{"id":2458,"date":"2010-12-01T18:32:14","date_gmt":"2010-12-01T16:32:14","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/index2.php\/?p=2458"},"modified":"2010-12-01T18:32:14","modified_gmt":"2010-12-01T16:32:14","slug":"cuento-lucano-de-navidad","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/blog\/cuento-lucano-de-navidad\/","title":{"rendered":"Cuento lucano de Navidad"},"content":{"rendered":"

\u201cHa aparecido la humanidad y la benignidad de Dios\u201d. Lo le\u00edan en la iglesia por aquellos d\u00edas, lo comentaba el cura. Y uno cre\u00eda percibirlo al ver la ciudad tan iluminada, repletos los escaparates, y los ni\u00f1os como borrachitos inundados de juguetes in\u00fatiles.<\/p>\n

El se\u00f1or Gonsales i Esteve, cat\u00f3lico de toda la vida, militante de La Legi\u00f3n de Dios y padre de muchos hijos, pens\u00f3 que val\u00eda la pena buscar esa aparici\u00f3n, y sali\u00f3 con todos los suyos en la furgoneta Mercedes. El se\u00f1or Gonsales estaba muy agradecido a Dios porque, con eso de la crisis econ\u00f3mica, acababa de obtener una jubilaci\u00f3n anticipada de una muy buena paga mensual de euros. Gracias a ella, pensaba, si Dios le daba a\u00fan m\u00e1s hijos podr\u00eda educarlos dignamente y de acuerdo a sus convicciones morales.<\/p>\n

La familia Gonsales i Esteve se puso en camino en busca de la bondad humana de Dios. Era ya tarde: comenzaron acerc\u00e1ndose a algunas iglesias pero estaban ya todas cerradas. Recorrieron el Ritz y otros hoteles dignos, el Corte Ingl\u00e9s y otros Centros rebosantes de ofertas suntuosas, pero all\u00ed nadie sab\u00eda nada de la bondad de Dios. El ayuntamiento y el palacio episcopal tampoco respond\u00edan\u2026 Dando vueltas con el coche en medio de un tr\u00e1fico molesto, los ni\u00f1os peque\u00f1os se empe\u00f1aron en que hacia el sureste de la Ciudad: por all\u00e1 por la zona del Bes\u00f3s se ve\u00eda una luz muy extra\u00f1a, una especie de aurora boreal o vaya usted a saber qu\u00e9.<\/p>\n

Por complacer a los ni\u00f1os, aunque \u00e9l ya ve\u00eda que era una locura, fueron acerc\u00e1ndose a aquella zona, no sin miedo de que alg\u00fan atraco les dejara sin el coche. En la parte m\u00e1s lejana de La Mina, all\u00ed donde ni las olimp\u00edadas hab\u00edan llegado a poner guapa la ciudad, se ve\u00eda como un fuego encendido delante de unas ruinas\u2026<\/p>\n

Myriam era una emigrante rumana, y su marido Yusuf era magreb\u00ed. Viv\u00edan lejos de la ciudad, pero hab\u00edan decidido acudir a ella porque ten\u00edan plazo hasta el 31 de diciembre para presentar los papeles para el permiso de residencia, luego de tantos a\u00f1os. Pensaban venir los \u00faltimos d\u00edas del a\u00f1o, pero Myriam esperaba un ni\u00f1o para aquellos d\u00edas y su esposo crey\u00f3 que era mejor adelantar el viaje porque, adem\u00e1s, otra pareja amiga de inmigrantes podr\u00edan llevarles a la ciudad, donde iban a visitar a sus padres. Les dejaron por all\u00e1 por el Bes\u00f3s: \u201cAqu\u00ed hay mucha inmigraci\u00f3n y seguro que encontrar\u00e9is quien os cobije por dos d\u00edas\u201d. Pero todas las casas estaban llenas de gente que hab\u00eda venido por las fiestas, o por el mismo problema de los papeles. Yusuf hizo sus c\u00e1lculos y trat\u00f3 de buscar alguna pensi\u00f3n baratita. Pero tampoco hubo manera: ya no exist\u00eda ese tipo de pensiones: hab\u00edan desaparecido todas para forzar a los sin techo a dejar la ciudad. Y las pocas que a\u00fan quedaban estaban llenas por las mismas razones.<\/p>\n

