{"id":9307,"date":"2003-07-01T00:00:06","date_gmt":"2003-06-30T22:00:06","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=9307"},"modified":"2003-07-01T00:00:06","modified_gmt":"2003-06-30T22:00:06","slug":"entrevista-a-don-pascual-chavez-rector-mayor-de-los-salesianos","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/entrevista-a-don-pascual-chavez-rector-mayor-de-los-salesianos\/","title":{"rendered":"ENTREVISTA A DON PASCUAL CH\u00c1VEZ, RECTOR MAYOR DE LOS SALESIANOS."},"content":{"rendered":"
Pascual Ch\u00e1vez Villanueva<\/strong> \u00a0\u00a0 Pascual Ch\u00e1vez V.<\/strong><\/p>\n Rector Mayor de los Salesianos<\/p>\n Roma, 24 de mayo del 2003<\/p>\n \n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" EL FUTURO DE LA PASTORAL JUVENIL Pascual Ch\u00e1vez Villanueva Pascual Ch\u00e1vez Villanueva, doctor en Teolog\u00eda, es desde abril de 2002 Rector Mayor de los Salesianos. S\u00edntesis Misi\u00f3n Joven se dirigi\u00f3 a don Pascual Ch\u00e1vez con diez preguntas que abordan los retos principales de la pastoral juvenil actual. Su amable y pronta respuesta nos […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[807,94,808],"tags":[],"class_list":["post-9307","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-estudios-318_319","category-mision-joven-2","category-pascual-chavez"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/9307","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=9307"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/9307\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=9307"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=9307"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=9307"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
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\nPascual Ch\u00e1vez Villanueva<\/strong>, doctor en Teolog\u00eda, es desde abril de 2002 Rector Mayor de los Salesianos.
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\nS\u00edntesis<\/strong>
\nMisi\u00f3n Joven se dirigi\u00f3 a don Pascual Ch\u00e1vez con diez preguntas que abordan los retos principales de la pastoral juvenil actual. Su amable y pronta respuesta nos traza un mapa de ruta muy profundo y digno de tener en cuenta, creemos que no s\u00f3lo para la Familia Salesiana.
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\nLa veo muy diversificada, con grandes riquezas y posibilidades, pero tambi\u00e9n con grandes desaf\u00edos y lagunas.
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\nEl Jubileo del a\u00f1o 2000, con los tres a\u00f1os anteriores de preparaci\u00f3n seg\u00fan el plan propuesto por el Papa Juan Pablo II, ha supuesto un est\u00edmulo muy fuerte de renovaci\u00f3n de la pastoral en toda la Iglesia y de modo especial de la Pastoral Juvenil. Basta pensar en la experiencia creciente de las Jornadas Mundiales de la Juventud de estos a\u00f1os: Par\u00eds (1997), que sorprendi\u00f3 y sacudi\u00f3 la reticencia de la Iglesia francesa ante los j\u00f3venes; Roma (2000) con el entusiasmo de los casi dos millones de j\u00f3venes de todo el mundo ante las propuestas exigentes del Papa. Despu\u00e9s del Jubileo las diversas Iglesias han asumido la propuesta pastoral del Papa en su carta NMI: un renovado empuje de vida cristiana centrada en la persona de Cristo (29), y han elaborado proyectos pastorales concretos siguiendo las indicaciones y prioridades se\u00f1aladas por el Papa.
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\nOtra realidad creciente en la Pastoral eclesial es el protagonismo de la comunidad cristiana y en ella en concreto de los laicos. Recuerdo el encuentro de los movimientos laicales universales convocado por el Papa en el Pentecost\u00e9s del a\u00f1o 1998: una ingente multitud de movimientos, asociaciones y grupos laicales que en las diversas partes del mundo est\u00e1n asumiendo con nuevo dinamismo y una renovada creatividad la misi\u00f3n evangelizadora. Al interno nuestro, es indudable el desarrollo que, en estos \u00faltimos a\u00f1os, ha tenido la Familia Salesiana y, de modo especial, el Movimiento Juvenil Salesiano en todas las partes del mundo.
