{"id":6396,"date":"1998-06-01T00:00:03","date_gmt":"1998-05-31T22:00:03","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/index2.php\/?p=6396"},"modified":"1998-06-01T00:00:03","modified_gmt":"1998-05-31T22:00:03","slug":"los-dioses-de-la-sangre","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/blog\/los-dioses-de-la-sangre\/","title":{"rendered":"Los dioses de la sangre"},"content":{"rendered":"
A las puertas del tercer milenio seguimos rindiendo tributo a los dioses de la sangre. Tambi\u00e9n entre nosotros. Tambi\u00e9n entre los j\u00f3venes. Tambi\u00e9n en los estados.<\/p>\n
La muerte del obispo Juan Gerardi <\/em>en Guatemala el domingo 26 abril es un caso m\u00e1s. Era defensor apasionado de los derechos humanos y dos d\u00edas antes de morir hab\u00eda pre\u00adsentado el informe Guatemala: nunca m\u00e1s <\/em>que pudo costarle la vida. En \u00e9l daba cuenta de los 36 a\u00f1os de horror en Guatemala, con casos no reproducibles aqu\u00ed: en una ma\u00adtanza acaecida en 1981 \u00ablos balearon y degollaron, tambi\u00e9n a los ni\u00f1os, a una hija (lo cuenta la madre) le abrieron la cabeza, le quitaron el seso y parece que lo comieron. A otra vecina le degollaron y empezaron a chupar la sangre\u00bb. Y datos que hablan por s\u00ed solos: 37.000 hechos violentos (masacres, asesinatos, violaciones o mutilaciones) que afectaron a 55.000 v\u00edctimas (43.580 de ellas fueron ocasionadas por las fuerzas arma\u00addas), 50.000 desaparecidos, 150.000 muertos, un mill\u00f3n de refugiados, 40.000 viudas, 200.000 hu\u00e9rfanos…<\/p>\n Seguimos rindiendo culto a los dioses de la sangre. Pero todos. Por eso la Opini\u00f3n <\/em>de este \u00abCuaderno Joven\u00bb <\/em>es especial: Reproducimos un art\u00edculo de Jos\u00e9 Ram\u00f3n Flecha <\/em>titu\u00adlado \u00abSacrificios de doncellas\u00bb (El Santo, <\/em>623, julio-agosto 1997) que hacemos nuestro. Puede ayudarnos a descubrir c\u00f3mo tambi\u00e9n nosotros seguimos ofreciendo sangre a \u00abnuestros dioses\u00bb.<\/p>\n <\/p>\n La noticia ha aparecido en la prensa en los d\u00edas m\u00e1s esplendorosos de esta pri\u00admavera. Parece que hay unas treinta tri\u00adbus en Puerto Maldonado, all\u00e1 en la Amazonia peruana. A algunos investi\u00adgadores les ha llamado la atenci\u00f3n com\u00adprobar que en ellas es mayor el n\u00famero de varones que de mujeres. Y creen ha\u00adber encontrado la raz\u00f3n: es muy fre\u00adcuente todav\u00eda el sacrificio de las donce\u00adllas. Los nativos piensan que la ofrenda de esas muchachas ayuda a lograr una buena temporada de pesca o una mejor cosecha.<\/p>\n Pero dicen que un ritual semejante exis\u00adte en el departamento de Puno, all\u00e1 en el altiplano. J\u00f3venes de ambos sexos son<\/p>\n embriagados por los brujos y degollados como ofrenda a los dioses del cerro. Sabemos que los sacrificios humanos se han dado en todas las culturas primi\u00adtivas. Hasta el pueblo de Israel se sinti\u00f3 a veces tentado por esas pr\u00e1cticas que ve\u00eda practicar por los pueblos cananeos. Seguramente el relato b\u00edblico del \u00absacri\u00adficio\u00bb de Isaac revela precisamente esa tentaci\u00f3n. El pueblo descendiente de Abraham descubrir\u00eda que Dios aceptaba otros sacrificios sustitutorios, en lugar de la vida de los primog\u00e9nitos.