. La figura del \u201creto\u201d redimensiona en parte el optimismo sobre las posibilidades y reconoce su ambivalencia constitutiva. Quien habla de \u201cposibilidades\u201d como \u201cretos\u201d constata que a menudo la realidad reclama el coraje de intervenciones fuertes y globales, para controlar las semillas de muerte que lleva dentro, y porque, con m\u00e1s frecuencia hoy d\u00eda, nos impele a reconocer la limitaci\u00f3n que atraviesa nuestro servicio y la impotencia que lo frena.
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\nAqu\u00ed el CG23 ofrece una notable novedad con respecto a maneras de hacer hoy bastante extendidas. Estos a\u00f1os, en las comunidades eclesiales que se reconocen con responsabilidades especiales en cuanto toca a los j\u00f3venes y su educaci\u00f3n, se ha consolidado progresivamente una convicci\u00f3n: no podemos hacer ning\u00fan servicio a los j\u00f3venes si antes no nos ponemos, con valent\u00eda y disponibilidad, a escucharlos.
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\nPero no siempre la mirada a la realidad se filtra desde los j\u00f3venes. Se habla de ellos con expresiones solemnes y despu\u00e9s se cede continuamente a la tentaci\u00f3n de considerarlos un \u201cproblema\u201d del que hay que defenderse y para cuya soluci\u00f3n hay que encontrar remedios, m\u00e1s que una \u201cposibilidad\u201d valiosa que hay que acoger y con la cual confrontarse. As\u00ed las perspectivas de soluci\u00f3n se piensan partiendo desde otras inspiraciones, y las estrategias recorren los senderos ya consolidados y asegurados, pensando m\u00e1s en aquello que hay que hacer a toda costa… que en su viabilidad real en la situaci\u00f3n juvenil.
\n
\nOtras veces, se piensa en los j\u00f3venes como en los portadores, casi \u00fanicos, de esperanza, con la tentaci\u00f3n de hacer coincidir lo que espont\u00e1neamente buscan y viven con la perspectiva segura hacia la que orientar estrategias y consensos. Y as\u00ed la acci\u00f3n pastoral se vuelve resignada y, de hecho, corta de miras.
\n
\nEl CG23 invita a amar a los j\u00f3venes, a todos los j\u00f3venes sin prejuicios ni discriminaciones. Pero pide intervenir educativamente en sus vidas. Esta es la acogida incondicional, que se convierte en promocional, que act\u00faa como ra\u00edz y raz\u00f3n de un buen proyecto de pastoral para una \u00e9poca como la que estamos viviendo, marcada por profundos e in\u00e9ditos cambios culturales.
\n
\n<\/em><\/strong>
\n2.2. Una gran confianza en el encuentro con los j\u00f3venes\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 <\/em><\/strong>
\n
\nUna segunda aportaci\u00f3n preciosa para quien se interesa por la pastoral juvenil proviene del modo concreto con que se resuelve, en mil opciones pr\u00e1cticas, la cuesti\u00f3n espinosa de la funci\u00f3n de la educaci\u00f3n en los procesos de educaci\u00f3n en la fe.
\n
\nLa pastoral juvenil se asemeja mucho a la educaci\u00f3n, y asume sus tareas y perspectivas. Pero no es s\u00f3lo educaci\u00f3n. Quiere anunciar que Jes\u00fas es el Se\u00f1or y s\u00f3lo en \u00e9l podemos vivir plenamente y fundar nuestra esperanza. Por esto no puede contentarse nunca con hacer un servicio educativo \u00f3ptimo, sino que se interroga continuamente por el significado, la urgencia y la raz\u00f3n de la evangelizaci\u00f3n.
\n
\nAlguno, desde la orilla opuesta, critica la preocupaci\u00f3n por aplicar las l\u00f3gicas educativas en el \u00e1mbito de la fe. En ese caso, \u00bfno se reafirma quiz\u00e1 la prioridad indiscutible de la potencia del Esp\u00edritu y de las exigencias del anuncio?
\n
\nLos estudiosos del asunto conocen la abundante bibliograf\u00eda dedicada a este tema. Tambi\u00e9n saben, por experiencia directa, que esta cuesti\u00f3n no se puede resolver s\u00f3lo en el plano de la claridad te\u00f3rica. Frente a las opciones concretas, cuando nos comprometemos en decidir qu\u00e9 decir y qu\u00e9 hacer, qu\u00e9 ritmo privilegiar y qu\u00e9 instrumentos utilizar, reaparece con fuerza el dilema: \u00bfEducaci\u00f3n s\u00ed o educaci\u00f3n no? \u00bfHasta qu\u00e9 punto tomar en serio la l\u00f3gica educativa? \u00bfQu\u00e9 tipo de educaci\u00f3n hacer propia: una resignada, las de propuestas fuertes y seguras, el predominio de la experiencia o de la racionalidad?
