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Seg\u00fan la \u00faltima encuesta de la Fundaci\u00f3n Santa Mar\u00eda, los j\u00f3venes espa\u00f1oles muestran escaso inter\u00e9s por la religi\u00f3n (el 48% dice que la religi\u00f3n no es nada importante): solamente en 10 a\u00f1os, los j\u00f3venes cat\u00f3licos se han reducido m\u00e1s de un 20% y actualmente solo un tercio (33%) se consideran cat\u00f3licos.<\/p>\n
Sin embargo, aumenta la influencia de las creencias en la vida cotidiana de los j\u00f3venes. No necesariamente identificadas con las tradiciones religiosas monote\u00edstas. Es curioso que \u201cel 68 % de los j\u00f3venes cree en el karma y en torno a la cuarta parte en las artes m\u00e1gicas: brujer\u00eda, chama- nismo, personas con poderes especiales; la predicci\u00f3n del futuro (leer las manos, tarots, hor\u00f3s- copos, astrolog\u00eda etc). Resulta muy llamativo, asimismo, que esta explosi\u00f3n<\/i> <\/i>posmoderna<\/i> <\/i>de<\/i> <\/i>lo<\/i> <\/i>sagrado<\/i>, con la incorporaci\u00f3n de creencias ajenas al catolicismo, haya arraigado no tanto en lo no creyentes, como podr\u00eda pensarse, sino precisamente entre los \u2018cat\u00f3licos practicantes\u2019 y los \u2018muy practicantes\u2019, que es entre quienes en mayor grado se han asentado este tipo de creencias\u201d.<\/p>\n
Para muchos hombres y mujeres de nuestro tiempo, Dios ha dejado de ser \u201cun problema\u201d… Sencillamente, no interesa. Hemos escuchado a mucha gente decir \u201cYo soy agn\u00f3stico\u201d. Y lo que realmente quieren decir es que no les interesa la religi\u00f3n, que les da igual o que no les preocupa. \u201cSer agn\u00f3stico\u201d es una postura creciente en la sociedad plural y secularizada de occidente y en esta \u201ctierra de nadie\u201d, muchos han aprendido a vivir sin Dios. Para los que se sit\u00faan en esta franja de la \u201cindiferencia religiosa\u201d, Dios es una hip\u00f3tesis innecesaria que nada tiene que ver con la vida de cada uno. La \u00e9tica, para casi todos, es algo privado m\u00e1s all\u00e1 de normas o creencias tra- dicionales. Se puede vivir sin Dios y disfrutar del estrecho margen que la vida nos concede, sin dejar espacio a preguntas sobre el sentido o sobre el m\u00e1s all\u00e1 que nos distraen de lo inmediato y de lo aparentemente urgente.<\/p>\n
Como refleja la citada encuesta, no es dif\u00edcil percibir tambi\u00e9n a nuestro alrededor una especie de religi\u00f3n \u201cinvisible\u201d, relegada al \u00e1mbito de lo privado y que ha dejado espacio a otros fen\u00f3menos religiosos que van ganando terreno: fundamentalismos, sectas y otros movimientos esot\u00e9ricos hacen su agosto en el variopinto mercado actual. No pocos j\u00f3venes se entregan con pasi\u00f3n a lo que muchos llaman ya la \u201creligi\u00f3n sustitutiva\u201d: el deporte, la m\u00fasica, la noche\u00a0y otros fen\u00f3menos de masas han ocupado su lugar.<\/p>\n
En este cruce de caminos, la presencia del cristiano en medio de esta sociedad plural y secularizada debe hacerse \u201cpropuesta\u201d. A todos los indiferentes, el testimonio de vida del seguidor de Jes\u00fas y el anuncio que \u201cda raz\u00f3n de la propia esperanza\u201d (1 Pe 1, 13) no les deber\u00eda pasar desapercibidos. Puede que la fe est\u00e9 m\u00e1s a la intemperie que en otras situaciones, pero es el momento para la autenticidad y la coherencia de la propia vida entendida como servicio soli- dario en la causa de los hombres; es la ocasi\u00f3n para el anuncio sereno que se hace propuesta de vida y esperanza para el mundo.<\/p>\n
Los cristianos seremos cre\u00edbles cuando no renunciemos a ser lo que somos y no nos ca flemos escondidos en otras maneras de vivir adorando a otros dioses escondidos en los reco- vecos de la vida diaria. Seremos cre\u00edbles cuando dejemos transparentar que hay otra manera m\u00e1s fraterna y solidaria de vivir que se alimenta en la mesa cotidiana de la Eucarist\u00eda. Seremos significativos cuando, compasivos, nuestros ojos reflejen la mirada de ternura de Dios tenaz- mente empe\u00f1ado en que el hombre viva. Seremos – en fin – una palabra que merezca ser escu- chada cuando estemos definitivamente del lado de los m\u00e1s peque\u00f1os y nos empe\u00f1emos en sostener y alentar a los \u00faltimos. Entonces, solo entonces, estaremos diciendo a todos que Jesucristo nos ha revelado el rostro misericordioso de Dios dando sentido a nuestra historia.<\/p>\n
Por eso hemos querido reflexionar en MISI\u00d3N<\/b> <\/b>Joven sobre la necesidad de evangelizadores evangelizados en nuestras comunidades, esto es, de creyentes profundamente enraizados en Jesucristo que dejan que el Evangelio penetre en los vericuetos del coraz\u00f3n y transforme radicalmente su modo de vivir, haciendo cre\u00edble el anuncio. Hemos articulado la reflexi\u00f3n en torno a cuatro cualificados estudios:<\/p>\n Jos\u00e9 Miguel N\u00fa\u00f1ez<\/p>\n\n