[et_pb_section fb_built=\u00bb1″ _builder_version=\u00bb4.15″ _module_preset=\u00bbdefault\u00bb global_colors_info=\u00bb{}\u00bb][et_pb_row column_structure=\u00bb1_4,1_4,1_2″ _builder_version=\u00bb4.15″ _module_preset=\u00bbdefault\u00bb global_colors_info=\u00bb{}\u00bb][et_pb_column type=\u00bb1_4″ _builder_version=\u00bb4.15″ _module_preset=\u00bbdefault\u00bb global_colors_info=\u00bb{}\u00bb][\/et_pb_column][et_pb_column type=\u00bb1_4″ _builder_version=\u00bb4.15″ _module_preset=\u00bbdefault\u00bb global_colors_info=\u00bb{}\u00bb][\/et_pb_column][et_pb_column type=\u00bb1_2″ _builder_version=\u00bb4.15″ _module_preset=\u00bbdefault\u00bb global_colors_info=\u00bb{}\u00bb][et_pb_text _builder_version=\u00bb4.15.1″ _module_preset=\u00bbdefault\u00bb global_colors_info=\u00bb{}\u00bb]<\/p>\n
\nA ustedes les pido (a los j\u00f3venes) que tambi\u00e9n sean protagonistas de este\u00a0cambio. Sigan superando la apat\u00eda y ofreciendo una respuesta cristiana\u00a0a las inquietudes sociales y pol\u00edticas que se van planteando en diversas\u00a0partes del mundo. (\u2026) Sobre todo, de una manera o de otra, sean\u00a0luchadores por el bien com\u00fan, sean servidores de los pobres, sean protagonistas\u00a0de la revoluci\u00f3n de la caridad y del servicio, capaces de resistir\u00a0las patolog\u00edas del individualismo consumista y superficial (ChV 174).<\/p>\n<\/blockquote>\n
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Ya en el (des)encuentro de la primera iglesia con la cultura de su tiempo, las comunidades cristianas tuvieron necesidad de justificar su fe. La propuesta evang\u00e9lica era claramente contracultural\u00a0y aparec\u00eda aberrante, cuando no escandalosa, a los ojos de jud\u00edos y griegos que consideraban\u00a0a los seguidores de un tal Krestos una secta a todas luces enloquecida. El contexto de\u00a0la primera carta de Pedro nos describe, en las \u00faltimas d\u00e9cadas del primer siglo de nuestra era,\u00a0un ambiente claramente hostil contra los cristianos. Pero el autor de la carta invita a los bautizados\u00a0y catec\u00famenos a \u201cdar raz\u00f3n de vuestra esperanza a aquellos que os la pidieran, con\u00a0mansedumbre y respeto, teniendo buena conciencia\u201d (1Pe 3, 15-16). Todos sabemos c\u00f3mo\u00a0acab\u00f3 en muchas ocasiones esta actitud no beligerante de los cristianos que fueron odiados,perseguidos y ejecutados por ser lo que eran.<\/p>\n
Ha sido as\u00ed en muchos otros momentos de la historia. El testimonio (eso significa etimol\u00f3gicamente\u00a0el t\u00e9rmino \u201cm\u00e1rtir\u201d) forma parte de la vocaci\u00f3n cristiana. En diversas circunstancias,\u00a0los seguidores de Jes\u00fas han experimentado en carne propia el anuncio del Maestro:\u00a0\u201cBienaventurados ser\u00e9is cuando os injurien y os persigan y pronuncien falso testimonio contra\u00a0vosotros por causa m\u00eda\u201d (Mt 5, 11). Y en toda ocasi\u00f3n, la mansedumbre del Cristo invita a\u00a0no devolver violencia por violencia, a preferir tender la mano a golpear, a buscar el encuentro\u00a0a dilapidar puentes, a perdonar que a recrudecer el odio. \u201cDar raz\u00f3n de nuestra esperanza\u201d\u00a0es hoy \u2013 quiz\u00e1s m\u00e1s que nunca \u2013 la actitud necesaria para salir al paso de quienes siguen\u00a0demandando a los cristianos los por qu\u00e9 de nuestro modo de vivir. La m\u00edmesis nunca fue buena estrategia en la din\u00e1mica del Reino inaugurado por Jes\u00fas. Por el contrario, su propuesta\u00a0a contrapelo remueve las entra\u00f1as mismas de la historia para que pueda surgir una realidad\u00a0nueva seg\u00fan el coraz\u00f3n de Dios.<\/p>\n