\n
\nAqu\u00ed radica una de las razones m\u00e1s fuertes del pluralismo actual. Como ya he recordado, no es s\u00f3lo formal: detr\u00e1s subyace una manera de comprender a Dios y al ser humano y su encuentro rec\u00edproco.
\n
\nEl CG23 presenta su posici\u00f3n de modo preciso. Lo hace desde lo concreto. De hecho, propone el proceso de educaci\u00f3n en la fe a los j\u00f3venes, a los que reconoce como inestimable y valiosa posibilidad, a trav\u00e9s de un itinerario gradual y progresivo. Parte de una acogida en su situaci\u00f3n real, con el compromiso educativo de proporcionar a cada uno un nivel alto de maduraci\u00f3n personal; inserta aqu\u00ed el encuentro personal con Jes\u00fas en la Iglesia y la preocupaci\u00f3n constante de verificar la calidad y la consistencia de esta experiencia; orienta todo el proceso hacia los niveles m\u00e1s altos de responsabilidad vocacional, de vida eclesial, de compromiso \u00e9tico.
\n
\nPensar la vida cristiana como proceso de maduraci\u00f3n personal progresiva es ya una seria opci\u00f3n educativa. Se muestra de modo expl\u00edcito cuando son programadas las intervenciones educativas que pueden hilvanar y sostener el proceso y cuando en ellas prevalece la dimensi\u00f3n experiencial sobre la cognoscitiva.
\n
\nEstas dos referencias merecen una atenci\u00f3n particular, especialmente para captar mejor el reconocimiento de la funci\u00f3n de la educaci\u00f3n en los procesos de educaci\u00f3n en la fe de los j\u00f3venes.
\n
\n2.2.1 <\/em><\/strong>Por qu\u00e9 un itinerario<\/em><\/strong>
\n
\nEl CG23 propone \u201citinerarios\u201d. \u00bfPor qu\u00e9? \u00bfDescarta la opci\u00f3n de trabajar mediante proyectos que en estos a\u00f1os se ha convertido en una conquista interesante para tantos educadores, o m\u00e1s bien la asume y ampl\u00eda?
\n
\nTambi\u00e9n a este nivel veo una aportaci\u00f3n preciosa y original. Itinerario evoca todo lo que encierra en s\u00ed el t\u00e9rmino \u201cproyecto\u201d. Y favorece, como un catalizador, la dinamicidad de la vida.
\n
\nLa meta se piensa como progresi\u00f3n, articulada y org\u00e1nica, de metas intermedias que llevan ya en s\u00ed, de modo germinal, la meta global. Las intervenciones se imaginan no s\u00f3lo en perspectiva funcional, como si fuesen los instrumentos de que cada uno se sirve para hacer progresar el proceso de maduraci\u00f3n. Son m\u00e1s bien experiencias vividas, capaces de hacer recorrer el camino con la fuerza de propuesta que se reconoce en el hacer experiencia.
\n
\nLos subrayados no son de poco peso. Quien piensa en el m\u00e9todo con una l\u00f3gica en que prevalece lo instrumental se da cuenta de que tiene a disposici\u00f3n un bagaje de \u201ccosas\u201d, m\u00e1s o menos amplio; y lo utiliza, seleccionando las que han dado buen resultado o buscando, en el fondo del ba\u00fal, las posibilidades in\u00e9ditas para dar un viraje improvisado en el ritmo.
\n
\nEn el itinerario prevalece en cambio la subjetividad de los j\u00f3venes, guiada y encauzada por la presencia, cercana y amable, del educador. Los recursos son aprovechados en rec\u00edproco intercambio y se valoran como pertinentes en la medida en que sirven para enlazar con experiencias nuevas. Adultos y j\u00f3venes, juntos, caminan hacia una meta, haciendo experiencia de cuanto se ha consolidado, en la tensi\u00f3n y en el contacto con el que ya ha llegado, por parte del que a\u00fan se encuentra en el camino.
\n
\nEn el proyecto estas indicaciones son afirmadas a partir de buenos principios pedag\u00f3gicos. En el itinerario se experimentan y se viven.
\n
\nEl itinerario es un proyecto que se hace progresivamente y que en cada fase de realizaci\u00f3n podemos considerar como ya realizado, aunque a\u00fan no plenamente. Los diversos movimientos representan expresiones parciales y provisionales de un todo, ya pleno y completo en cada etapa, aunque sea de manera germinal y siempre pendiente de un desarrollo posterior.
