{"id":9338,"date":"2003-04-01T00:00:25","date_gmt":"2003-03-31T22:00:25","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=9338"},"modified":"2003-04-01T00:00:25","modified_gmt":"2003-03-31T22:00:25","slug":"la-llamada-del-otro","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/la-llamada-del-otro\/","title":{"rendered":"La llamada del otro"},"content":{"rendered":"<p style=\"text-align: right\"><em>\u00abNo oprimir\u00e1s ni vejar\u00e1s al emigrante, <\/em><\/p>\n<p style=\"text-align: right\"><em>porque emigrantes fuisteis vosotros en Egipto<\/em> \u00bb (\u00c9x 22, 20).<\/p>\n<p style=\"text-align: right\"><em>\u00abPorque fui emigrante <\/em><\/p>\n<p style=\"text-align: right\"><em>y me acogisteis \u00bb <\/em>(Mt 25, 35).<\/p>\n<h4><\/h4>\n<p><strong>La presencia de nuevos vecinos<\/strong><br \/>\n&nbsp;<br \/>\nLos movimientos migratorios han existido desde que el ser humano empez\u00f3 a serlo. Los paleont\u00f3logos coinciden en afirmar que nuestro com\u00fan antepasado, el <em>homo sapiens<\/em>, fue un viajero infatigable, y debido a ello nosotros somos los que somos y vivimos donde vivimos. En este comienzo del siglo XX, el mundo occidental experimenta un flujo inmigratorio muy significativo, que en nuestro pa\u00eds, en concreto, se ha retrasado unas d\u00e9cadas, pero ha irrumpido con mucha fuerza y rapidez, lo que hace m\u00e1s llamativo en su percepci\u00f3n el hecho. As\u00ed, la poblaci\u00f3n aut\u00f3ctona tiene esa sensaci\u00f3n que describ\u00eda hace ya unos a\u00f1os Joan Manuel Serrat: \u201cDisculpe el se\u00f1or, pero, mientras estamos hablando, miles y miles vienen y siguen llegando\u201d. As\u00ed pues, la presencia mayor de <em>nuevos vecinos<\/em> entre nosotros es un hecho que todos tenemos muy presente.<br \/>\n&nbsp;<br \/>\nNo podemos olvidar que para nadie es agradable exiliarse de su tierra y de su cultura. El fracaso de los planes de desarrollo de los a\u00f1os 60 y 70, la acentuaci\u00f3n de la pobreza del Tercer Mundo y el incremento del abismo Norte-Sur con los procesos de globalizaci\u00f3n econ\u00f3mica en los 90 y en este comienzo del siglo XXI \u2013por causas complejas que ahora no entramos a analizar- explican los actuales flujos migratorios.<br \/>\nEl caso es que esta nueva presencia es una prueba de fuego para el discurso de tolerancia, de aprecio de la diferencia y del mestizaje cultural que elabor\u00f3 el pensamiento europeo posmoderno desde los 70 para ac\u00e1. Una reflexi\u00f3n m\u00e1s profunda, como la construida por Levinas, insiste en que la presencia del <em>otro<\/em>, del diferente y distinto, siempre enriquece al ser humano, que se constituye como persona si se relaciona con otras personas. La riqueza es mayor si la diferencia es grande. El rostro del otro, del extra\u00f1o, es espejo que me ayuda a conocerme y hacerme como persona.<br \/>\n&nbsp;<br \/>\n<strong>Empiezan los problemas<\/strong><br \/>\n&nbsp;<br \/>\nPero no podemos ser ingenuos. Del aprecio al \u201c<em>otro\u201d<\/em> al temor o al odio hay un camino corto que se recorre con frecuencia. Peter Berger nos ha mostrado que la presencia en una misma sociedad de culturas diversas crea una serie de inseguridades y miedos en la sociedad. Se da una \u201ccontaminaci\u00f3n o disonancia cultural\u201d que puede llegar a ser muy conflictiva y despertar en nosotros los monstruos dormidos del pasado (recordemos el fen\u00f3menos del <em>lepenismo<\/em> en la vecina y tradicionalmente progresista Francia). Recientemente el italiano Giovanni Sartori, en su obra <em>La sociedad multi\u00e9tnica,<\/em> ha planteado los problemas de convivencia que est\u00e1n surgiendo con bastante crudeza.