Al ver tanta gente, Jes\u00fas subi\u00f3 a la monta\u00f1a, se sent\u00f3, y se le acercaron sus disc\u00edpulos. Iba a tomar la palabra cuando unos ni\u00f1os que correteaban por la zona lanzaron una pelota que fue a parar a escasos metros del Se\u00f1or. Al instante, uno de los ap\u00f3stoles empez\u00f3 a recriminarles y a amenazarles con que no les dar\u00eda la pelota hasta que no guardaran silencio…<\/p>\n
Los ni\u00f1os, que les interesaba bastante m\u00e1s su pelota que lo que all\u00ed pod\u00edan escuchar, empezaron a armar un enorme bullicio, corriendo tras los ap\u00f3stoles que se pasaban unos a otros el objeto tan codiciado. Entre tanto Jes\u00fas miraba sonriente la escena e hizo alg\u00fan que otro conato de apuntarse al \u201cpartidillo,\u201d no obstante al final reprimi\u00f3 sus ganas.<\/p>\n
El tiempo iba pasando y los ap\u00f3stoles, que todo hay que decirlo, no pon\u00edan mucha intenci\u00f3n por dejarlo. As\u00ed que la multitud all\u00ed congregada empez\u00f3 a ponerse nerviosa. Unos murmuraban entre s\u00ed, otros, los menos, se apuntaron al juego y la mayor\u00eda, despu\u00e9s de mirar varias veces el reloj, decidi\u00f3 regresar a sus tareas, pues no estaban para perder su tiempo<\/p>\n
Transcurrida m\u00e1s de una hora los ap\u00f3stoles, a los que se les notaban los a\u00f1os y los kilos, perdieron la pelota y se arrojaron exhaustos en torno al Se\u00f1or, mientras que los ni\u00f1os, contentos por la victoria obtenida, marcharon felices a otro lugar…<\/p>\n
As\u00ed que cuando el murmullo ces\u00f3, Jes\u00fas se percat\u00f3 de que, adem\u00e1s de los ap\u00f3stoles, \u00fanicamente un centenar de personas se hab\u00edan quedado a o\u00edr sus palabras… El Se\u00f1or no lo dio mucha importancia, al contrario, inici\u00f3 su discurso, no sin antes carraspear en varias ocasiones, como si pretendiera dotar de una mayor solemnidad lo que iba a decir:<\/p>\n
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\u2013 Bienaventurados los que saben perder su tiempo, escuchando a sus hermanos, a pesar de que la conversaci\u00f3n no les interese en absoluto, a pesar de que se queden sin decir \u201ceso\u201d tan importante que ten\u00edan que comunicar.<\/p>\n
\u2013 Bienaventurados los que saben perder su tiempo, repartiendo sonrisas, aunque la ocasi\u00f3n pinte mal, aunque el horno no est\u00e9 para bollos.<\/p>\n
\u2013 Bienaventurados los que saben perder su tiempo, observando a los ni\u00f1os, hablando con los mayores o ayudando a los m\u00e1s desfavorecidos, a pesar de que \u00e9stos no puedan, no sepan o no quieran agradecerlo o recompensarlo.<\/p>\n
\u2013 Bienaventurados los que saben perder su tiempo, en un hospital, en un centro de acogida o en una residencia de ancianos, aunque esas horas no se vean reflejadas en la n\u00f3mina, aunque se olviden otros compromisos mucho m\u00e1s rentables.<\/p>\n
\u2013 Bienaventurados los que saben perder su tiempo, en sacar unos minutos a lo largo del d\u00eda, en pensar en uno mismo, en los hermanos, en Dios, a pesar de que haya que trastocar la agenda, a pesar de que al llegar al bar las parejas de mus est\u00e9n ya formadas.<\/p>\n
\u2013 Bienaventurados vosotros si sab\u00e9is perder vuestro tiempo, utilizando el reloj, \u00fanicamente, para llegar a la hora exacta en la que un hermano necesitado requiera de vuestra ayuda. Alegraos y regocijaos, pues con \u201cvuestro tiempo perdido\u201d est\u00e1is ganando, y con creces, toda una eternidad en el Reino de los Cielos.<\/p>\n
Jos\u00e9 Mar\u00eda Escudero<\/strong><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" Al ver tanta gente, Jes\u00fas subi\u00f3 a la monta\u00f1a, se sent\u00f3, y se le acercaron sus disc\u00edpulos. Iba a tomar la palabra cuando unos ni\u00f1os que correteaban por la zona lanzaron una pelota que fue a parar a escasos metros del Se\u00f1or. Al instante, uno de los ap\u00f3stoles empez\u00f3 a recriminarles y a amenazarles con […]<\/p>\n","protected":false},"author":10,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[525,530,229,250,251],"tags":[],"class_list":["post-4312","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-525","category-530","category-cuaderno-joven","category-jose-maria-escudero","category-parabola"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/4312","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/wp-json\/wp\/v2\/users\/10"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=4312"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/4312\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=4312"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=4312"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=4312"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}