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\nCon todo, la Pastoral de la Iglesia y en particular la Pastoral juvenil debe afrontar algunos enormes retos; uno de los m\u00e1s importantes es el de la evangelizaci\u00f3n de la nueva cultura posmoderna, con fen\u00f3menos tan influyentes y universales como la globalizaci\u00f3n en todos sus aspectos, el desarrollo de la electr\u00f3nica y de los modernos medios de comunicaci\u00f3n social, la emergencia de nuevos valores, concepciones de vida y estilos de conducta, el impacto de la secularizaci\u00f3n y al mismo tiempo de una nueva sensibilidad religiosa tipo \u201cnew age\u201d… Como respuesta a este desaf\u00edo el Papa en estos a\u00f1os ha planteado a toda la Iglesia como tarea pastoral prioritaria la \u201cnueva evangelizaci\u00f3n\u201d que permita rehacer el tejido cristiano de la sociedad humana (Cf. Chfl 34).
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\nCentr\u00e1ndome ya, m\u00e1s en concreto, en la Pastoral Juvenil, dir\u00eda que veo en todas partes una gran vitalidad con multitud de iniciativas y propuestas, un florecimiento de grupos, asociaciones y movimientos, mucha buena voluntad y esfuerzo por parte de una gran cantidad de adultos y animadores j\u00f3venes. Pero al mismo tiempo me doy cuenta que nuestra pastoral juvenil es m\u00e1s una pastoral de actividades que una pastoral de procesos, una pastoral individual y poco coordinada m\u00e1s que una pastoral de comunidad que comparte un proyecto, una pastoral sectorial y fragmentada m\u00e1s que un camino unitario e integral.
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\nEl mundo joven ofrece hoy a la pastoral una gran variedad de recursos y de posibilidades, su b\u00fasqueda apasionada de espiritualidad, su apertura al lenguaje de la vida y del testimonio, su sensibilidad ante los valores humanos, la calidad de vida y la solidaridad, la paz y la justicia, un nuevo entusiasmo para encontrarse y expresar p\u00fablicamente su fe.
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\nCon frecuencia las comunidades cristianas y sus instituciones encuentran gran dificultad para renovarse y abrirse a los j\u00f3venes; la escasez de educadores y agentes de pastoral en relaci\u00f3n con el crecimiento continuo de las urgencias y de los frentes de trabajo les empuja a descuidar los momentos de reflexi\u00f3n personal y comunitaria, cediendo a un activismo que les impide profundizar en la realidad juvenil para comprender sus desaf\u00edos m\u00e1s profundos, encontrar nuevos recursos y posibilidades, adaptar las estructuras e iniciativas. Los j\u00f3venes tienen sed de propuestas exigentes y del acompa\u00f1amiento de adultos significativos; pero, muchas veces, \u00e9stos se encuentran tan absorbidos por las tareas y funciones administrativas y de gesti\u00f3n de las actividades que no encuentran el modo de establecer con ellos una presencia de calidad humana y espiritual, promoviendo relaciones interpersonales gratuitas, dedicando tiempo y energ\u00edas al acompa\u00f1amiento personal y de grupo, asegurando propuestas significativas de crecimiento humano y de madurez cristiana.
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\nEn algunas partes, sobre todo en los contextos de la sociedad secularizada, las comunidades cristianas presentan una imagen de cansancio y de desorientaci\u00f3n; los j\u00f3venes sienten que los adultos (la familia, la parroquia, los educadores en general) tienen como una especie de verg\u00fcenza a hablar de lo esencial; prefieren darles recetas, indicarles cosas a hacer, m\u00e1s que compartir con ellos una experiencia y un camino de fe; entonces la presencia y la propuesta pastoral tiene poca claridad y fuerza evang\u00e9lica.
\n <\/p>\n\n
\nEn las \u00faltimas encuestas sobre los j\u00f3venes en Europa aparece entre ellos una clara apertura al tema religioso y una creciente b\u00fasqueda de espiritualidad y de trascendencia. Es verdad que esto se vive sobre todo desde la subjetividad, seg\u00fan la l\u00f3gica de la satisfacci\u00f3n de las necesidades individuales; una religiosidad relegada a la esfera de la vida privada, poco compartida e institucional, vivida a trav\u00e9s de experiencias m\u00faltiples y heterog\u00e9neas y de un conjunto sincretista de creencias y pr\u00e1cticas. Por eso dir\u00eda que entre los j\u00f3venes m\u00e1s que irrelevancia del sentido de Dios y de la trascendencia parece que se va desarrollando como un nuevo paganismo en el que cada uno busca y se hace un \u201cdios\u201d a su medida y seg\u00fan sus necesidades.