\n
\n2.2.2 <\/em><\/strong>Qu\u00e9 itinerario<\/em><\/strong>
\n
\nItinerario es camino hacia una meta. La cualidad de la meta orienta las etapas progresivas. Las opciones de fondo de todo el proceso vienen dadas de ra\u00edz.
\n
\nAqu\u00ed se manifiesta, de modo expl\u00edcito, la confianza en los encuentros educativos y su preciso intercambio con la experiencia de fe.
\n
\nLa meta es la plenitud de vida: la maduraci\u00f3n en humanidad que los creyentes reconocen posible s\u00f3lo cuando uno sabe relacionar la propia hambre de vida y de felicidad con el misterio santo de Dios.
\n
\nEl itinerario, comprometido en la maduraci\u00f3n de la vida seg\u00fan el proyecto existencial de evangelizaci\u00f3n en la comunidad eclesial, se articula en el CG23 en cuatro \u00e1reas sucesivas y complementarias.
\n
\nLa primera, se orienta a restituir la vida a cada uno en su autenticidad: del s\u00ed a la vida a ser consciente del l\u00edmite que la atraviesa. Esta concienciaci\u00f3n lleva a la invocaci\u00f3n. El hombre que invoca es hombre plenamente vivo, devuelto por la pasi\u00f3n educadora de los creyentes a la alegr\u00eda aut\u00e9ntica de la vida.
\n
\nLa segunda \u00e1rea busca ofrecer un fundamento afianzado en el testimonio del Se\u00f1or y en el encuentro personal que \u00e9l propone.
\n
\nLa tercera, propone descubrir la Iglesia, el compartir la vida con los que han conquistado una fe tan robusta que \u201cmueve monta\u00f1as\u201d, que nos llena de vida y esperanza.
\n
\nLa cuarta \u00e1rea vuelve ahora a la vida cotidiana, desde la novedad experimentada en el encuentro con el Se\u00f1or y en la compa\u00f1\u00eda de la Iglesia. La vida es devuelta plena y abundante al que la busca con ansia, cuando se llega a experimentar que estamos en la vida s\u00f3lo con la condici\u00f3n de saberla perder en favor de la vida de todos. Restituidos en la alegr\u00eda de la vida, proclamamos \u201cc\u00f3mo\u201d vivir.
\n
\n2.2.3. La opci\u00f3n que est\u00e1 en la ra\u00edz<\/em><\/strong>
\nEn la opci\u00f3n del itinerario se realiza una confrontaci\u00f3n amplia entre educaci\u00f3n y evangelizaci\u00f3n y una realizaci\u00f3n expl\u00edcita de este encuentro par asegurar a cada uno por completo el fruto que la aportaci\u00f3n del otro puede ofrecer.
\n
\nLa evangelizaci\u00f3n asume las exigencias de lo educativo, con disponibilidad y atenci\u00f3n, superando toda tentaci\u00f3n de instrumentalizaci\u00f3n. El pluralismo, a su vez, informa y atraviesa tambi\u00e9n la educaci\u00f3n y la fragmenta en figuras diversas. La referencia antropol\u00f3gica supuesta no es indiferente para la calidad del servicio de promoci\u00f3n de la vida y de la esperanza a que tiende la educaci\u00f3n. Esta busca por tanto una inspiraci\u00f3n que la coloque plenamente de parte del lado de la vida y de la calidad.
\n
\nEntre los diversos modelos desde los que se puede realizar la evangelizaci\u00f3n, el que cree en la educaci\u00f3n prefiere aquellos en que se respeta mejor la preocupaci\u00f3n por la gradualidad, desde la llamada a la responsabilidad. Esta se realiza siempre en una presencia acogedora, que hace de los gestos de cercan\u00eda, de servicio, d e promoci\u00f3n y de amor su palabra m\u00e1s convincente.
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\nEn un tiempo en que el conflicto entre culturas se da adem\u00e1s siempre con relaci\u00f3n a la calidad de vida, a la b\u00fasqueda del sentido y a las fundamentos de la esperanza, el que se compromete en la frontera de la educaci\u00f3n reconoce que tiene una tarea que llena de alegr\u00eda y de responsabilidad, atento a la vida y a su promoci\u00f3n.
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\nLa colaboraci\u00f3n, te\u00f3rica y pr\u00e1ctica, con que act\u00faa en el \u00e1mbito de la evangelizaci\u00f3n ayuda a inventar y experimentar modelos de existencia, capaces de decir hoy qui\u00e9n es el hombre y la mujer a cuyo servicio todos est\u00e1n llamados a entregarse.
