{"id":5294,"date":"2002-06-01T00:00:59","date_gmt":"2002-05-31T22:00:59","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/index2.php\/?p=5294"},"modified":"2002-06-01T00:00:59","modified_gmt":"2002-05-31T22:00:59","slug":"shrek","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/blog\/shrek\/","title":{"rendered":"Shrek"},"content":{"rendered":"

El cine de animaci\u00f3n lleva durante a\u00f1os depar\u00e1ndonos gratas sorpresas. En su intento por abrir las puertas (y el bolsillo) al p\u00fablico adulto, tanto las pel\u00edculas de Disney como las de otras productoras (en este caso, Dreamworks, la empresa de Spielberg) han ido radicalizando sus propuestas, hasta tal punto que al tradicional edulcoramiento de los argumentos concebidos para los ni\u00f1os le ha sucedido un tratamiento de los temas mucho m\u00e1s ir\u00f3nico, no exento de cierta crueldad y alimentado con notables dosis de inteligencia. La tendencia a desmitificar el universo de la fantas\u00eda, los gui\u00f1os para el p\u00fablico mayor de edad, la mirada sarc\u00e1stica y una inagotable creatividad visual han ampliado notablemente las posibilidades de este g\u00e9nero tan rico, susceptible de inagotables hallazgos tanto en el plano t\u00e9cnico como en el meramente art\u00edstico<\/p>\n

Shrek<\/em> da una vuelta de tuerca m\u00e1s a este proceso al plantearnos un cuento de hadas patas arriba, en el que los h\u00e9roes son un ogro pestilente y un burro locuaz. Como en los cl\u00e1sicos relatos de este g\u00e9nero, tambi\u00e9n hay una princesa (que eructa y no le hace ascos a una buena rata asada), una dragona (enamoradiza y con una ca\u00edda de ojos de mujer fatal) y un principe (enano, prepotente y, en \u00faltima instancia, carnaza para nuestro monstruo sentimental ). Como propon\u00eda Rodari en su cl\u00e1sica Gram\u00e1tica de la fantas\u00eda<\/em>, en esta deliciosa pel\u00edcula se ha invertido el mundo de los cuentos y sus personajes, sus situaciones y sus decorados est\u00e1n intencionadamente malversados, descolocados y vistos con una distancia tan corrosiva como regocijante. Para conseguir este fin, al continuo bombardeo de citas y parodias de cl\u00e1sicos literarios o cinematogr\u00e1ficos del g\u00e9nero se a\u00f1ade el anacronismo como procedimiento humor\u00edstico fundamental (el reino de Lord Farquaad es como un gran parque tem\u00e1tico; el espejito m\u00e1gico presenta a la pr\u00edncipe las distintas princesas entre las que puede elegir como si se tratara de una campa\u00f1a publicitaria, etc, etc, etc…), la fusi\u00f3n de g\u00e9neros (la banda sonora, a base de cl\u00e1sicos contempor\u00e1neos de la m\u00fasica pop o del rock, dota a la obra de una textura ac\u00fastica muy fresca; hay continuas inclusiones de elementos del cine de acci\u00f3n, sentimental, de aventuras…), y una cuidadosa elaboraci\u00f3n del gui\u00f3n literario, que complementa la prodigiosa inventiva visual con una m\u00e1s que sugestivo ingenio verbal.<\/p>\n

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Ya H\u00e9rcules <\/em>o Aladino<\/em> hab\u00edan jugado estas bazas; sin embargo, Shrek<\/em> culmina la relectura posmoderna de los modelos cl\u00e1sicos de la animaci\u00f3n al situar su acci\u00f3n en el mism\u00edsimo centro del mundo de los cuentos. Si las estrategias par\u00f3dicas en el cine de imagen real han entrado en franca v\u00eda muerta (recordemos las horrorosas versiones de las pel\u00edculas de terror juvenil, las dos Scary movie,<\/em> o las ya atorrantes cintas con Leslie Nielsen como protagonista, que agota el modelo que Aterriza como puedas <\/em>inaugur\u00f3), en el \u00e1mbito de la producci\u00f3n de dibujos animados contin\u00faa siendo una veta riqu\u00edsima, pues la propia naturaleza irreal de sus im\u00e1genes y de sus historias acepta la imitaci\u00f3n burlesca sin que la narraci\u00f3n y la construcci\u00f3n de personajes se resienta, am\u00e9n de que la imaginaci\u00f3n de los guionistas en este caso est\u00e1 a a\u00f1os-luz de la manifestada por los responsables de los engendros arriba citados.<\/p>\n

El planteamiento tem\u00e1tico de Shrek<\/em> no anda muy lejos del propio del grueso del cine infantil de los \u00faltimos a\u00f1os. La belleza sigue estando en el interior, la amistad y el amor contin\u00faan siendo valores fundamentales frente a la soledad y el ego\u00edsmo, las apariencias resultan la mayor\u00eda de las veces enga\u00f1osas, como es de rigor. No obstante, m\u00e1s all\u00e1 de este simplismo casi obligado, esta pel\u00edcula apuesta por rizar el rizo en su discurso:<\/p>\n

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Los protagonistas<\/strong><\/p>\n

