- El regalo de escuchar
Pero realmente escuchar, sin interrumpir, bostezar, o criticar. Sólo escuchar.
- El regalo del cariño
Ser generoso con besos, abrazos, palmadas en la espalda y apretones de manos… Estas pequeñas acciones demuestran el cariño por tu familia y amigos.
- El regalo de la sonrisa
Llena tu vida de imágenes con sonrisas, dibujos, caricaturas y tu regalo dirá: “Me gusta reír contigo”.
- El regalo de las notas escritas
Esto puede ser un simple “Gracias por ayudarme”. Un detalle como estos puede ser recordado de por vida y tal vez cambiar la tristeza por alegría.
- El regalo de un cumplido
Un simple y sincero “Te ves genial con esa chaqueta”, “Has hecho un gran trabajo” o “Fue una estupenda comida” puede hacer especial un día.
- El regalo del favor
Todos los días procura hacer un favor.
- El regalo de la soledad
Hay días que no hay nada mejor que estar solo. Sé sensible a aquellos días y da este regalo o solicítalo a los demás.
- El regalo de la disposición a la gratitud
La forma más fácil de hacer sentir bien a la gente es decirle cosas que no son difíciles de decir como “Hola” y “Muchas gracias”.
Demuéstrales a tus amigos lo mucho que los estimas haciéndoles estos regalos…
Para hacer
Este documento, que, como tantos otros, circula por la Red, puede ser un buen regalo para la Navidad. ¿Por qué no difundirlos? Puede convertirse, con algún dibujo, en nuestra felicitación.
Pero lo importante es que hagamos esos ocho regalos. Leemos cada uno de ellos y pensamos y concretamos cómo, cuándo y dónde los podemos llevar a cabo.
Y si añadimos dos para que sean diez, ¿cuáles serían? Pensamos dos cada uno y hacemos una lista completa final.
Ilustramos cada regalo y elaboramos una cartulina resumen con todos ellos. La difundimos después en carteleras, carteles… O la convertimos en nuestra felicitación.