<\/p>\n <\/p>\n La cultura moderna nos ha ense\u00f1ado a horrorizarnos ante esos ritos. No cree\u00admos que Dios pueda exigir los sacrificios de vidas humanas. Y si los pidiera, \u00e9sa ser\u00eda precisamente la prueba m\u00e1s evi\u00addente de su falsa divinidad.<\/p>\n Los ciudadanos de un mundo tecnifi\u00adcado har\u00edamos mal en escandalizarnos ante esos ritos abominables. Nosotros, en efecto, hemos cambiado las aparien\u00adcias pero no hemos cambiado de menta\u00adlidad. De una forma m\u00e1s sutil y menos ostentosa, seguimos ofreciendo sangre a nuestros \u00abdioses\u00bb.<\/p>\n – Sacrificamos vidas humanas al dios del \u00abtener\u00bb. Nos <\/em>quemamos la salud para ate\u00adsorar bienes que de nada nos van a servir. Se mata para robar y se roba para seguir matando. Las mafias locales o internacio\u00adnales se disparan sin escr\u00fapulos por ase\u00adgurarse las redes de sus negocios sucios.<\/p>\n – Sacrificamos vidas humanas al dios del \u00abpoder\u00bb. <\/em>Por conseguir o mantener una parcela de \u00e9l, los asesinatos se cuentan por millares y millones. Los grupos te\u00adrroristas tratan de justificar la matanza de inocentes sobre la base de sus preten\u00addidos derechos pol\u00edticos.<\/p>\n – Sacrificamos vidas humanas al dios del \u00abplacer\u00bb. El <\/em>sexo, la droga, el alcohol o el tabaco van dejando v\u00edctimas incontables por todos los caminos del mundo. Se viola y se mata a las ni\u00f1as. Se planean asesinatos por exigencias de un juego.<\/p>\n <\/p>\n Junto a estos dioses personales, est\u00e1n tambi\u00e9n las grandes divinidades de la comunidad. En raz\u00f3n del bien com\u00fan se tortura a unos y se niega el pan y la re\u00adsidencia a otros. En raz\u00f3n de una iden\u00adtidad \u00abnacional\u00bb se discrimina a los lle\u00adgados de otra regi\u00f3n o de otro continen\u00adte. En raz\u00f3n de una ideolog\u00eda se pro\u00adpugna el aborto y se programa la euta\u00adnasia.<\/p>\n Y luego, est\u00e1n los otros diosecillos de segunda categor\u00eda. Parecen m\u00e1s benig\u00adnos y domesticables. Pero tambi\u00e9n ellos reclaman el tributo de la sangre humana. Son las envidias y las discordias. Es el anhelo de aparentar y de ser conocidos. Es el proyecto de unas vacaciones. Es el deseo de comprar un nuevo veh\u00edculo. Todo ello cuesta sangre.<\/p>\n La diferencia respecto a las tribus \u00abprimi\u00adtivas\u00bb es insignificante. En un caso y en otro se trata de sacrificar a \u00abalguien\u00bb para asegurarse \u00abalgo\u00bb que parece necesario pa\u00adra el individuo o para el grupo. <\/em>En un caso y en otro se considera que la sangre de los otros es fuente para la vida de los que lo asesinan. En un caso y en otro, siempre hay \u00abbrujos\u00bb que deciden qui\u00e9n ha de morir y el rito que se ha de seguir para que el sacrificio surta el efecto deseado.