La seducción de lo exótico

1 octubre 1997

[vc_row][vc_column][vc_column_text]- ¿Menos creyentes?

 

Según la última encuesta realizada por el Instituto de la Juventud de España (INJUVE), el nú­mero de jóvenes españoles que se declaran no creyentes o indiferentes es superior por prime­ra vez a los que afirman que son católicos practicantes. (Cf. «El Mundo», 2.8.97). Poco a poco ha ido aumentando en los últimos años el número de jóvenes, de 15 a 19 años, que se decla­raban católicos no practicantes.

 

Actualmente ese porcentaje se sitúa en torno al 54%, mientras que los que se definen como católicos practicantes conforman un 19% y los indiferentes o no creyentes constituyen el 23% restante. Junto a ellos, el grupo de creyentes de otra religión ha aumentado en las dos últimas décadas de un 1 % a un 2%.

 

Una encuesta realizada en el mes de abril, reveló que el 60% de los jóvenes varones afirma creer en Dios mientras que las mujeres se sitúan por encima, con un 73%.

 

La Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales elaboró en marzo de este año un estu­dio en el que asegura que tres de cada cuatro jóvenes españoles confían en la astrología. Ade­más, el informe señala que la mitad defiende a capa y espada la existencia de los ovnis y la veracidad de los curanderos, mientras que un tercio cree en el espiritismo.

 

En este informe, uno de cada tres jóvenes afirma creer en la reencarnación y el 54% opina que existe otra vida después de la muerte. Los autores del estudio, titulado Las sectas en una sociedad en transformación, consideran que las creencias religiosas no están en situación de crisis, sino que la cultura española está marcada por una etapa de desconcierto «abierta a la idolatría de lo interno, con forma genuinas que desafían los cánones científico-técnicos del ra­cionalismo occidental». Además, destacan el atractivo social de lo esotérico y exótico de otras culturas, que, en su opinión, favorecen el florecimiento de las sectas.

 

El informe del INJUVE relaciona todas las tendencias religiosas con el nivel socioeconómico de los jóvenes y con la posibilidad de prolongar sus estudios. «Cuanto más bajo sea el status más crece la proporción de los católicos no practicantes», asegura. Al mismo tiempo, conclu­ye que tanto las posiciones comprometidas con la práctica confesional, como con la aconfe­sional, aumentan con el nivel socioeconómico.

 

PARA HACER

  1.  ¿Dónde nos situamos nosotros? ¿En qué creemos y en qué no?
  2.  ¿Cómo explicar el fenómeno de la seducción de lo esotérico? ¿Y el fenómeno de las sectas?
  3.  Lo importante es comprometerse en coherencia con las creencias que se tengan. ¿Cómo va nuestro compromiso?
  4.  Hay otras encuestas que dicen que en los últimos años ha aumentado el número de católicos practicantes. ¿Por dónde andamos nosotros?

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