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\n2.3 <\/em><\/strong>Una espiritualidad para la vida cotidiana <\/em><\/strong>
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\nMuchos j\u00f3venes, en t\u00e9rminos m\u00e1s o menos expl\u00edcitos, se preguntan: \u00bfqu\u00e9 me ocurre si acepto la propuesta de vida cristiana y me entrego al proyecto de vida que en ella se contiene? Las expresiones, en su sabor existencial, caracter\u00edstico de la sensibilidad actual, replantean la pregunta: \u201c\u00bfQui\u00e9n es cristiano?\u201d.
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\nLa respuesta no se puede dar repitiendo literalmente, aunque con alg\u00fan ajuste r\u00e1pido, lo que proviene de la tradici\u00f3n y de lo vivido por los que, en su vida, han elaborado una respuesta, quiz\u00e1 alta y comprometida, a la cuesti\u00f3n. Su propuesta, en efecto, siempre es el intento de mediar, concreta e hist\u00f3ricamente, la decisi\u00f3n radical por Jes\u00fas de Nazaret y los modelos culturales del tiempo y lugar en que han vivido.
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\nNos damos cuenta, con bastante facilidad, de que no basta poner cualquier etiqueta evang\u00e9lica a los modelos culturales dominantes. Estos con frecuencia contienen, desde la visi\u00f3n del mundo que tienen, bien poco de coincidencia con el evangelio y empujan a los disc\u00edpulos de Jes\u00fas a reencontrar la valent\u00eda de los m\u00e1rtires, capaces de enfrentarse a las l\u00f3gicas dominantes, incluso a costa de la propia vida.
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\nNo podemos relanzar el estilo de vida de muchos grandes cristianos, para no mezclar su ardor con los modelos culturales de su tiempo; pero tampoco podemos asumir, con excesiva desenvoltura, los modelos dominantes hoy, para no diluir la radicalidad evang\u00e9lica.
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\nEsta es el gran reto que el momento actual lanza a los disc\u00edpulos de Jes\u00fas. Podemos ser cristianos y ofrecer a los j\u00f3venes un proyecto de vida centrado en el Se\u00f1or Jes\u00fas s\u00f3lo si nos arriesgamos a conjugar, de modo nuevo, la fidelidad al evangelio y la fidelidad a nuestra \u00e9poca.
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\nEl CG23 intenta esto proponiendo un preciso y fascinante modelo de espiritualidad. No puedo entrar en \u00e9l a fondo por razones evidentes de tiempo y espacio. S\u00f3lo quiero recordar dos constataciones, porque las considero importantes en la reflexi\u00f3n afrontada por esta aportaci\u00f3n.
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\nLa propuesta que ofrece el CG23 retoma y relanza a toda la Congregaci\u00f3n y, de alg\u00fan modo, a todas las comunidades eclesiales comprometidas en la pastoral juvenil un camino vivido en estos \u00faltimos a\u00f1os por j\u00f3venes y educadores juntos, en muchas partes del mundo. Dentro de la Congregaci\u00f3n Salesiana hay una fuerte conciencia de que esta formidable experiencia es verdaderamente un regalo del Esp\u00edritu para la vida y esperanza de todos. Esto significa sustraer a los especialistas una tarea que con frecuencia tienden a acaparar… para reconducirla sobre la comunidad, capaz de estar atenta al Esp\u00edritu, experimentar, vivir y ofrecer.
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\nLa segunda nota se fija en las opciones de fondo del proyecto de espiritualidad. La espiritualidad es el descubrimiento alegre y consciente de la \u201cpresencia de Dios\u201d en la existencia de cada persona. Y es af\u00e1n por descifrar los signos de esta presencia, al mismo tiempo que compromiso por vivir la novedad de la experiencia del Esp\u00edritu de Jes\u00fas. En nuestro camino hacia Dios nos sale al paso en los avatares de nuestra vida cotidiana. \u00bfLa debemos sortear y controlar, como un elemento que nos puede seducir con su fascinaci\u00f3n y con sus preocupaciones, para alejarnos de aquello que estorba o, m\u00e1s bien, podemos \u201camar\u201d esta nuestra vida, convencidos de que la presencia de Dios nos da completamente este privilegio? La respuesta es fuerte, precisa y valiente. La resumo con la indicaci\u00f3n que el CG23 emplea como t\u00edtulo: una espiritualidad de lo cotidiano.
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\nEl CG23 no considera terminado su trabajo. Este es un punto de partida: confiado a quien ama a los j\u00f3venes y ama intensamente al Se\u00f1or, puede convertirse en una bella historia, llena de amor a la vida y de gestos de esperanza, difundidos por todo el mundo, que se contin\u00fae escribiendo en la trama de compromisos de la vida cotidiana de todos.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"