{"id":2693,"date":"2010-01-01T18:51:54","date_gmt":"2010-01-01T16:51:54","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/index2.php\/?p=2693"},"modified":"2010-01-01T18:51:54","modified_gmt":"2010-01-01T16:51:54","slug":"un-inmenso-matadero","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/blog\/un-inmenso-matadero\/","title":{"rendered":"\u00bfUn inmenso matadero?"},"content":{"rendered":"
Para la inmensa mayor\u00eda de la humanidad resulta f\u00e1cil coincidir con Hegel en la imagen de la historia universal como un inmenso matadero<\/em>. Esta imagen evoca, en primer lugar, las innumerables masacres cometidas por los seres humanos bien sea en nombre de sagrados principios o de supremos ideales pol\u00edticos, bien sea por rastrera codicia y desbocado af\u00e1n de poder. Esta imagen, sin embargo, apenas logra poner ante nuestros ojos el inmenso drama de la pobreza, asumido con suma ligereza como una consecuencia involuntaria de fen\u00f3menos que no cabe imputar a nadie en particular.<\/p>\n Con frecuencia, las millones de muertes causadas por la pobreza se perciben como una situaci\u00f3n lamentable, pero accidental, como un fen\u00f3meno casi natural o como consecuencia inevitable de decisiones y de acontecimientos que ocurren en otras partes, o incluso como responsabilidad exclusiva de quienes las padecen directamente. Lo cierto es que el v\u00ednculo entre privaci\u00f3n extrema y decisiones u omisiones personales se mantiene al margen de los debates pol\u00edticos y de las estrategias de desarrollo. Las responsabilidades morales que nos corresponden a todos frente a la situaci\u00f3n de pobreza mundial tienen que derivar en el deber de reformar la estructura del orden mundial econ\u00f3mico vigente.<\/p>\n La violencia dom\u00e9stica, la esclavitud, la autocracia, el colonialismo o el genocidio se han convertido en conductas universalmente reprobables. Sin embargo, este avance moral no encuentra su correlato en la cuesti\u00f3n de la pobreza, asunto frente al que se extiende una escandalosa indiferencia moral. Debemos preguntarnos c\u00f3mo puede ser que la mitad del mundo contin\u00fae en estado de severa pobreza, a pesar no s\u00f3lo del enorme progreso econ\u00f3mico y tecnol\u00f3gico del \u00faltimo siglo, sino a pesar de los valores morales que pregona la civilizaci\u00f3n occidental hegem\u00f3nica.<\/p>\n \u00bfPor qu\u00e9 si la pobreza extrema no es tolerada dentro de los pa\u00edses ricos debe ser permitida fuera de ellos? Las reglas que estructuran la econom\u00eda mundial tienen un profundo impacto sobre la distribuci\u00f3n econ\u00f3mica global. El dise\u00f1o del orden socioecon\u00f3mico global no es democr\u00e1tico, sino que est\u00e1 determinado por una peque\u00f1a minor\u00eda de sus participantes, que ejercen un control olig\u00e1rquico sobre las reglas internacionales y una enorme presi\u00f3n econ\u00f3mica y militar.<\/p>\n La soluci\u00f3n a la pobreza de millones de personas es, sobre todo, una cuesti\u00f3n de <\/strong>voluntad pol\u00edtica. Ello no implica que dependa exclusivamente de la voluntad de la clase pol\u00edtica dirigente, sino tambi\u00e9n de la presi\u00f3n ejercida por una opini\u00f3n p\u00fablica movilizada. El primer paso para ello ser\u00eda, en cualquier caso, superar la extendida indiferencia ante la pobreza global, una indiferencia basada en un irresponsable desconocimiento de los numerosos efectos generados por la nueva interdependencia global. Las exigencias de la justicia no se extinguen all\u00ed donde se acaban nuestras fronteras.<\/p>\n Es esencial dejar de pensar la pobreza mundial en t\u00e9rminos de mera ayuda a los pobres, sino tambi\u00e9n en reformas institucionales que reduzcan la injusticia global, pues la propia noci\u00f3n de justicia, por minimalista que sea, se deriva de la inexcusable exigencia de poner punto final a las situaciones de injusticia activa. Es esencial una redistribuci\u00f3n de la riqueza, un sistema que obligue a los pa\u00edses m\u00e1s ricos a compartir su riqueza con los m\u00e1s pobres.<\/p>\n