{"id":12919,"date":"1997-05-01T07:30:26","date_gmt":"1997-05-01T05:30:26","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=12919"},"modified":"1997-05-01T07:30:26","modified_gmt":"1997-05-01T05:30:26","slug":"tres-colores-rojo","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/blog\/tres-colores-rojo\/","title":{"rendered":"Tres colores: Rojo"},"content":{"rendered":"

Rojo\u00a0<\/em>es el tercer t\u00edtulo de la trilog\u00eda que\u00a0Kieslowski\u00a0<\/em>dedic\u00f3 a los tres grandes principios inspiradores de la Revoluci\u00f3n Francesa y, por extensi\u00f3n, de las modernas democracia, occidentales: la libertad, la igual\u00addad y la\u00a0fraternidad.\u00a0<\/em>El director polaco plantea la traducci\u00f3n de estas grandes utop\u00edas c\u00edvicas gen\u00e9ricas en la vida cotidiana y concreta de una serie de personajes que deben afrontar momentos cruciales de su existencia. El t\u00edtulo que hoy comentamos sit\u00faa en el eje de su discurso la fraternidad como principio rector de las relaciones humanas: una joven modelo, que representa la inocencia, la confianza en el pr\u00f3jimo y en la vida, entra en contacto con un juez jubilado, mis\u00e1ntropo a causa de una traici\u00f3n amorosa e incapaz de creer en ninguna verdad, quien vive encerrado en su casa con la \u00fanica compa\u00f1\u00eda humana de su propia amargura. Desde all\u00ed, se dedica a espiar las conversaciones telef\u00f3nicas de sus vecinos. De la relaci\u00f3n en\u00adtre estos dos seres brotar\u00e1 un flujo de ternura y comprensi\u00f3n, una fraternidad suficiente para hacer madu\u00adrar a la joven y para dulcificar el car\u00e1cter hura\u00f1o del anciano. En paralelo a\u00a0la\u00a0historia de estos dos perso\u00adnajes, conoceremos la trayectoria de un opositor a juez (\u00e1lter ego del protagonista, encarnaci\u00f3n presente de su pasado) que sufre un desenga\u00f1o amoroso semejante al que padeci\u00f3 el jurista hace a\u00f1os. Sin embar\u00adgo, al final de la funci\u00f3n, la modelo y el joven coinciden sorprendentemente. Se insin\u00faa una futura relaci\u00f3n amorosa entre ambos, con la cual culminar\u00e1 el procesa de rehumanizaci\u00f3n del viejo juez, quien ver\u00e1 disi\u00adpados as\u00ed, de forma simb\u00f3lica, todos sus fantasmas pret\u00e9ritos en ese amor que retoma con otros protago\u00adnistas su propia historia sentimental.<\/p>\n

Hemos tra\u00eddo a colaci\u00f3n esta inusual aproximaci\u00f3n art\u00edstica por parte de un autor consagrado a un valor \u00e9tico fundamental y a una concepci\u00f3n en\u00a0positivo\u00a0de la existencia, porque esta apertura hacia perspectivas m\u00e1s alentadores sobre la vida humana parece tornarse cada vez m\u00e1s habitual en el cine con intenciones humanistas. En los \u00faltimos a\u00f1os, frente a una tendencia general hacia ciertas formas de existencialismo exacerbado, a trav\u00e9s de pinturas tenebristas del mundo contempor\u00e1neo, comienzan a surgir \u00f3pticas alter\u00adnativas, soluciones cinematogr\u00e1ficas esperanzadas frente al cataclismo presentido en este fin de siglo. Para que entendamos lo que estamos planteando, diremos que existe un cine que, independientemente de su calidad est\u00e9tica, recrea una realidad de tonos negr\u00edsimos; un cine caracterizado por levantar mundos imagi\u00adnarios que van a la deriva en la estela del fracaso, la destrucci\u00f3n y la muerte. En todas estas piezas encon\u00adtramos una desconfianza radical en nuestras modernas sociedades, maquinarias perversas que anulan a los individuos, los deshumanizan y a\u00edslan. Tampoco sale nada bien parada la propia condici\u00f3n\u00a0humana, reduc\u00adto donde se incuban en condiciones ideales las m\u00e1s diversas formas de la degradaci\u00f3n y la ruina. El cine de psic\u00f3patas, tan en boga en los \u00faltimos a\u00f1os,\u00a0es\u00a0un buen\u00a0indicio de\u00a0esta\u00a0inclinaci\u00f3n al desastre.\u00a0Seven<\/em>\u00a0o\u00a0El silencio de los corderos,<\/em>\u00a0por citar dos ejemplos harto conocidos, revelan con crudeza los entresijos inexpli\u00adcablemente da\u00f1ados del alma humana. El cine negro o\u00a0el\u00a0cine sobre j\u00f3venes, del que ya hemos hablado en otros n\u00fameros de esta secci\u00f3n, pulsa con mayor\u00a0o\u00a0menor intensidad estas mismas teclas de un desafinado y poco prometedor futuro:\u00a0pesimismo, desilusi\u00f3n, p\u00e9rdida… son las notas dominantes.<\/p>\n