Con el contexto de la invasi\u00f3n rusa en Ucrania de fondo y el rechazo de toda violencia ejercida\u00a0sobre otros buscando doblegar y oprimir, en el momento de redactar estas l\u00edneas, hemos\u00a0de afirmar alto y claro que no se carga de razones quien m\u00e1s grita. En una realidad pluricultural,\u00a0democr\u00e1tica y libre, los cristianos estamos llamados a dar raz\u00f3n de nuestra esperanza con\u00a0serenidad y respeto. Profundizar nuestra fe y formarnos adecuadamente; vivir con honestidad\u00a0y coherencia nuestro compromiso evang\u00e9lico, deber\u00eda ayudarnos a proponer con audacia\u00a0y valent\u00eda el nombre de Cristo. Hoy como ayer, necesitamos testigos que anuncien la buena\u00a0noticia de Dios para los peque\u00f1os y los pobres y lo hagan cargados de razones. Dialogar con la\u00a0cultura exige \u2014en este siglo XXI\u2014 hombres y mujeres que vivan su fe con credibilidad y que\u00a0sepan \u2014desde una formaci\u00f3n s\u00f3lida\u2014 ser propositivos en la inculturaci\u00f3n del mensaje cristiano\u00a0para que resuene en el coraz\u00f3n de la ciudad, all\u00ed donde m\u00e1s necesidad hay de luz y verdad.<\/p>\n
En nuestra revista MISI\u00d3N Joven<\/strong> nos hemos preguntado qu\u00e9 rasgos definen hoy a los seguidores\u00a0de Jes\u00fas para ser significativos en nuestras sociedades complejas. Nos hemos acercado\u00a0a la cuesti\u00f3n a trav\u00e9s de tres estudios incisivos y complementarios entre s\u00ed:<\/p>\n
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- Es un honor contar con la experiencia pastoral y la visi\u00f3n global sobre la Iglesia y la realidad\u00a0de nuestro mundo que nos ofrece el Cardenal arzobispo de Tegucigalpa Monse\u00f1or\u00a0Oscar Andr\u00e9s Rodr\u00edguez Maradiaga,<\/strong> que reflexiona sobre la dimensi\u00f3n prof\u00e9tica de la\u00a0fe en un mundo necesitado de testigos comprometidos y transformadores.<\/li>\n
- El director de la revista Vida Nueva, Jos\u00e9 Beltr\u00e1n Aragoneses, c<\/strong>on una mirada penetrante\u00a0sobre la realidad que conoce muy de primera mano por su oficio de informante y comunicador,\u00a0nos ofrece una visi\u00f3n interesant\u00edsima sobre los extremos, la confrontaci\u00f3n y la\u00a0ideologizaci\u00f3n de la fe en nuestra Iglesia, en ocasiones tan polarizada.<\/li>\n
- El te\u00f3logo de Comillas Santiago Garc\u00eda Mourelo<\/strong> nos aporta su reflexi\u00f3n, fundamentada\u00a0en su amplia experiencia como acompa\u00f1ante y educador en la fe de los j\u00f3venes, sobre los\u00a0rasgos que definir\u00edan hoy la experiencia creyente para que \u00e9sta sea aut\u00e9ntica y significativa.<\/li>\n
- Contamos tambi\u00e9n en este n\u00famero con la extraordinaria colaboraci\u00f3n de Monse\u00f1or Luc\u00a0Van Looy,<\/strong> obispo em\u00e9rito de Gante cuya reflexi\u00f3n titulada \u201cLa Iglesia con la que sue\u00f1o\u201d\u00a0es particularmente oportuna en el periodo de preparaci\u00f3n al s\u00ednodo en el que estamos\u00a0inmersos.<\/li>\n<\/ul>\n
No cabe duda de que estamos ante un tema relevante para nuestra praxis pastoral con j\u00f3venes\u00a0en un momento social y eclesial en el que, como nos recuerda el papa Francisco, hemos\u00a0de seguir creciendo en \u201cla conciencia de que es toda la comunidad la que los evangeliza y en\u00a0la urgencia de que ellos tengan un protagonismo mayor en las propuestas pastorales\u201d (ChV\u00a0202). Ojal\u00e1 estas p\u00e1ginas ayuden a seguir renovando nuestra pastoral juvenil y a ofrecer respuestas\u00a0significativas desde el evangelio a las urgentes necesidades de las personas.<\/p>\n
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