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\nEn esta situaci\u00f3n ciertamente se da una crisis profunda de los lugares, instituciones y momentos que constitu\u00edan, hasta hace muy poco tiempo, los canales normales de transmisi\u00f3n de la fe a las j\u00f3venes generaciones. \u00bfC\u00f3mo responder a esta crisis? Creo que la relaci\u00f3n que se ha establecido entre el Papa Juan Pablo II y los j\u00f3venes durante sus 25 a\u00f1os de Pontificado puede ofrecernos algunas indicaciones importantes.
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\nAnte todo el Papa quiere estar con los j\u00f3venes, les demuestra confianza y afecto, cree en las potencialidades de bien, de verdad y belleza que hay en su coraz\u00f3n y por eso les anima y les hace propuestas exigentes y radicales. La primera opci\u00f3n pastoral debe ser el caminar con los j\u00f3venes, abrirse a un di\u00e1logo positivo y cordial con ellos, afrontando con decisi\u00f3n y sin concesiones los desaf\u00edos culturales y antropol\u00f3gicos que caracterizan nuestra \u00e9poca.
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\nPero sobre todo el Papa propone a los j\u00f3venes la persona de Jes\u00fas. S\u00f3lo el encuentro con una persona es capaz de transformar una vida, no las reglas ni las doctrinas. Por eso la acci\u00f3n pastoral debe conducir a los j\u00f3venes al encuentro con la persona de Jes\u00fas; esto es lo que ellos esperan y anhelan, no moralismo o discursos socio-culturales o una acogida gen\u00e9rica. La pastoral, sobre todo en los ambientes de secularizaci\u00f3n, debe orientarse a facilitar a los j\u00f3venes el conocimiento, el encuentro y la relaci\u00f3n personal con Jesucristo de modo que en \u00e9l descubran el sentido de su existencia y puedan realizar una opci\u00f3n de vida plena y feliz.
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\nJunto a esta presentaci\u00f3n directa de la persona de Jes\u00fas es necesario tambi\u00e9n desarrollar la dimensi\u00f3n educativa de un verdadero proceso de transformaci\u00f3n de la mentalidad y de la vida. Hay que fortalecer una verdadera pedagog\u00eda de la iniciaci\u00f3n cristiana, es decir, proponer a los j\u00f3venes procesos sistem\u00e1ticos y profundos de personalizaci\u00f3n, comunicaci\u00f3n y socializaci\u00f3n de la fe, yendo m\u00e1s all\u00e1 de experiencias totalizantes, muy ligadas a la emotividad y subjetividad; educar a la oraci\u00f3n, a la escucha de la Palabra, a descubrir los signos de la presencia y de la acci\u00f3n de Dios en la historia, a traducir en compromiso de vida lo experimentado en la oraci\u00f3n, etc.
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\nEl Papa adem\u00e1s invita a los j\u00f3venes a ser \u201cluz y sal\u201d entre sus compa\u00f1eros, en sus ambientes de vida, en la sociedad en general, dando a la propuesta pastoral un claro empuje misionero. Nuestra pastoral debe superar su complejo de culpa y su timidez para recuperar el coraje apost\u00f3lico que no puede callar lo que ha vivido y ha experimentado. No contentarse con los que vienen a nuestros grupos, o centros juveniles, o escuelas, sino ir al encuentro de los indiferentes, de los alejados, del gran grupo de j\u00f3venes de la calle. M\u00e1s a\u00fan, ante la tendencia de reducir la fe a lo privado, estamos invitados a hacer presente el evangelio en la vida y la cultura, con una presencia clara, activa y cr\u00edtica de los cristianos en todos los \u00e1mbitos de la sociedad, ofreciendo modelos de pensamiento y de vida alternativos y coherentes con el evangelio.
\n <\/p>\n\n
\nMuchos caminos de acci\u00f3n pastoral del pasado hoy pueden seguir siendo v\u00e1lidos si se insertan en el nuevo proyecto y asumen el nuevo estilo y metodolog\u00eda pastoral que he apuntado en la respuesta anterior.
