Hace unos meses tuve la suerte de participar en el Congreso de Pastoral Juvenil de Valencia, al igual que hice hace años en el Fórum de Pastoral Juvenil. De los dos eventos saco la misma conclusión: el esfuerzo de tantas personas, instituciones, organizaciones y grupos por llevar adelante el mandato de Jesús («llevadlo a todas la gentes») y de hacerlo en especial entre el mundo juvenil. Ríos de tinta se han escrito sobre los modos, las formas, el lenguaje… Esta revista es la mejor prueba de ello. Sin embargo el objetivo es sólo uno: llevar el mensaje de Jesús a los jóvenes. Al final tengo la impresión de que gastamos demasiadas energías en buscar el “libro de recetas” perfecto y nos olvidamos de lo fundamental, del objetivo. Es como si pusiéramos todos nuestros esfuerzos en completar un puzzle en el que sólo nos fijáramos en las piezas y no el dibujo que forma.
Una de las preguntas clave a las que intenta responder este número, o por lo menos generar el debate, es: ¿Cómo afrontar un repensamiento de la praxis pastoral? Es decir no tanto buscar la fórmula perfecta, sino aportar lo que cada uno (grupo, institución, congregación…), desde su buen hacer y saber puede aportar para conseguir el fin último, la transmisión de la buena noticia a los jóvenes. Desde este concepto de repensamiento surge la imagen de la portada. En ella nos encontramos un puzzle a medio hacer, con piezas de diferentes colores y formas. Estas piezas, según se van construyendo, tapan la imagen de una capilla clásica, que se presenta entre sombras. Una pieza por sí sola no vale, incluso unida a otra de diferente color tampoco. El puzzle solo tiene sentido cuando todas las piezas encajan y nos muestran el color de lo que queremos representar y que da vida a la iglesia.
Hemos de unir esfuerzos, energías si queremos ser signo y testimonio en estos días. Hemos de ser valientes y recomponernos para mostrar una iglesia unida y una pastoral coherente. Esta es la reflexión que me surge después de lo vivido en estos dos encuentros en los que participé, tras hablar con mucha gente de diferentes ámbitos de la iglesia. Tal vez suene a utopía, pero ¿acaso no lo es también el evangelio?
@jotallorente
Fuertes en la fe, día a día, mes a mes [Aplicaciones]La «fe que actúa por el amor» (Gal 5,6) se convierte en un nuevo criterio de pensamiento y de acción que cambia toda la vida del hombre. (Porta Fidei 6) ¡Qué difícil nos es a veces en los colegios poner en práctica nuestros objetivos! En este “Año de la Fe” propuesto por Benedicto XVI, hemos escogido como objetivo del año en el colegio del Pilar, de Madrid, el ser “Fuertes en la Fe”. Para poder llevarlo a cabo de una manera más sencilla y práctica, lo hemos concretado en una propuesta específica para cada mes. A partir de ahí lo hemos vinculado a unos objetivos pedagógicos y pastorales. De esta manera podremos trabajarlo tanto en la tutoría como en el ámbito religioso y pastoral. Finalmente, lo materializaremos en una serie de actividades. Cada mes iremos presentando una propuesta concreta. [Ver la de este mes en Aplicaciones, página 12] |