Los dos protagonistas, el ogro y el burro, son tan entra\u00f1ables y humanos como groseros. En ellos se da la mano sensibilidad y ordinariez. Eructan, ventosean, act\u00faan siempre de la manera m\u00e1s pol\u00edticamente incorrecta que pueda imaginarse, para que, al fondo, prevalezcan siempre los valores inamovibles que los humanizan. Forman una pareja poco \u00e9pica y nada heroica, que se mueve mayormente por sus propios intereses y, sobre todo, impulsados por el hecho de ser seres marginales, condenados al ostracismo por los prejuicios y las etiquetas de una sociedad ciega, intolerante y carente de libertad. A este respecto, es interesante observar como el pueblo de Lord Farquaad aplaude, abuchea, r\u00ede o llora cuando se lo indican unos carteles sostenidos por los guerreros del pr\u00edncipe, en una clara alusi\u00f3n a esa falta de rostro y de aut\u00e9ntica voluntad que caracteriza a la masa. Frente a los caballeros encopetados que se disputan en torneo el derecho de salvar a la princesa o frente a los alegres hombres del bosque de Robin Hood, estos dos personajes ganan en realidad lo que pierden en id\u00edlico idealismo, con lo que su entidad, la complejidad de su car\u00e1cter supera a la de otras creaciones similares, lastradas por el esquematismo de lo arquet\u00edpico.<\/p>\n

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Otra imagen de mujer<\/strong><\/p>\n

Del mismo modo, la princesa Fiona rehuye en todo momento el prototipo femenino al uso. La progresiva liberaci\u00f3n de la mujer en el \u00e1mbito cinematogr\u00e1fico, esa evoluci\u00f3n que lleva a las princesas desde Blancanieves a las protagonistas, mucho m\u00e1s activas, erotizadas y cre\u00edbles, de las \u00faltimas pel\u00edculas de Disney, culmina su proceso de transformaci\u00f3n con esta mujer tan poco convencional como adorable. Desde que es rescatada en la torre del castillo hasta que, recuperada su aut\u00e9ntica naturaleza, se casa con Shrek, Fiona (quien por el d\u00eda es princesa y por la noche ogro a consecuencia de una maldici\u00f3n) va despoj\u00e1ndose del anquilosamiento, los t\u00f3picos, el lenguaje medieval y las maneras blandas y, en el camino, acaba por definir su identidad y sus aspiraciones. Lo excepcional radica en que, en la escena culminante de la Iglesia (una parodia muy inteligente y malintencionada del desenlace de La bella y la bestia<\/em> de Disney), en lugar de transformarse en una princesa de por vida, como era de prever, acaba convertida definitivamente en una anomal\u00eda de la naturaleza, en un ogro hecho y derecho. El amor, por fin, es de los feos, y en el final feliz de la obra, Shrek y Fiona, decididamente apartados de los c\u00e1nones de belleza, acaban unidos y dispuestos a comer lombrices, formando una pareja tan inusual como la integrada por la dragona y su burro querido. En otras pel\u00edculas, al t\u00e9rmino la bestia recuperaba su forma de pr\u00edncipe azul, el pato feo ascend\u00eda a cisne. En este caso, aceptarse tal como uno es se presenta como la verdadera salida dichosa a los conflictos, el verdadero desenlace perfecto, m\u00e1s all\u00e1 de triunfalismos vacuos e irreales.<\/p>\n

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Una saludable visi\u00f3n cr\u00edtica<\/strong><\/p>\n

Finalmente, no podemos olvidar la \u00abmala leche\u00bb y la saludable visi\u00f3n cr\u00edtica que recorre toda la obra, camuflada en desopilante deconstrucci\u00f3n de la morfolog\u00eda de los cuentos : ese Geppetto que vende a un Pinocho irredimible, las princesas que se tiran de los pelos por conseguir el ramo de la novia, el pa\u00eds de los cuentos representado como una Disneylandia tan limpia como artificiosa y falsa, el espejito m\u00e1gico que miente al poderoso ante la amenaza de ser destruido, la galletita torturada por los sicarios del pr\u00edncipe para que confiese d\u00f3nde est\u00e1n sus amigos, los seres de los cuentos, condenados al destierro en la ci\u00e9naga del ogro porque afean las calles del principado con su excepcionalidad multicultural… Lo que aparentemente es s\u00f3lo una imaginativa vuelta al rev\u00e9s de los relatos infantiles puede leerse, si uno analiza con atenci\u00f3n, por ejemplo, los detalles citados, como una soterrada e inteligente s\u00e1tira social.<\/p>\n

En fin, m\u00e1s all\u00e1 de la hora y media de diversi\u00f3n y buen cine que proporciona Shrek<\/em>, al margen de tratarse de una lecci\u00f3n de creatividad sobresaliente, esta pel\u00edcula revisa y actualiza los contenidos tradicionales de este tipo de obras, dot\u00e1ndoles de una mayor riqueza de matices, de una mayor vigencia y, sobre todo, de una mayor conexi\u00f3n con los problemas del mundo real, a pesar de su envoltorio s\u00f3lo superficialmente escapista. \u00c9rase que se era… la vida misma.<\/p>\n

\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 \u00a0 Jes\u00fas Villegas<\/p>\n

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