{"id":21259,"date":"2022-11-05T17:10:45","date_gmt":"2022-11-05T17:10:45","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/blog\/mision-joven-octubre-2022-jovenes-e-igualdad-2\/"},"modified":"2022-11-11T07:34:41","modified_gmt":"2022-11-11T07:34:41","slug":"mision-joven-noviembre-2022-dimension-comunitaria-de-la-fe","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/blog\/mision-joven-noviembre-2022-dimension-comunitaria-de-la-fe\/","title":{"rendered":"Misi\u00f3n Joven | Noviembre 2022: Dimensi\u00f3n comunitaria de la fe"},"content":{"rendered":"

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\u201cYo creo en Jes\u00fas, pero no en la Iglesia\u201d. Una vieja expresi\u00f3n que no dejamos de o\u00edr con cierta \u00a0frecuencia a nuestro alrededor.\u00a0<\/p>\n

Y sin embargo, la fe no puede vivirse en solitario. La experiencia cristiana, desde los or\u00edgenes,\u00a0ha sido compartida por aquellos que se han encontrado con Jes\u00fas, han descubierto la fuerza\u00a0irresistible de su mirada y han decidido seguirle, con todas las consecuencias, para anunciar\u00a0la Buena Noticia del Reino. Esta es la Iglesia, comunidad de los seguidores de Jes\u00fas, que nace\u00a0como expresi\u00f3n de la fraternidad y don del Esp\u00edritu derramado en Pentecost\u00e9s.<\/p>\n

Es verdad que en tantas ocasiones la Iglesia no logra ser significativa a causa de la vida l\u00e1nguida\u00a0de nuestras comunidades: celebraciones mortecinas, divisiones, poca acogida, falta de\u00a0compromiso\u2026 Pero el constatar que la realidad eclesial dista mucho de ser la ideal no nos\u00a0puede hacer renunciar a la convicci\u00f3n de que nuestra fe tiene una vivencia comunitaria que \u00a0le es esencial. Los cristianos no creemos en la Iglesia como meta y fin del acto de la fe sino que\u00a0\u201ccreemos\u201d en el Dios que se ha revelado en Jesucristo dentro de ella y con ella. Creemos a la\u00a0Iglesia como \u00e1mbito de nuestra experiencia cristiana, comunidad de los seguidores de Jes\u00fas\u00a0sostenida y alentada por la fuerza del Esp\u00edritu.<\/p>\n

Naturalmente, comprometidos con la comunidad creyente, debemos intentar dar pasos\u00a0que ayuden a la renovaci\u00f3n y a la autenticidad de nuestra Iglesia de manera que \u00e9sta llegue a\u00a0ser verdadera expresi\u00f3n de fraternidad y de solidaridad con los hombres y mujeres de nuestro\u00a0mundo. Con el esfuerzo de todos, necesitamos dar vida a nuestras celebraciones de la\u00a0fe, sentirnos m\u00e1s implicados en la tarea com\u00fan de transformaci\u00f3n de la realidad, dar pasos\u00a0decididos en la cercan\u00eda a los m\u00e1s abandonados, trabajar por el bien com\u00fan, hacer de nuestra\u00a0comunidad un espacio para la acogida, la comunicaci\u00f3n y la vivencia compartida de la fe.<\/p>\n

Una fe compartida que se expresa en el compromiso y en la celebraci\u00f3n cristiana donde el\u00a0encuentro en el nombre de Jes\u00fas se hace Palabra proclamada, mesa y comida compartidas,\u00a0fraternidad y compromiso por el Reino.<\/p>\n

No cabe duda de que, hoy como ayer, nos jugamos la \u201ccredibilidad\u201d de nuestra Iglesia en\u00a0la coherencia de los creyentes y en la veracidad de la comunidad cristiana. A pesar de tantas\u00a0\u201coscuridades\u201d, el testimonio de muchos hermanos nos muestra que el evangelio continua\u00a0teniendo una enorme fuerza de arrastre y que la llama de la santidad no se ha apagado:\u00a0de Charles de Foucauld a Edith Stein, de Helder Camara a madre Teresa, de M. Luther King a\u00a0monse\u00f1or Romero\u2026 un pu\u00f1ado de hombres y mujeres que, junto a tantos otros, han hecho\u00a0luminoso el testimonio del nombre de Jes\u00fas en nuestro mundo. Su compromiso con el evangelio,\u00a0cre\u00edble y aut\u00e9ntico, invita a la comunidad creyente a seguir siendo fuerza transformadora\u00a0para que un mundo diferente, seg\u00fan el coraz\u00f3n de Dios, sea posible.<\/p>\n

Bien sabemos de la dificultad, en ocasiones, para la participaci\u00f3n activa de los j\u00f3venes en la\u00a0vida de la comunidad cristiana. Como reconoce el Papa Francisco, \u201cse hace necesario ahondar\u00a0en la participaci\u00f3n de estos en la pastoral de conjunto de la Iglesia\u201d (ChV 202), evitando una\u00a0formaci\u00f3n exclusivamente doctrinal. El esfuerzo debe estar puesto en acompa\u00f1ar a los j\u00f3venes\u00a0en la comunidad asegurando que la propuesta formativa est\u00e9 centrada en dos grandes\u00a0ejes: \u201cuno es la profundizaci\u00f3n del kerygma, la experiencia fundante del encuentro con Dios\u00a0a trav\u00e9s de Cristo muerto y resucitado. El otro es el crecimiento en el amor fraterno, en la vida\u00a0comunitaria, en el servicio\u201d (ChV 213). De modo que, en orden a nuestra reflexi\u00f3n, bien podr\u00edamos\u00a0decir que cualquier plan de pastoral juvenil debe incorporar claramente medios y recursos\u00a0variados para ayudar a los j\u00f3venes a crecer en la fraternidad, a vivir como hermanos, a ayudarse\u00a0mutuamente, a crear comunidad, a servir a los dem\u00e1s, a estar cerca de los pobres (ChV 215).<\/p>\n

Hemos querido reflexionar en nuestra revista MISI\u00d3N <\/span>J<\/span>oven <\/span>obre la dimensi\u00f3n eclesial de\u00a0la fe y la necesidad de seguir acompa\u00f1ando procesos de crecimiento en la fe en los que la\u00a0dimensi\u00f3n comunitaria sea un criterio fundamental. Para ello, proponemos tres estudios que\u00a0nos ayudan a adentrarnos en el tema con profundidad:<\/p>\n