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\nCuando uno analiza los nuevos movimientos que est\u00e1n apareciendo en la Iglesia durante estos a\u00f1os y que atraen a muchos j\u00f3venes, se da cuenta que todos ellos tienen tres caracter\u00edsticas b\u00e1sicas, vividas en formas y grados diversos: una profunda espiritualidad centrada en la oraci\u00f3n, la Palabra y los sacramentos; una fuerte experiencia de comuni\u00f3n, atenci\u00f3n a las personas, relaciones interpersonales, comunicaci\u00f3n profunda de vida; y un radical compromiso por los m\u00e1s pobres y los \u00faltimos. Me parece que en estas tres caracter\u00edsticas tenemos tres pautas de actuaci\u00f3n pastoral que deben caracterizar todos las formas de pastoral juvenil en el futuro: la espiritualidad, la comunidad y el compromiso. Y adem\u00e1s, me parece que hoy hay que desarrollarlas en este orden, superando la tentaci\u00f3n de caer en un compromiso voluntarista que no nazca de una experiencia personalizada de Jesucristo y de su Evangelio y no sea sostenido por una comunidad cercana y abierta.
\n <\/p>\n\n
\nAunque existen, gracias a Dios, muchos educadores y pastores generosos y entregados, hay tambi\u00e9n un buen grupo que, ante la complejidad de las situaciones y las dificultades encontradas, se ha refugiado muchas veces en la organizaci\u00f3n y gesti\u00f3n de las instituciones o en un gen\u00e9rico compromiso educativo y promocional o intenta repetir experiencias pasadas, pensando que siguen siendo v\u00e1lidas para los j\u00f3venes de hoy.
\nPara poder afrontar la pastoral que exige la nueva evangelizaci\u00f3n, el educador\u2013pastor debe vivir una fuerte espiritualidad apost\u00f3lica, una s\u00f3lida relaci\u00f3n personal con Jesucristo, vivida en el cada d\u00eda, una actitud y pr\u00e1ctica del discernimiento pastoral que desarrolle una visi\u00f3n de fe sobre la vida, las personas y los acontecimientos, superar tanto el activismo que superficializa y dispersa, como el espiritualismo que no se traduce en opciones radicales de vida.
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\nAdem\u00e1s hoy el educador\u2013pastor de j\u00f3venes debe poseer una s\u00f3lida estructura personal, humana y cristiana, para poder ser ante todo un testigo significativo y cre\u00edble para los j\u00f3venes de hoy, capaz de ofrecerles propuestas estimulantes y v\u00e1lidas y de acompa\u00f1arlos en su camino de realizaci\u00f3n. Esto supone poseer un esquema mental s\u00f3lido y bien estructurado que le permita tener una serena confianza en s\u00ed mismo y, al mismo tiempo, estar abierto y disponible al di\u00e1logo y comunicaci\u00f3n con los que piensan diversamente; cultivar una actitud de formaci\u00f3n permanente evitando refugiarse en un ritmo de vida demasiado agitado, superficial y rutinario.
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\nSe requiere, en fin, un educador\u2013pastor disponible y capaz de compartir su vida con los j\u00f3venes, de escucharles cordialmente, de valorarles y acompa\u00f1arles gratuitamente; un educador\u2013pastor enraizado en la comunidad, compartiendo con ella el proyecto pastoral, trabajando en equipo, con mentalidad proyectual.
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\nSu formaci\u00f3n es un proceso delicado que no termina nunca y que exige una actitud continua de reflexi\u00f3n sobre la propia experiencia y la de los dem\u00e1s, para aprender de ella; disponibilidad para compartir con los dem\u00e1s, dejarse acompa\u00f1ar y corregir; confianza en las personas y en s\u00ed mismo, sostenida por una profunda vida de fe.
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\nLa pregunta toca una de las preocupaciones y de los desaf\u00edos m\u00e1s importantes que tiene hoy la pastoral juvenil en general y, en particular, la salesiana. Con la sensibilidad y metodolog\u00eda preventiva de don Bosco sabemos que los grandes valores educativos se deben sembrar durante la preadolescencia y estimular un primer desarrollo en la adolescencia y primera juventud, pero este camino debe proseguirse con un acompa\u00f1amiento preciso y sistem\u00e1tico hasta conducir al joven a un proyecto de vida, a una opci\u00f3n vocacional madura, que hoy se retrasa cada vez m\u00e1s.
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\nPara las dos primeras etapas tenemos una rica experiencia y abundantes estructuras educativas, escuelas, oratorios, grupos, etc., pero nos encontramos con pocos recursos y menos experiencia en el acompa\u00f1amiento de los j\u00f3venes adultos que a\u00fan no han madurado su opci\u00f3n vocacional en la vida, j\u00f3venes de 20 a 30 a\u00f1os que ya no frecuentan nuestras obras de educaci\u00f3n formal, pero que a\u00fan necesitan y buscan plataformas adecuadas a ellos que les permitan completar el camino educativo y de fe iniciado en las etapas anteriores.