<\/p>\n Las noticias de prensa a\u00f1aden que los misioneros cat\u00f3licos han logrado que los sacrificios humanos disminuyan en la selva, en la selva vegetal, al menos. En la selva de asfalto y de sem\u00e1foros faltan to\u00addav\u00eda los profetas.<\/p>\n A pesar de todo esto -y precisamente por ello- apostamos por la esperanza. En la p\u00e1\u00adgina siguiente reproducimos un poema in\u00e9dito de ftigoberta Mench\u00fa (14 <\/em>de octubre de 1994), guatemalteca y premio Nobel de la Paz. Con ella creemos que son \u00ablargos mis sue\u00f1os, largas mis esperanzas\u00bb. Y que \u00abvendr\u00e1 el amanecer\u00bb. Como cant\u00e1bamos, \u00abha\u00adbr\u00e1 que forzarlo para que pueda ser\u00bb.<\/p>\n <\/p>\n Vendr\u00e9 el amanecer<\/strong><\/p>\n larga noche de oscuridad opac\u00f3 mi rostro,<\/em><\/p>\n se apoder\u00f3 de mi palabra, enterr\u00f3 mi pensamiento, prohibi\u00f3 mi nombre, secuestr\u00f3 mi tierna infancia y me dio callosas manos para vivir.<\/em><\/p>\n Larga noche de oscuridad opac\u00f3 mi rostro, largos han sido mis caminos, eternas mis luchas, eterna mi paciencia,<\/em><\/p>\n pues qu\u00e9 grande ha sido mi dolor.<\/em><\/p>\n \u00a0<\/em><\/p>\n Larga noche de oscuridad opac\u00f3 mi rostro, largos mis sue\u00f1os, inmensas mis esperanzas, pero vendr\u00e1 el amanecer, vendr\u00e1 la claridad, se levantar\u00e1 en lo m\u00e1s alto del cielo azul<\/em><\/p>\n la voz de quienes nunca hablaron.<\/em><\/p>\n Vendr\u00e1 la claridad,<\/em><\/p>\n florecer\u00e1n los cantos enterrados en llanos, en las altas monta\u00f1as, en las anchas selvas, en lo m\u00e1s hondo del coraz\u00f3n del ma\u00edz.<\/em><\/p>\n Desaparecer\u00e1n los due\u00f1os de la oscuridad, desaparecer\u00e1n las c\u00e1rceles clandestinas, empezar\u00e1 el amanecer.<\/em><\/p>\n Se levantar\u00e1n poetisas, se levantar\u00e1n poetas dormidos bajo los volcanes robustos,<\/em><\/p>\n nacer\u00e1n poetisas incrustadas en tejidos multicolores, jugar\u00e1n, reir\u00e1n, y orar\u00e1n y escribir\u00e1n poemas y m\u00e1s poemas, gritar\u00e1n plegarias del despertar, acompa\u00f1adas del pom.<\/em><\/p>\n Vendr\u00e1 la claridad, cantar\u00e1n gallos en la madrugada, cantar\u00e1n de nuevo los pajaritos del invierno. Sacaremos los nuestros enterrados en fosas comunes.<\/em><\/p>\n Y por fin, respirar\u00e1n libremente. Vendr\u00e1 el amanecer,<\/em><\/p>\n brillar\u00e1 mucha luz en nuestros caminos, nuestros ojos ver\u00e1n rayos de sol.<\/em><\/p>\n Rejuvenecer\u00e1n nuestras abuelitas, rejuvenecer\u00e1n nuestros abuelos y germinar\u00e1n nuestras abuelitas <\/em>y florecer\u00e1n sus nietos. Nuestros corazones cantar\u00e1n sin cesar<\/em><\/p>\n y brillar\u00e1n nuestras esperanzas y vendr\u00e1 el amanecer.<\/em><\/p>\n Largos mis sue\u00f1os, largas mis esperanzas.<\/em><\/p>\n \u00a0<\/em><\/p>\n RIGOBERTA MENCHU<\/td>\n<\/tr>\n<\/tbody>\n<\/table>\n<\/td>\n<\/tr>\n<\/tbody>\n<\/table>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" A las puertas del tercer milenio seguimos rindiendo tributo a los dioses de la sangre. Tambi\u00e9n entre nosotros. 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\n Inmenso silencio marchit\u00f3 mi voz,<\/em><\/p>\n