<br \/>\nOtras manifestaciones culturales m\u00e1s cercanas a la opini\u00f3n p\u00fablica, como el cine, est\u00e1n poniendo de relieve estas dificultades. Recordemos la pel\u00edcula de Ridley Scott <em>Alien,<\/em> que explotaba brillantemente la met\u00e1fora del terror a lo desconocido, a lo extra\u00f1o y diferente (Alien significa extra\u00f1o, ajeno&#8230;; o sea, <em>el otro como peligro<\/em>, ya no como posibilidad de enriquecimiento). El t\u00edtulo y la atm\u00f3sfera asfixiante se la pel\u00edcula <em>Los Otros<\/em>, del espa\u00f1ol Amen\u00e1bar, es otra versi\u00f3n del mismo problema. Ese miedo acent\u00faa y engrandece las dificultades, y m\u00e1s cuando cierto smedios de comunicaci\u00f3n incrementan y manipulan por intereses inconfesables la percepci\u00f3n de problemas que no podemos negar que existen. Los mecanismos de justificaci\u00f3n son infinitos: \u201cNo es que yo sea racista, pero&#8230;; no es que yo sea xen\u00f3fobo, pero lo que no se puede negar es que&#8230;\u201d Adem\u00e1s delos problemas de convivencia, se dan las situaciones verdaderamente dram\u00e1ticas que ponen en duda la condici\u00f3n misma de personas de demasiados hombres y mujeres: las muertes en el mar, las condiciones de trabajo de explotaci\u00f3n vergonzosa, las mafias que comercian con vidas humanas, la prostituci\u00f3n y la trata de blancas, el abandono y desamparo de un n\u00famero alarmante de menores&#8230;<br \/>\n&nbsp;<br \/>\n<strong>Respuestas pastorales<\/strong><br \/>\n&nbsp;<br \/>\nEl reto para las comunidades cristianas es enorme. En el caso que nos ocupa, el programa nos viene marcado por Jes\u00fas mismo en la par\u00e1bola del Buen Samaritano. No podemos mirar para otro lado ante el grito \u201c\u00bfQu\u00e9 has hecho de tu hermano?\u201d (Gen 4, 9). La actualidad de estas palabras del Concilio Vaticano II nos sorprenden y nos se\u00f1alan caminos: \u201cCon respecto a los trabajadores que provienen de otros pa\u00edses o de otras regiones y que prestan su cooperaci\u00f3n al crecimiento econ\u00f3mico de una naci\u00f3n o una provincia, se ha de evitar toda discriminaci\u00f3n en materia de remuneraci\u00f3n o de condiciones de trabajo. Adem\u00e1s, la sociedad entera, en particular los poderes p\u00fablicos, debe acogerlos como a personas, no como simple mano de obra \u00fatil a la producci\u00f3n; deben facilitar la presencia de sus familias junto a ellos, ayudarles a procurarse un alojamiento decente y facilitar su incorporaci\u00f3n a la vida social del pa\u00eds o de la regi\u00f3n que los acoge\u201d (GS 66).<br \/>\nEn concreto, en el campo de la pastoral juvenil, urge la atenci\u00f3n a menores y j\u00f3venes inmigrantes \u2013y se est\u00e1n realizando acciones prof\u00e9ticas muy satisfactorias- y la concienciaci\u00f3n y educaci\u00f3n para la convivencia para los j\u00f3venes del pa\u00eds que recibe a inmigrantes. Por ello, hay que invertir en convivencia sanamente intercultural, evitando el mero pluriculturalismo en el sentido de \u201cyuxtaposici\u00f3n de culturas\u201d, como se indica en los estudios que presentamos. Tambi\u00e9n aqu\u00ed, la educaci\u00f3n es el camino largo y costoso, pero el \u00fanico con garant\u00edas de ofrecer soluciones humanizantes.<br \/>\n&nbsp;<\/p>\n<p style=\"text-align: right\">\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 <strong>Jes\u00fas Rojano Mart\u00ednez<\/strong><\/p>\n<p style=\"text-align: right\">\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 misionjoven@pjs.es<\/p>\n<p>&nbsp;<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"<p>\u00abNo oprimir\u00e1s ni vejar\u00e1s al emigrante, porque emigrantes fuisteis vosotros en Egipto \u00bb (\u00c9x 22, 20). \u00abPorque fui emigrante y me acogisteis \u00bb (Mt 25, 35). 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