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\nEn estos \u00faltimos a\u00f1os ha aumentado en la Congregaci\u00f3n la atenci\u00f3n a esta franja de edad con diversas iniciativas: la formaci\u00f3n de los animadores del MJS (grupos, asociaciones, Centros Juveniles), todos ellos j\u00f3venes mayores que a trav\u00e9s de su servicio de animaci\u00f3n contin\u00faan su proceso formativo y de educaci\u00f3n en la fe; asociaciones y movimientos que sin descuidar las etapas anteriores, ofrecen una especial atenci\u00f3n a estos j\u00f3venes mayores a trav\u00e9s de procesos de catecumenado juvenil; el mismo voluntariado salesiano, tanto el social como el misionero, es una plataforma que permite a muchos j\u00f3venes mayores desarrollar sus posibilidades de formaci\u00f3n hacia una opci\u00f3n vocacional adulta.
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\nCreo que este es un campo en el que la Pastoral Juvenil Salesiana debe colaborar estrechamente con la Familia Salesiana, sobre todo con aquellos grupos laicales que ofrecen a los j\u00f3venes posibilidades de vida cristiana adulta, como son los Cooperadores y los Exalumnos. Juntos debemos buscar aquellas plataformas y servicios m\u00e1s convenientes para acompa\u00f1ar a estos j\u00f3venes y para facilitar, a los que lo deseen, seguir viviendo su fe cristiana como adultos seg\u00fan el estilo salesiano en las diversas asociaciones de la FS, o en las comunidades cristianas de nuestras parroquias, o en otros movimientos eclesiales, etc.
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\nTodo ello exige adultos significativos cercanos, capaces de acompa\u00f1ar y estimular a estos j\u00f3venes, tanto personalmente como en grupo, experiencias de espiritualidad y de servicio sistem\u00e1ticas y exigentes, un plan de formaci\u00f3n muy personalizado, pero a la vez bien estructurado e integral, una metodolog\u00eda que los inicie a la iluminaci\u00f3n cristiana de la vida de cada d\u00eda en sus ambientes de estudio o de trabajo. En esto creo que los salesianos hemos de dedicar m\u00e1s personas y m\u00e1s esfuerzos, comprometiendo, como dec\u00eda, a los grupos laicales de la Familia Salesiana. El lograr que estos grupos o comunidades de j\u00f3venes adultos superen el riesgo de intimismo y de falta de compromiso socio-pol\u00edtico debe ser uno de los objetivos de esta etapa del camino de fe para llevar al joven a encarnar su fe y su espiritualidad en el campo de sus responsabilidades familiares, sociales y pol\u00edticas concretas.
\n <\/p>\n\n
\nA las estructuras educativas y pastorales tradicionales les pasa lo mismo que a las otras estructuras sociales; nacidas y desarrolladas en una sociedad estable y unitaria, encuentran dificultad para adaptarse a una sociedad compleja y en continuo cambio. Hemos pasado de un modelo fuertemente unitario y monol\u00edtico, a otro claramente fragmentado y muchas veces contrastante; los educadores, comenzando por las familias, no saben c\u00f3mo afrontar su misi\u00f3n educativa y corren el riesgo de renunciar al verdadero di\u00e1logo educativo, limit\u00e1ndose a un superficial \u201cdejar hacer\u201d. Aparecen nuevos contextos y realidades educativas, a veces en contraste con las instituciones tradicionales, como el grupo de iguales, la calle, el mundo de la comunicaci\u00f3n social y de internet, etc.; tienen una gran capacidad de modelar mentalidades y conductas, pero al mismo tiempo se manifiestan d\u00e9biles en personalizar valores y sostener opciones de vida radicales.
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\nHay que afrontar con decisi\u00f3n esta nueva situaci\u00f3n y sus desaf\u00edos. Nuestra sociedad necesita m\u00e1s que nunca estructuras educativas y pastorales capaces de establecer un di\u00e1logo din\u00e1mico y profundo con el mundo juvenil, con su sensibilidad y sus necesidades, pero sin renunciar a la misi\u00f3n educativa de testimoniar y proponer valores y criterios de conducta, y suscitar y sostener proyectos de vida y b\u00fasqueda de sentido. Las estructuras tradicionales de educaci\u00f3n y de pastoral tienen a\u00fan mucho que ofrecer a nuestra sociedad con tal que sepan renovarse en profundidad.
