No hay una receta m\u00e1gica para transformar la adolescencia de los hijos en una balsa de aceite pero, a partir de algunos expertos, elaboramos los siguientes consejos que ayudar\u00e1n a los padres a afrontar la adolescencia de sus hijos con cierta tranquilidad.<\/p>\n
4″Estamos educando a los hijos sin contar con los referentes con los que nosotros crecimos \u2013dice Javier Elzo\u2013. Por eso creo que el \u00fanico modelo que sirve es el de las familias\u00a0 adaptativas cuyos progenitores no dimiten ni sobreprotegen, sino que van viendo c\u00f3mo est\u00e1n las cosas y van actuando conforme surgen las necesidades y los problemas. En estas familias se est\u00e1 consiguiendo un buen nivel de encuentro entre padres e hijos.\u00bb<\/p>\n
4Llevarse bien con los adolescentes suele ser algo que logran en mayor medida los padres que han estado pendientes de sus hijos desde peque\u00f1os transmiti\u00e9ndoles confianza y afecto, pero aunque la educaci\u00f3n es una carrera de fondo, siempre se est\u00e1 a tiempo de influir positivamente. No debe en ning\u00fan caso arrojar la toalla ante los posibles conflictos que se dan a partir de la pubertad. Es mejor ocuparse de los hijos que simplemente preocuparse por ellos.<\/p>\n
4Los adolescentes necesitan forjarse su propia identidad. Su objetivo es ir deslig\u00e1ndose del v\u00ednculo familiar. Los progenitores sufrir\u00e1n menos si aceptan ese desprendimiento y asumen que ellos tienen que empezar a valerse por si mismos y que ellos deben conformarse con asumir nuevas tareas de contenci\u00f3n.<\/p>\n
4Educar en democracia significa que los hijos deben implicarse en las decisiones que les ata\u00f1en. Todo es susceptible de ser discutido, desde elegir qu\u00e9 quieren estudiar hasta fijar la hora a la que quieren llegar a casa, el tiempo que pueden utilizar el tel\u00e9fono o el volumen del equipo de sonido. No se trata de darles la raz\u00f3n, sino de negociar. Pero nunca lo haga de igual a igual. Los hijos necesitan saber que hay un adulto que respalde los acuerdos.<\/p>\n
4Los extremos nunca son buenos. Aquello de \u00abEsto se hace porque lo digo yo\u00bb ya no sirve, como tampoco es aconsejable ser un progenitor excesivamente indulgente o desentendido. Lo que mejor resultado da es establecer unos l\u00edmites claros, razonables y acordes con las necesidades de ambas partes.<\/p>\n
4Los adolescentes pueden ponerse muy desagradables: desplantes, retos, rabietas… Ante cualquier tipo de provocaci\u00f3n no pierda la calma. Hay que evitar ponerse al mismo nivel que ellos. Los padres deben ser capaces en poner en pr\u00e1ctica un buen ejercicio de autoridad.<\/p>\n
4La sociedad de consumo tiene acorralados a los adolescentes y sus necesidades no tienen fin. Por eso resulta aconsejable asignarles una cantidad fija al mes, para que ellos se administren. Quiz\u00e1 as\u00ed se percaten de si merece la pena gastar su paga en determinadas zapatillas de marca o hablar sin control por el m\u00f3vil.<\/p>\n
4No desacredite a los profesores delante de los hijos ni haga frente\u00a0 com\u00fan contra ellos. Los docentes son, junto con los padres, un pilar fundamental en la educaci\u00f3n y socializaci\u00f3n de los chicos. Si tiene alg\u00fan problema con un profesor, debe tratarlo personalmente con \u00e9l.<\/p>\n
4Es cierto que los adolescentes atraviesan una etapa muy completa donde abundan los conflictos, pero tambi\u00e9n se caracterizan por su entusiasmo, su espontaneidad y su alegr\u00eda. Trate de sacarle partido a esas cualidades. El intercambio generacional puede ser muy enriquecedor.<\/p>\n
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Para hacer<\/p>\n
No hay una receta m\u00e1gica para transformar la adolescencia de los hijos en una balsa de aceite pero, a partir de algunos expertos, elaboramos los siguientes consejos que ayudar\u00e1n a los padres a afrontar la adolescencia de sus hijos con cierta tranquilidad. 4″Estamos educando a los hijos sin contar con los referentes con los que […]<\/p>\n","protected":false},"author":10,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[586,591,502,229,256],"tags":[],"class_list":["post-4885","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-586","category-591","category-autores-varios","category-cuaderno-joven","category-tema"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/4885","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/wp-json\/wp\/v2\/users\/10"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=4885"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/4885\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=4885"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=4885"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=4885"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}