El pasado verano tuve ocasi\u00f3n de observar las diversas fases del adiestramiento al que son sometidas las cr\u00edas de las golondrinas. Es algo que a grandes rasgos conozco desde siempre, pero hasta ahora no se me hab\u00eda ocurrido fijarme de forma sistem\u00e1tica en sus ejercicios.<\/p>\n
Se trata de un adiestramiento t\u00e9cnico, pero tambi\u00e9n cultural y hasta \u00e9tico. As\u00ed, cuando las cr\u00edas son ya capaces de alinearse ordenadamente en los cables el\u00e9ctricos para ser alimentadas por sus padres, si la impaciente glotoner\u00eda de alguna le lleva a arrebatar del pico de la madre la comida destinada a otra, en cuanto llegue su turno, la comida que en principio correspond\u00eda a esta espabilada ser\u00e1 implacablemente destinada al buche de la cr\u00eda que fue v\u00edctima del expolio.<\/p>\n
Ese reparto equitativo de alimentos, inicialmente recibidos en posici\u00f3n est\u00e1tica, pronto empieza a realizarse en pleno vuelo, un vuelo cada vez m\u00e1s complejo y vers\u00e1til. Y del vuelo simple, progresivamente alargado de tiro y prolongado en el tiempo, pronto se pasa a la pr\u00e1ctica del vuelo rasante, de los picados y del frenado en seco, entre las hojas de una trepadora, por ejemplo, sin estamparse contra la pared, as\u00ed como se les inicia en el arte de beber el agua del estanque sin detenerse ni zambullirse.<\/p>\n
Empiezan luego las clases de vuelo en formaci\u00f3n, todos a un tiempo y en la direcci\u00f3n adecuada, para finalmente salir literalmente de maniobras en direcci\u00f3n al monte, del que no vuelven hasta el atardecer. S\u00f3lo despu\u00e9s de todo eso, al cabo de unas semanas, las asambleas de los diversos grupos y familias empiezan a ensayar el \u00e9xodo colectivo, ya pocos d\u00edas antes de iniciarlo. La forma, me dije, de que las j\u00f3venes golondrinas le saquen todo el jugo a la vida en tanto dure el vuelo. Mientras que en nuestra sociedad se tiende cada vez m\u00e1s a dar suelta a los j\u00f3venes en edad escolar sin la instrucci\u00f3n ni las instrucciones necesarias para evitar que pierdan el rumbo, que lleguen incluso a peg\u00e1rsela sin haber alcanzado a saber no ya lo que es volar, sino, sobre todo, lo que es vivir.<\/p>\n
No estoy sugiriendo que a los chicos y chicas en edad escolar se les adiestre como golondrinas, ya que no son golondrinas. Pero aprender a vivir supone un esfuerzo y los esfuerzos cansan y suelen ser instintivamente evitados, por lo que el peor favor que se puede hacer a esos chicos y chicas es intentar ahorrarles tal esfuerzo. S\u00f3lo as\u00ed, del mismo modo que las golondrinas aprenden lo preciso para vivir plenamente, los escolares aprender\u00e1n tambi\u00e9n lo preciso para vivir plenamente el tiempo que tienen por delante, abiertos a la vida, al mundo en que transcurre, con las m\u00ednimas carencias posibles en el terreno del conocimiento y de la cultura.<\/p>\n
\u00a0Luis Goytisolo<\/strong><\/p>\n \u00a0EL PA\u00cdS, 07.12.2002<\/p>\n <\/p>\n Para hacer<\/p>\n El pasado verano tuve ocasi\u00f3n de observar las diversas fases del adiestramiento al que son sometidas las cr\u00edas de las golondrinas. Es algo que a grandes rasgos conozco desde siempre, pero hasta ahora no se me hab\u00eda ocurrido fijarme de forma sistem\u00e1tica en sus ejercicios. Se trata de un adiestramiento t\u00e9cnico, pero tambi\u00e9n cultural y […]<\/p>\n","protected":false},"author":10,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","inline_featured_image":false,"footnotes":""},"categories":[525,530,229,534,256],"tags":[],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/4318"}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/wp-json\/wp\/v2\/users\/10"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=4318"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/4318\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=4318"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=4318"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=4318"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}\n