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\nEstas estructuras deben resistir la din\u00e1mica burocratizadora y masificadora a la que las empuja la sociedad actual para promover la atenci\u00f3n prioritaria a las personas y a las relaciones interpersonales, el di\u00e1logo y encuentro intergeneracional, la participaci\u00f3n y el trabajo en grupo, etc., de forma que se conviertan en verdaderos ambientes de vida y de cultura juvenil. Don Bosco ya lo hab\u00eda intuido en su tiempo cuando quer\u00eda que todas sus instituciones fueran verdaderas casas en las que los j\u00f3venes se sintieran a gusto, como en familia.
\nDeben promover un programa educativo verdaderamente integral, que tenga en cuenta todas las dimensiones de la persona humana y no solo aquellas inmediatamente \u00fatiles y rentables para la producci\u00f3n y el consumo; que desarrolle con especial cuidado aquellos aspectos a los que los j\u00f3venes de hoy son m\u00e1s sensibles y abiertos: como la afectividad, el cuerpo, la naturaleza; valores como la paz, la solidaridad, la libertad; la participaci\u00f3n, la creatividad, el di\u00e1logo; la b\u00fasqueda de sentido, la interioridad, la calidad de vida…
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\nLas instituciones educativas y pastorales deben transformarse en verdaderas comunidades educativas en las que todos los participantes a la obra educativa, los mismos j\u00f3venes, los educadores, las familias, se sientan identificados con un cuadro de valores compartido, asuman solidariamente un mismo proyecto educativo y colaboren activamente a su realizaci\u00f3n, favorezcan una red de relaciones interpersonales positiva y din\u00e1mica, promuevan metodolog\u00edas de trabajo y de acci\u00f3n realmente participativas y corresponsables.
\n <\/p>\n\n
\nLa pastoral en un colegio cat\u00f3lico no debe ser como un a\u00f1adido religioso a una cultura, a un ambiente y a una estructura neutra o indiferente al modelo de vida inspirado en el Evangelio. La pastoral es la cualidad que queremos dar a todo el conjunto de la vida escolar, sobre todo a aquellos elementos que le son m\u00e1s propios, como es la cultura, la metodolog\u00eda, la disciplina, etc. Queremos que todos estos elementos est\u00e9n inspirados y promuevan una visi\u00f3n de la vida y de la realidad abierta a los valores del Evangelio de Jes\u00fas, favorezcan una actitud de b\u00fasqueda y de profundizaci\u00f3n de un sentido de la vida integral y trascendente, ofrezcan a los creyentes la oportunidad de un di\u00e1logo cr\u00edtico y positivo entre la cultura y su fe.
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\nEl colegio cat\u00f3lico debe traducir a la pr\u00e1ctica las condiciones apuntadas en la respuesta anterior y resistir con decisi\u00f3n a la presi\u00f3n ambiental que le empuja a centrar su calidad en los \u00e9xitos acad\u00e9micos, en la eficacia de su disciplina, en la promoci\u00f3n de los \u201cmejores\u201d. En este sentido el colegio cat\u00f3lico debe asumir una actitud verdaderamente contracultural, ofreciendo a todos, con respeto, pero tambi\u00e9n con decisi\u00f3n y claridad, una cultura de la vida y de la solidaridad, una educaci\u00f3n integral y abierta a la dimensi\u00f3n religiosa de la persona, un compromiso decidido por los m\u00e1s pobres y los m\u00e1s d\u00e9biles.
\n <\/p>\n\n
\nHace ya seis a\u00f1os D. Vecchi hab\u00eda escrito, en su carta sobre las nuevas pobrezas, que la educaci\u00f3n es la aportaci\u00f3n m\u00e1s espec\u00edfica y original que, como salesianos, podemos ofrecer para la prevenci\u00f3n y lucha contra las nuevas pobrezas. Cada vez me doy m\u00e1s cuenta de la verdad de esta afirmaci\u00f3n. Hoy las nuevas pobrezas de los j\u00f3venes son consecuencia en una gran medida de ciertas concepciones de la vida que privilegian el provecho individual sobre el bien com\u00fan, un progreso r\u00e1pido y f\u00e1cil m\u00e1s que un desarrollo sostenible y accesible para todos, la prioridad de los intereses econ\u00f3micos por encima de todo, y, muchas veces, contra los valores sociales y culturales. No basta pues la b\u00fasqueda de soluciones inmediatas, es necesario un trabajo de educaci\u00f3n que promueva nuevos modelos de conducta y de vida que traduzcan a lo concreto la cultura del otro frente al individualismo posesivo, la cultura de la sobriedad frente al consumo, la globalizaci\u00f3n de la solidaridad frente a la exclusi\u00f3n de los d\u00e9biles.
