{"id":12831,"date":"1997-01-01T06:21:12","date_gmt":"1997-01-01T04:21:12","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=12831"},"modified":"1997-01-01T06:21:12","modified_gmt":"1997-01-01T04:21:12","slug":"curacion-del-drogadicto","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/blog\/curacion-del-drogadicto\/","title":{"rendered":"Curaci\u00f3n del drogadicto"},"content":{"rendered":"
[vc_row][vc_column][vc_column_text]En aquel tiempo un joven se acerc\u00f3 a Jes\u00fas. Por sus ojos h\u00famedos y el temblor de sus manos supieron todos que era drogadicto.<\/p>\n
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– Maestro, te lo suplico, apaga esta sed que me abrasa. Desde hace d\u00edas me niegan el agua en las posadas y me rehuyen los caminantes. Noto que las fuerzas poco a poco me abandonan pero no quiero morir. Ay\u00fadame. T\u00fa eres la Medicina Suprema, el Hombre Que Nos Cura.<\/p>\n
Jes\u00fas, conmovido por aquella Fe, sonri\u00f3 dulcemente. Le pregunt\u00f3:<\/p>\n
– \u00bfCuantos a\u00f1os tienes?<\/p>\n
– Diecisiete, Se\u00f1or.<\/p>\n
Cristo tom\u00f3 las manos del joven, secas y fr\u00e1giles, entre las suyas y elev\u00f3 los ojos. Al instante cerraron las heridas y desaparecieron los temblores. De la muchedumbre surgi\u00f3 un murmullo, pues la curaci\u00f3n de drogadictos estaba prohibida, pero un gesto del Maestro impuso Silencio:<\/p>\n
– \u00a1Ay de aquellos que desprecien a estos hermanos suyos y les llamen impuros! M\u00e1s les valdr\u00eda errar por sus barrios y caer en sus pozos. Pues sabed que en los perseguidos vive el Padre y que un gramo de su Fe vale m\u00e1s que toda vuestra cosecha de oraciones y sa\u00adcrificios. Ellos os preceder\u00e1n en el Reino.<\/p>\n
Y, abri\u00e9ndose camino entre el gent\u00edo, abandon\u00f3 la ciudad seguido de sus disc\u00edpulos m\u00e1s fieles. El joven al que hab\u00eda curado se uni\u00f3 para siempre a ellos.<\/p>\n
PISTAS PARA EL DI\u00c1LOGO<\/strong><\/p>\n [\/vc_column_text][\/vc_column][\/vc_row]<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" [vc_row][vc_column][vc_column_text]En aquel tiempo un joven se acerc\u00f3 a Jes\u00fas. Por sus ojos h\u00famedos y el temblor de sus manos supieron todos que era drogadicto. – Maestro, te lo suplico, apaga esta sed que me abrasa. Desde hace d\u00edas me niegan el agua en las posadas y me rehuyen los caminantes. Noto que las fuerzas […]<\/p>\n","protected":false},"author":10,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[784,229,251],"tags":[],"class_list":["post-12831","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-1997-cuaderno-joven","category-cuaderno-joven","category-parabola"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/12831","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/wp-json\/wp\/v2\/users\/10"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=12831"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/12831\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=12831"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=12831"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=12831"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}\n