{"id":20422,"date":"2021-12-01T11:54:53","date_gmt":"2021-12-01T11:54:53","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=20422"},"modified":"2025-01-07T12:04:29","modified_gmt":"2025-01-07T12:04:29","slug":"mision-joven-diciembre-2021-camino-creyente-y-crisis-de-fe","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/blog\/mision-joven-diciembre-2021-camino-creyente-y-crisis-de-fe\/","title":{"rendered":"Misi\u00f3n Joven | Diciembre 2021: Camino creyente y crisis de fe"},"content":{"rendered":"
[et_pb_section fb_built=\u00bb1″ _builder_version=\u00bb4.9.7″ _module_preset=\u00bbdefault\u00bb global_colors_info=\u00bb{}\u00bb][et_pb_row _builder_version=\u00bb4.9.7″ _module_preset=\u00bbdefault\u00bb global_colors_info=\u00bb{}\u00bb][et_pb_column type=\u00bb4_4″ _builder_version=\u00bb4.9.7″ _module_preset=\u00bbdefault\u00bb global_colors_info=\u00bb{}\u00bb][et_pb_text _builder_version=\u00bb4.14.1″ _module_preset=\u00bbdefault\u00bb global_colors_info=\u00bb{}\u00bb]<\/p>\n
Aprender a vivir es un noble oficio que nos ocupa toda la existencia. Cuando creemos que hemos alcanzado niveles sensatos de equilibrio personal y nuestro tren traquetea por pl\u00e1cidos valles nos sobreviene, as\u00ed \u2014de pronto\u2014, un descarrilamiento emocional, un descoloque vital, un choque frontal contra ti mismo al descubrir que has equivocado las claves existenciales. De buenas a primeras sopla el viento de otro lado; justo cuando hab\u00edas cogido el tranquillo a esto de vivir.<\/p>\n
No puede ser casualidad. Solo porque has vivido, te das cuenta de que podr\u00eda haber sido de otra manera. De no haber arriesgado, de no haber apostado con audacia, quiz\u00e1s los d\u00edas continuar\u00edan siendo pl\u00e1cidos a la sombra de un \u00e1rbol en tu jard\u00edn, con un buen libro en las manos y, de fondo, el murmullo de la vida cotidiana como una banda sonora sin sobresaltos. Pero la realidad es otra. En el camino de la fe, nadie te avisa de que de pronto tu cordada se rompe y quedas colgando de un arn\u00e9s a la espera de un rescate que parece que nunca va a llegar. En ese intervalo que va desde la suspensi\u00f3n en el vac\u00edo hasta el abrazo del rescatador, a uno le da tiempo de todo. De elevar muchas plegarias al cielo, de creer que te precipitar\u00e1s al<\/p>\n
abismo sin remedio y de so\u00f1ar con volver a poner los pies en el suelo prometi\u00e9ndote a ti mismo aprender de la lecci\u00f3n. Cuando por fin alguien te echa una manta encima para abrigar tu tiritera y te susurra \u201cya est\u00e1, todo ha terminado\u201d, abres los ojos agradecido a la vida que te da nuevas oportunidades y te aferras al deseo de intentarlo de nuevo con todas tus fuerzas sin nada que perder, definitivamente.<\/p>\n
Ocurre entonces que en tu nueva vida descubres que no hay m\u00e1s afanes en tu b\u00fasqueda que ser t\u00fa mismo, ni m\u00e1s anhelos que una existencia lograda en la que no traiciones a quienes quieres. Y, desde ese momento, todo cambia. Es una especie de \u00e9xodo interior en el que no anhelas ni cebollas ni ajos de ning\u00fan Egipto, ni sientes nostalgia de lo que fue, ni te interesa nada de lo que viviste. Solo quieres mirar hacia adelante dejando que la sed alumbre la b\u00fasqueda.<\/p>\n
Todos vivimos nuestro camino de Damasco. Una ca\u00edda, rodilla en tierra, que nos ciega por un tiempo. Despu\u00e9s de haber buscado en la tierra media de nuestras contradicciones, de haber sorteado huracanes y fuegos, de haber sobrevivido a terremotos y tempestades, hay otra brisa que nos susurra al o\u00eddo que es por aqu\u00ed. Y Dios sostiene. Y acompa\u00f1a. El camino creyente vive sus crisis. Y pueden ser oportunidades para descubrir que hay otras veredas. En el acompa\u00f1amiento de personas, agentes de pastoral, j\u00f3venes, adultos con mucho camino recorrido\u2026 necesitamos hacernos compa\u00f1eros de viaje tambi\u00e9n en situaciones oscuras,<\/p>\n
momentos de dolor y desconcierto o cuando todo parece haber perdido el sentido. Los j\u00f3venes viven \u2014en no pocas ocasiones\u2014 situaciones de incertidumbre y crisis existenciales que los descolocan, a las que no saben ponerle nombre o en las que no saben c\u00f3mo orientarse para encontrar una salida. Los agentes de pastoral, habiendo vivido en primera personas situaciones parecidas en nuestro propio camino, hemos de saber acompa\u00f1ar con maestr\u00eda todos estos momentos de oscuridad que requieren de puntos de referencia para orientarse en la espesura del bosque.<\/p>\n
Hemos querido reflexionar en este n\u00famero de MISI\u00d3N Joven sobre las crisis de fe en la experiencia creyente. Lo hemos hecho desde tres perspectivas complementarias: un acercamiento antropol\u00f3gico, una relectura de la experiencia de los grandes creyentes b\u00edblicos y la mirada de quien acompa\u00f1a procesos de crisis de distinta naturaleza en el coraz\u00f3n de hombres y mujeres creyentes:<\/p>\n
En este mes de diciembre, aprovecho para felicitar a todos nuestros lectores dese\u00e1ndoles una Navidad llena de luz. Que el a\u00f1o que estrenamos sea una nueva oportunidad para seguir recorriendo caminos pastorales con los j\u00f3venes a los que somos enviados y podamos hacer resonar en medio de ellos la Palabra de Dios que en estos d\u00edas celebramos en la peque\u00f1ez de un reci\u00e9n nacido. \u00a1Feliz Navidad!<\/p>\n