\nComo Familia Salesiana, extendida por todo el mundo, con multiplicidad de recursos y con un rico patrimonio espiritual, tenemos grandes posibilidades y al mismo tiempo una enorme responsabilidad para promover, en un esfuerzo colectivo, proyectos concretos en los que, adem\u00e1s de responder a las necesidades inmediatas de los j\u00f3venes, se promueva un estilo de vida m\u00e1s solidario y generoso.
\n
\nEn algunos pa\u00edses de Am\u00e9rica Latina, por ejemplo, la acci\u00f3n conjunta de diversos grupos de la Familia Salesiana, en colaboraci\u00f3n con otras personas e instituciones, ha creado todo un movimiento social que ha promovido leyes y consejos para la defensa de los derechos de los menores; en otros pa\u00edses de Europa, diversas organizaciones de voluntariado social y misionero van creando todo un amplio movimiento de solidaridad y de colaboraci\u00f3n con pa\u00edses y pueblos en v\u00edas de desarrollo; el trabajo a favor de los muchachos de la calle, las iniciativas para ayudar a los muchachos y muchachas que est\u00e1n fuera del sistema escolar oficial, est\u00e1n suscitando una nueva sensibilidad y una concreta voluntad de colaboraci\u00f3n en muchas inspector\u00edas, grupos y asociaciones.
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\nPosibilidades existen, pero se debe trabajar en red, con proyectos concretos y compartidos, con constancia y sistematicidad, aprovechando todos los recursos y posibilidades que hoy nos ofrecen la enorme variedad de obras y presencias que animan los diversos grupos de la Familia Salesiana en todo el mundo. \u00bfPor qu\u00e9 en vez de oponer obras y estructuras en una dial\u00e9ctica est\u00e9ril y destructiva no nos comprometemos a aportar cada uno la propia originalidad y colaborar entre todos a la promoci\u00f3n integral de los j\u00f3venes, sobre todo los m\u00e1s pobres? \u00bfPor qu\u00e9 no comprometer a todos los componentes de las comunidades educativas de nuestra escuelas, centros de formaci\u00f3n profesional, parroquias, Oratorios, en proyectos concretos de atenci\u00f3n a los m\u00e1s pobres?
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\nHace pocos meses tuvo lugar en Barcelona un encuentro europeo para afrontar concretamente este tema; fue el punto de llegada de muchos esfuerzos, iniciativas y reflexiones que se han ido realizando en estos \u00faltimos a\u00f1os en las diversas inspector\u00edas de la Europa salesiana. Al mismo tiempo, en \u00e9l se pretend\u00eda se\u00f1alar algunas l\u00edneas y criterios de acci\u00f3n que orientasen y relanzasen el compromiso salesiano entre los inmigrantes.
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\nConsidero que en documento final se han expresado muy bien los rasgos de una pastoral salesiana ante el fen\u00f3meno de las migraciones: una pastoral juvenil que \u201cpromueva el aprendizaje intercultural, abierta a la inserci\u00f3n, con un comportamiento \u00e9tico universal basado en la cultura de la solidaridad, de la autenticidad, del di\u00e1logo interreligioso, de la construcci\u00f3n de relaciones de paz y de respeto entre hombre y mujer, a partir de la propia identidad\u201d.
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\nHay que ser conscientes que vivimos en un mundo que si, de una parte, est\u00e1 m\u00e1s globalizado, de otra aparece cada vez m\u00e1s dividido por diversidades culturales, sociales, econ\u00f3micas, pol\u00edticas, religiosas. Ello presenta nuevos desaf\u00edos a la formaci\u00f3n, el principal de ellos es la educaci\u00f3n a la interculturalidad. \u00c9sta es a mi parecer la clave de soluci\u00f3n del dif\u00edcil problema de llegar a armonizar la unidad de la humanidad en la diversidad de los pueblos que la componen. Implica una pedagog\u00eda de la acogida de las diferencias, de la cultura del di\u00e1logo y de la reciprocidad, de la solidaridad y de la paz. Esto solo es posible en la medida que descubramos que hay valores trasnculturales, validos siempre y en todas partes, y que vivi\u00e9ndolos en nuestras comunidades religiosas y educativas lleg\u00e1ramos a ser personas de comuni\u00f3n. Como nos recordaba el Papa en la Exhortaci\u00f3n apost\u00f3lica Vita consecrata<\/em> (51), las comunidades multiculturales e internacionales se revelan en muchas partes testimonios significativos y \u00e1mbitos de adiestramiento al sentido de la comuni\u00f3n entre los pueblos, razas y culturas.
