{"id":6288,"date":"1998-11-01T00:00:05","date_gmt":"1998-10-31T22:00:05","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/index2.php\/?p=6288"},"modified":"1998-11-01T00:00:05","modified_gmt":"1998-10-31T22:00:05","slug":"muerte-y-vida","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/blog\/muerte-y-vida\/","title":{"rendered":"MUERTE Y VIDA"},"content":{"rendered":"<p>En el mes de noviembre, que comienza con los difuntos, las hojas caen y el sol decae. Por eso est\u00e1 dedicado al recuerdo de la muerte. Aqu\u00ed tambi\u00e9n lo recordamos (ver las secciones \u00abTestimonio\u00bb y \u00abPar\u00e1bola\u00bb).<\/p>\n<p>La muerte forma parte de la vida, pero cada vez est\u00e1 m\u00e1s separada de ella: ha creci\u00addo la esperanza de vida y se ha reducido la mortalidad. Por eso la experiencia de la muerte se ha hecho menos frecuente. Adem\u00e1s, en la actualidad se trata de eludirla: cuando un familiar o un amigo se va sin remedio, exigimos de sus seres queridos una ficticia fortaleza con la que enmascarar l\u00e1grimas, vac\u00edo, ira y hasta des\u00e1nimo. Los fa\u00admiliares del fallecido ponen cara de \u00abaqu\u00ed no ha pasado nada\u00bb. S\u00f3lo las grandes cat\u00e1s\u00adtrofes y la violencia cinematogr\u00e1fica merecen atenci\u00f3n y comentario.<\/p>\n<p>La muerte, para quienes no la conciben como una realidad ineludible -los j\u00f3venes, so\u00adbre todo-, es desgarradora, tanto por la sensaci\u00f3n de impotencia que genera como por el hecho de verle la cara y asumir la certeza de la propia extinci\u00f3n.<\/p>\n<p>Los estudiosos de la muerte han comprobado que cuanto m\u00e1s significado halle cada uno en su propia vida, menos miedo se tendr\u00e1 a la muerte. En todos los casos, parece positivo expresar los sentimientos, ya sea por parte de quienes ven cercana la muerte o de quienes sufren la p\u00e9rdida de un ser querido.<\/p>\n<p>Las emociones que genera una muerte se acusan de diferente manera seg\u00fan la ma\u00addurez y la edad:<\/p>\n<ul>\n<li>Los m\u00e1s <em>peque\u00f1os <\/em>no entienden que el suceso sea irreversible hasta los siete u ocho a\u00f1os.<\/li>\n<li>A los <em>adolescentes <\/em>les supera el ideal rom\u00e1ntico y les ronda el suicidio como una fan\u00adtas\u00eda m\u00e1s.<\/li>\n<li><em> Los adultos <\/em>de mediana edad comienzan a tomar conciencia de que se pueden topar con la muerte en cualquier esquina.<\/li>\n<li>En la <em>edad m\u00e1s tard\u00eda, <\/em>la certeza de que el ciclo vital es imparable y la experiencia de haber perdido ya a numerosos seres queridos restan dramatismo al tr\u00e1nsito.<\/li>\n<\/ul>\n<p>Pero nosotros no queremos ense\u00f1ar a morir -no lo evitamos, eso s\u00ed-, sino aprender a vivir y contagiar el gusto por la vida vivida en plenitud.<\/p>\n<p>Muchos j\u00f3venes deambulan a la intemperie, casi muertos en vida. En ese sentido la reciente pel\u00edcula <em>Barrio <\/em>refleja el mundo de tres j\u00f3venes que van al instituto, viven en las afueras de la ciudad y sue\u00f1an con no complicarse la vida. Caminan \u00abpor la perife\u00adria de sus vidas por los descampados de su adolescencia\u00bb, como dice el director de la pel\u00edcula (ver las secciones Textos y Tema). Quieren vivir la vida, no complicarse la vi\u00adda, pero est\u00e1n ya un poco muertos en un mundo sin salida. Y sin embargo, ellos, como tantos otros, siguen esperando una mano amiga que les llame a la vida.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"<p>En el mes de noviembre, que comienza con los difuntos, las hojas caen y el sol decae. Por eso est\u00e1 dedicado al recuerdo de la muerte. Aqu\u00ed tambi\u00e9n lo recordamos (ver las secciones \u00abTestimonio\u00bb y \u00abPar\u00e1bola\u00bb). 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