LOS ESTATUTOS DEL HOMBRE

1 julio 2010

Artículo 1.

Queda decretado que ahora vale la vida,
que ahora vale la verdad,
y que de manos dadas
trabajaremos todos por la vida verdadera.

Artículo 2.

Queda decretado que todos los días de la semana,
inclusive los martes más grises,
tienen derecho a convertirse en mañanas de domingo.

Artículo 3.

Queda decretado que, a partir de este instante,
habrá girasoles en todas las ventanas,
que los girasoles tendrán derecho
a abrirse dentro de la sombra;
y que las ventanas deben permanecer
el día entero abiertas para el verde
donde crece la esperanza.

Artículo 4.

Queda decretado que el hombre
no precisará nunca más
dudar del hombre.
Que el hombre confiará en el hombre
como la palmera confía en el viento,
como el viento confía en el aire,
como el aire confía en el campo azul del cielo.

Parágrafo único:

El hombre confiará en el hombre
como un niño confía en otro niño.

Artículo 5.

Queda decretado que los hombres
están libres del yugo de la mentira.
Nunca más será preciso usar
la coraza del silencio
ni la armadura de las palabras.
El hombre se sentará a la mesa
con la mirada limpia,
porque la verdad pasará a ser servida
antes del postre.

Artículo 6.

Queda establecida, durante diez siglos,
la práctica soñada por el profeta Isaías,
y el lobo y el cordero pastarán juntos
y la comida de ambos tendrá
el mismo gusto a aurora.

Artículo 7.

Por decreto irrevocable
queda establecido
el reinado permanente
de la justicia y de la claridad.
Y la alegría será una bandera generosa
para siempre enarbolada
en el alma del pueblo.

Artículo 8.

Queda decretado que el mayor dolor
siempre fue y será siempre
no poder dar amor a quien se ama,
sabiendo que es el agua
quien da a la planta el milagro de la flor.

Artículo 9.

Queda permitido que el pan de cada día
tenga en el hombre la señal de su sudor.
Pero que sobre todo tenga siempre
el caliente sabor de la ternura.

Artículo 10.

Queda permitido a cualquier persona,
a cualquier hora de la vida,
el uso del traje blanco.

Artículo 11.

Queda decretado, por definición,
que el hombre es un animal que ama,
y que por eso es bello,
mucho más bello
que la estrella de la mañana.

Thiago de Mello, Brasil

 Para hacer

  1. Este texto es conocido desde hace ya unas cuantas décadas, cuando las ilusiones colectivas alumbraban sueños. ¿Cómo nos suena ahora?
  2. Lo traducimos a realidades actuales: ¿Qué decretos o permisiones nos hacen más falta ahora?
  3. Y concretamos algo para hacer durante un tiempo. Porque los sueños se pueden convertir en realidad. Todavía.

 

También te puede interesar…

Redescubrir la ciudad vieja

[vc_row][vc_column][vc_column_text][pdf-embedder url="/wp-content/uploads/2019/06/MJ498-499-CJ-12-IDEAS.pdf"...