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\nEn este sentido las l\u00edneas de acci\u00f3n del encuentro de Barcelona hablan de educar a los valores de la multiculturalidad, a partir de una base \u00e9tica compartida, de una educaci\u00f3n en la honradez y en la ciudadan\u00eda, con una atenci\u00f3n especial al di\u00e1logo interreligioso, favoreciendo una acogida incondicional de las personas, promoviendo su protagonismo, favoreciendo entre ellos la presencia de mediadores culturales que faciliten el di\u00e1logo entre las diversas culturas. Se pide tambi\u00e9n que la atenci\u00f3n a la inmigraci\u00f3n se inserte en el proyecto educativo-pastoral de cada inspector\u00eda, de modo que llegue a ser una realidad presente en toda obra trabajando siempre m\u00e1s en red.
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\nTodo esto supone un cambio de mentalidad tanto entre los salesianos como entre los miembros de nuestras comunidades educativas; promover una formaci\u00f3n a la interculturalidad y a la diversidad como riqueza, mediante experiencias de trabajo intercultural convenientemente reflexionadas y evaluadas, la inserci\u00f3n en las comunidades educativas de los mismos inmigrantes como colaboradores. Gracias a Dios todas estas l\u00edneas ya han empezado a ser realidad en muchas de nuestras inspector\u00edas; se trata de extenderlas y de lograr que sean patrimonio y realidad en todas nuestras presencias.
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\nPara acercar la Iglesia a los\/as j\u00f3venes ante todo debemos amarla profundamente, tambi\u00e9n la Iglesia oficial o institucional, y este amor hacerlo sentir a los j\u00f3venes, ayud\u00e1ndoles a descubrir los valores y las realidades positivas que hay en ella, los signos de la presencia y de la acci\u00f3n de Dios. Es lo que hizo don Bosco en su tiempo ante la avalancha de propaganda protestante que desorientaba y turbaba la fe sencilla de la gente y de los j\u00f3venes. Don Bosco, con un lenguaje sencillo, ameno y asequible a todos, da a conocer la historia de la Iglesia, y del Papado, las vidas de santos y de personas buenas, propaga devociones y pr\u00e1cticas piadosas populares y adaptadas a los j\u00f3venes. Con todo ello fortalece su amor a la Iglesia y robustece su fe.
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\nHoy los j\u00f3venes han demostrado que son muy sensible y abiertos a estos valores de la fe y de la Iglesia. La persona del Papa y sus encuentros multitudinarios con los j\u00f3venes, las Jornadas Mundiales de la Juventud, el florecimiento de movimientos juveniles, son algunos de estos signos que, como educadores, hemos de valorar y aprovechar.
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\nTambi\u00e9n hemos de acompa\u00f1ar a los j\u00f3venes para que puedan vivir y expresar la fe de la Iglesia, su liturgia y su oraci\u00f3n con su lenguaje y estilo joven, sin desnaturalizarla o superficializarla. Es una tarea educativa importante que nos exige ser aut\u00e9nticos maestros de espiritualidad juvenil, que, a trav\u00e9s de los signos y de los lenguajes juveniles, somos capaces de vehicular y hacer vivir una verdadera experiencia de fe y de Dios. En esto deber\u00edan jugar un papel importante nuestras comunidades y los grupos de la Familia Salesiana, que deber\u00edan ser para los j\u00f3venes im\u00e1genes significativas de una Iglesia cercana a ellos, abierta y dialogante, apasionada por Jes\u00fas y por su misi\u00f3n de vida plena, comunidades felices, profundas y sensibles al mundo de los j\u00f3venes de modo que fueran verdaderas experiencias de iglesia y escuelas de oraci\u00f3n eclesial.
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\nHoy no basta el compromiso por los dem\u00e1s para acercar la Iglesia a los j\u00f3venes, es necesario que este compromiso sin perder nada en su radicalidad manifieste claramente su fuente y sus motivaciones m\u00e1s profundas, el Dios de Jes\u00fas, su amor y su proyecto de salvaci\u00f3n que se realiza a trav\u00e9s de la comunidad de los creyentes, presidida por sus pastores.
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