Ante la desesperaci\u00f3n de Yusuf, le dijo Myriam: \u201cNo te preocupes, ya sabes que bastante gente duerme en la calle en esta ciudad. Busquemos s\u00f3lo un sitio donde no pasemos demasiado fr\u00edo; sobre todo por el ni\u00f1o que llevo dentro, pobrecito m\u00edo.\u201d Y as\u00ed es como, por all\u00e1 por La Mina, fueron a dar a una chabola en ruinas, donde el \u00fanico espacio no cubierto de piedras era un viejo corral vac\u00edo. Yusuf barri\u00f3 todo el piso de excrementos de cabra y hojarasca reseca y encendi\u00f3 una peque\u00f1a fogata. Pero, la mala suerte quiso que -quiz\u00e1 como consecuencia de los traqueteos del coche y de las caminatas por la ciudad- a Mar\u00eda se le adelant\u00f3 el parto y comenz\u00f3 a sentir contracciones\u2026<\/p>\n

Hasta all\u00ed nada menos se acerc\u00f3 la familia Gonsales i Esteve, movidos por la obsesi\u00f3n de los ni\u00f1os peque\u00f1os que dec\u00edan ver una luz resplandeciente. Prudentemente, los padres dejaron a la prole metida en el coche, a cargo de los hermanos mayores. Cerraron el veh\u00edculo y se acercaron al corral. El espect\u00e1culo era m\u00e1s bien deprimente: alejada un poco la basura por el r\u00e1pido barrido de Yusuf, se adivinaba en el suelo un trozo de cord\u00f3n umbilical. Myriam ten\u00eda en brazos a una pobre criatura dormidita y daba gracias a Dios de que, antes de salir de casa, se le hab\u00eda ocurrido coger unos pa\u00f1ales por si acaso\u2026 Unos metros m\u00e1s atr\u00e1s, Yusuf estaba de pie, como absorto y sin saber qu\u00e9 hacer. Si le hubiesen mirado mejor, quiz\u00e1 habr\u00edan sospechado que dos lagrimones rodaban por sus ojos. Pero prefirieron no mirar m\u00e1s: \u201cVamos, que los ni\u00f1os estar\u00e1n nerviosos y aqu\u00ed ciertamente no est\u00e1 la paz de Dios\u201d. La mujer coment\u00f3 entonces que ella hab\u00eda le\u00eddo en el Hola <\/em>algo referente a la violaci\u00f3n de una inmigrante por un magreb\u00ed: lo hab\u00edan comentado dos d\u00edas antes en la peluquer\u00eda. El marido decidi\u00f3 entonces que lo mejor era ir a presentar una denuncia. Y hacia all\u00e1 se encaminaron a las tantas de la madrugada.<\/p>\n

Ya no pudieron ver que, a poco de marchar ellos, unos gitanos de los que a\u00fan quedaban por La Mina, comenzaron a acercarse al corral porque hab\u00edan sabido que acababa de producirse all\u00ed nada menos que un parto. Llevaban leche calentita para la mujer y un carajillo para su esposo; y pronto comenzaron a cantar, escandalosos como suele ser esa gente.<\/p>\n

Entre tanto el se\u00f1or Gonsales i Esteve presentaba su denuncia, detallando la ubicaci\u00f3n del posible violador mientras se dec\u00eda: \u201cSi no he encontrado la humanidad de Dios, al menos he hecho lo que deb\u00eda hacer\u2026\u201d<\/p>\n

Jos\u00e9 I. Gonz\u00e1lez Faus<\/strong><\/p>\n

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