Dec\u00edamos, sin embargo, que obras como\u00a0Rojo\u00a0<\/em>se sit\u00faan relativamente en el otro fiel de la balanza. M\u00e1s que c\u00e1ndidas declaraciones de intenci\u00f3n, estas pel\u00edculas de carga menos t\u00e9trica aportan posibles v\u00edas de salida a un momento hist\u00f3rico que no dejan de reconocer en crisis. No estamos, por tanto, ante un ejerci\u00adcio autocomplaciente de manique\u00edsmo\u00a0al\u00a0servicio de\u00a0los\u00a0buenos prop\u00f3sitos, sino ante una s\u00f3lida apuesta por generar textos que planten cara, desde el arte, al avance del caos. Dos de las pel\u00edculas m\u00e1s interesan\u00adtes de la temporada pasada,\u00a0Secretos y mentiras<\/em>\u00a0y\u00a0Rompiendo las olas,\u00a0<\/em>recreaban ambientes donde acaba por cuajar cierto equilibrio, cierta armon\u00eda, cierta forma todav\u00eda poco s\u00f3lida de esperanza. Pero no se trata de ejemplos aislados: el cine de Kiarestami (con sus soberbias\u00a0Y la vida\u00a0<\/em>contin\u00faa\u00a0<\/em>y\u00a0A trav\u00e9s de los olivos<\/em>), de G. Amelia\u00a0(Lamerica),\u00a0<\/em>el L. Dasdam\u00a0de Grand Canyon,\u00a0<\/em>incluso el Woody Allen de\u00a0Todos dicen\u00a0<\/em>te\u00a0<\/em>quiero,\u00a0<\/em>apuestan por volver a empezar, por dar una segunda oportunidad a la rueda del destino, por renunciar a una senda, la del nihilismo, que amenaza con desembocar en un callej\u00f3n sin salida.<\/p>\n

<\/h3>\n

Jes\u00fas ViIlegas<\/h3>\n

<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

Rojo\u00a0es el tercer t\u00edtulo de la trilog\u00eda que\u00a0Kieslowski\u00a0dedic\u00f3 a los tres grandes principios inspiradores de la Revoluci\u00f3n Francesa y, por extensi\u00f3n, de las modernas democracia, occidentales: la libertad, la igual\u00addad y la\u00a0fraternidad.\u00a0El director polaco plantea la traducci\u00f3n de estas grandes utop\u00edas c\u00edvicas gen\u00e9ricas en la vida cotidiana y concreta de una serie de personajes que […]<\/p>\n","protected":false},"author":10,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","inline_featured_image":false,"footnotes":""},"categories":[784,229,253],"tags":[],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/12919"}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/wp-json\/wp\/v2\/users\/10"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=12919"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/12919\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=12919"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=12919"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=12919"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}