Curso b\u00e1sico de injusticia 1<\/p>\n
La publicidad manda consumir y la econom\u00eda lo proh\u00edbe. Las \u00f3rdenes de consumo, obligatorias para todos pero imposibles para la mayor\u00eda, se traducen en invitaciones al delito. Las p\u00e1ginas policiales de los diarios ense\u00f1an m\u00e1s sobre las contradicciones de nuestro tiempo que las p\u00e1gi\u00adnas de informaci\u00f3n pol\u00edtica y econom\u00eda.<\/p>\n
Este mundo, que ofrece el banquete a todos y cierra la puerta en las narices de tantos es, al mis\u00admo tiempo, igualador y desigual: igualador en las ideas y en las costumbres que impone, y de\u00adsigual en las oportunidades que brinda.<\/p>\n
<\/p>\n
Curso b\u00e1sico de injusticia 2<\/p>\n
No se puede reducir a cifras la igualaci\u00f3n cul\u00adtural impuesta por los moldes de la sociedad de consumo. La desigualdad econ\u00f3mica, en cambio, tiene quien la mida. La confiesa el Banco Mun\u00addial, que tanto hace por ella, y la confirman los diversos organismos de las Naciones Unidas. Nunca ha sido menos democr\u00e1tica la econom\u00eda mundial, nunca ha sido el mundo tan escandalo\u00adsamente injusto. En 1960, el veinte por ciento de la humanidad, el m\u00e1s rico, ten\u00eda treinta veces m\u00e1s que el veinte por ciento m\u00e1s pobre. En 1990, la diferencia era de sesenta veces. Desde enton\u00adces, se ha seguido abriendo la tijera: en el a\u00f1o 2000, la diferencia era de noventa veces.<\/p>\n
<\/p>\n
Curso b\u00e1sico de injusticia 3<\/p>\n
En los extremos de los extremos, entre los ricos riqu\u00edsimos, que aparecen en las p\u00e1ginas pornofi\u00adnancieras de las revistas Forbes y Fortune, y los pobres pobr\u00edsimos, que aparecen en las calles y en los campos, el abismo resulta mucho m\u00e1s hondo. Una mujer embarazada corre cien veces m\u00e1s riesgo de muerte en \u00c1frica que en Europa. El valor de los productos para mascotas anima\u00adles que se venden, cada a\u00f1o, en los Estados Uni\u00addos, es cuatro veces mayor que toda la produc\u00adci\u00f3n de Etiop\u00eda. Las ventas de s\u00f3lo dos gigantes,<\/p>\n
General Motors y Ford, superan largamente el valor de la producci\u00f3n de toda \u00c1frica negra. Seg\u00fan el Programa de las Naciones Unidas pa\u00adra el Desarrollo, diez personas, los opulentos m\u00e1s opulentos del planeta, tienen una riqueza equivalente al valor de la producci\u00f3n total de cincuenta pa\u00edses, y cuatrocientos cuarenta y siete multimillonarios suman una fortuna mayor que el ingreso anual de la mitad de la humanidad.<\/p>\n
En el \u00faltimo medio siglo, la cantidad de ricos se ha duplicado en el mundo, pero la cantidad de pobres se ha triplicado, y mil seiscientos millones de personas est\u00e1n viviendo peor que hace quin\u00adce a\u00f1os.<\/p>\n
Si las cosas siguen asi, en treinta a\u00f1os habr\u00e1 cinco mil millones de pobres en el mundo, \u00aby la desigualdad estallar\u00e1, como una bomba de relo\u00adjer\u00eda, en la cara de las pr\u00f3ximas generaciones\u00bb.<\/p>\n
<\/p>\n
Curso b\u00e1sico de injusticia 4<\/p>\n
Am\u00e9rica Latina es la regi\u00f3n m\u00e1s injusta del mundo. En ning\u00fan otro lugar se distribuyen de tan mala manera los panes y los peces; en ning\u00fan otro lugar es tan inmensa la distancia que separa a los pocos que tienen el derecho de mandar, de los muchos que tienen el deber de obedecer.<\/p>\n
La econom\u00eda latinoamericana es una econom\u00eda esclavista que se hace la posmoderna; paga sala\u00adrios africanos, cobra precios europeos, y la injus\u00adticia y la violencia son las mercanc\u00edas que produ\u00adce con m\u00e1s alta eficiencia.<\/p>\n
Ciudad de Mexico,1997, datos oficiales: ochen\u00adta por ciento de pobres, tres por ciento de ricos y, en el medio, los dem\u00e1s. Y la ciudad de M\u00e9xico es la capital del pa\u00eds que m\u00e1s multimillonarios de fortuna s\u00fabita ha generado en el mundo de los a\u00f1os noventa: seg\u00fan los datos de las Naciones Unidas, un solo mexicano posee una riqueza equivalente a la que suman diecisiete millones de mexicanos pobres.<\/p>\n
<\/p>\n
EDUARDO GALEANO<\/p>\n
<\/p>\n
PARA HACER<\/p>\n
Curso b\u00e1sico de injusticia 1 La publicidad manda consumir y la econom\u00eda lo proh\u00edbe. Las \u00f3rdenes de consumo, obligatorias para todos pero imposibles para la mayor\u00eda, se traducen en invitaciones al delito. Las p\u00e1ginas policiales de los diarios ense\u00f1an m\u00e1s sobre las contradicciones de nuestro tiempo que las p\u00e1gi\u00adnas de informaci\u00f3n pol\u00edtica y econom\u00eda. Este […]<\/p>\n","protected":false},"author":10,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[663,695,229,304,256],"tags":[],"class_list":["post-5634","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-663","category-695","category-cuaderno-joven","category-eduardo-galeano","category-tema"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/5634","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/wp-json\/wp\/v2\/users\/10"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=5634"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/5634\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=5634"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=5634"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=5634"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}