{"id":3602,"date":"2008-06-01T08:48:51","date_gmt":"2008-06-01T06:48:51","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/index2.php\/?p=3602"},"modified":"2008-06-01T08:48:51","modified_gmt":"2008-06-01T06:48:51","slug":"reflejos-2","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/blog\/reflejos-2\/","title":{"rendered":"Reflejos"},"content":{"rendered":"

\u25a0 La imagen<\/strong><\/p>\n

Esa imagen es creaci\u00f3n de Cosmic Debris (Detritos C\u00f3smicos) y fue publicada en La Vanguardia (3.4.08) como ilustraci\u00f3n de un reportaje titulado \u201cMi hija la extra\u00f1a\u201d. (V\u00e9ase parte de ese reportaje en la secci\u00f3n de textos, p. 5). En \u00e9l tambi\u00e9n se dec\u00eda: \u00abEl boom del personaje de c\u00f3mic Emily the Strange<\/em> -que surgi\u00f3 como pegatina publicitaria y triunfa ahora en camisetas, tazas, chocolatinas o bolsos- tiene su explicaci\u00f3n. Emily es contracultural, curiosa, viste de negro y se esconde tras un largo flequillo. Es rara. Se a\u00edsla, se rodea de gatos negros, sue\u00f1a con murci\u00e9lagos y cultiva calaveras en una maceta. \u00abEmily no tiene amigos imaginarios, se inventa enemigos imaginarios\u00bb, reza una de sus m\u00e1ximas. En fin, \u00abEmily no es mala, pero no soporta lo bueno\u00bb.\u00bb<\/p>\n