{"id":4760,"date":"2004-05-01T23:44:51","date_gmt":"2004-05-01T21:44:51","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/index2.php\/?p=4760"},"modified":"2004-05-01T23:44:51","modified_gmt":"2004-05-01T21:44:51","slug":"formulas-para-que-los-mas-pequenos-vean-menos-television","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/blog\/formulas-para-que-los-mas-pequenos-vean-menos-television\/","title":{"rendered":"F\u00f3rmulas para que los m\u00e1s peque\u00f1os vean menos televisi\u00f3n"},"content":{"rendered":"

El ni\u00f1o, formado en la imagen, ser\u00e1 un hombre que no lee, reblandecido por el televisor y condenado a la adicci\u00f3n a los videojuegos…\u00bb. La cita es de Giovanni Sartori (‘Homo Videns. La Sociedad Teledirigida’) y en ella se denuncia uno de los males que engloban la larga lista de prejuicios \u2014obesidad, violencia, fracaso escolar, falta de horas de sue\u00f1o, entre otros\u2014 asociados al exceso de horas que los menores pasan delante del televisor.<\/p>\n

En los \u00faltimos a\u00f1os, el esfuerzo de los cient\u00edficos se ha centrado en la investigaci\u00f3n de m\u00e9todos que ayuden a reducir el tiempo que invierte la poblaci\u00f3n infantil (actualmente, la media de horas diarias es de tres a cinco) en ver la llamada caja tonta. El \u00faltimo fruto de este empe\u00f1o es un nuevo estudio, publicado en ‘Archives of Pediatric and Adolescent Medicine’, que demuestra que es posible lograr este objetivo en los m\u00e1s peque\u00f1os. Hasta ahora, la mayor\u00eda de los trabajos han sido realizados con ni\u00f1os de entre ocho y 12 a\u00f1os, pero, precisamente, el n\u00famero de horas frente al televisor se incrementa antes, en la edad preescolar. La nueva investigaci\u00f3n, dirigida en Nueva York \u2014la primera que se realiza en ni\u00f1os de entre dos y seis a\u00f1os\u2014 incluy\u00f3 a 16 centros de preescolar, que fueron divididos en dos grupos (uno en el que se intervino y el otro que ejerci\u00f3 de control).<\/p>\n

Los datos.<\/strong> Para poder llevar a cabo el estudio, los investigadores solicitaron a los padres que explicaran cu\u00e1nto tiempo (menos o m\u00e1s de dos horas diarias) ve\u00edan sus hijos los receptores o v\u00eddeos tanto entre semana como los s\u00e1bados y domingos. Adem\u00e1s, tuvieron que relatar otros datos: si exist\u00edan estos aparatos en sus habitaciones, qu\u00e9 d\u00edas de la semana la ve\u00edan mientras cenaban y cu\u00e1ntos d\u00edas tambi\u00e9n realizaban esta comida en familia. Se anot\u00f3, tambi\u00e9n, la frecuencia con la que los menores tomaban aperitivos mientras ve\u00edan la tele (la incidencia de obesidad es cuatro veces m\u00e1s elevada entre los menores que observan durante cuatro horas o m\u00e1s diarias la televisi\u00f3n) y el peso y la talla de los participantes.<\/p>\n

Resultados<\/strong>: Este informe se repiti\u00f3 tras la intervenci\u00f3n. Los menores del grupo en el que se adoptaron las medidas recibieron siete sesiones semanales de 20 minutos de duraci\u00f3n, desde finales de 2000 a la primavera de 2001. En ellas, los padres y sus hijos ten\u00edan que leer historias diariamente, discutir sobre las actividades que se realizar\u00edan en lugar de ver la televisi\u00f3n, comer en familia con el receptor apagado, ense\u00f1ar a los descendientes por qu\u00e9 no se encend\u00eda el televisor o se proporcionaron libros a los progenitores sobre este tema, entre otras medidas. Los resultados muestran una importante reducci\u00f3n en el tiempo dedicado al vicio televisivo: mientras que el grupo en el que se intervino pas\u00f3 de dedicarle 12 horas semanales a tres despu\u00e9s del estudio, el control increment\u00f3 esta forma de ocio: a\u00f1adi\u00f3 una media de 1,6 horas a las 14 de antes de iniciar el trabajo. Asimismo, el porcentaje de menores que pasaba m\u00e1s de dos horas al d\u00eda frente a la caja tonta (la Academia Americana de Pediatr\u00eda recomienda que el m\u00e1ximo sea dos diarias) disminuy\u00f3 de un 33% a un 18%, comparado con un aumento del 41% al 47% en el control. En el \u00fanico aspecto en el que no se detectaron diferencias significativas en ambos grupos fue en el crecimiento (talla y peso).<\/p>\n

\u00a0<\/strong><\/p>\n

En Espa\u00f1a<\/strong>, la preocupaci\u00f3n de los galenos por este tema y por buscar soluciones se refleja en un trabajo reciente publicado en la revista ‘Anales de Pediatr\u00eda’. \u00abLos pediatras deben conocer mejor la televisi\u00f3n y sus efectos, tanto beneficiosos como perjudiciales, de forma que permita recomendar a los padres cu\u00e1l es el tiempo ideal de consumo de televisi\u00f3n, el horario adecuado, la localizaci\u00f3n de los aparatos\u00bb, se expresa en el estudio.<\/p>\n

Precisamente, y a ra\u00edz de los datos aportados por la investigaci\u00f3n, los autores \u2014dirigidos por el especialista Bercedo Sanz del centro de salud de Gama y Meruelo (Cantabria)\u2014, aconsejan: \u00abLos pediatras deben realizar educaci\u00f3n sanitaria respeto al consumo televisivo, aconsejando que el l\u00edmite est\u00e9 en menos de dos horas al d\u00eda. Los padres deben verla con ellos y evitar aparatos en sus habitaciones\u00bb.<\/p>\n

PATRICIA MATEY<\/h5>\n

Tel\u00e9polis, 7 de febrero de 2004<\/strong><\/p>\n

\u00a0<\/strong><\/p>\n

Para hacer<\/p>\n

    \n
  1. \u00bfC\u00f3mo fue nuestra infancia con la televisi\u00f3n? \u00bfC\u00f3mo es ahora nuestra vida con ella?<\/li>\n
  2. \u00bfQu\u00e9 h\u00e1bitos tenemos de ver la televisi\u00f3n?<\/li>\n
  3. \u00bfQu\u00e9 podemos hacer ahora para que la televisi\u00f3n no mandae en casa ni en en nuestras vidas?<\/li>\n<\/ol>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

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