ESTAS NAVIDADES, A FALTA DE INCUBADORAS…

1 diciembre 2006

Lector 1: Camino de Belén se dirigían José y su esposa María que, como todos saben, estaba encinta.

Lector 2: ¡Pobre pareja! Salir de su tierra en busca de trabajo, pensando en el porvenir del niño que estaban a punto de tener

Lector 3: Bueno, eso dices tú, yo más bien creo que se pusieron en camino obedeciendo al decreto que el emperador Augusto acababa de promulgar y que…

Lector 1: Amigos, no sé cómo fue, el caso es que llevaban varios días caminando cuando María, que había estado soportando estoicamente todos sus dolores, no pudo más y…

MARÍA: José, ¿queda mucho? Las contracciones son cada vez más rápidas.

Lector 1: Bueno, bueno, la que se avecinaba… Al pobre José, por poco, le da algo.

JOSÉ: ¡Por lo que más quieras, María, aguanta un poco! Además, ¿no te quedaba más de un mes para salir de cuentas?

Lector 1: En fin, ya ven lo que son las cosas, en un abrir y cerrar de ojos todo se precipita y en una cueva María…

Lector 2: Dirás en un pesebre ¿no?

Lector 3: Ni en una cueva ni en un pesebre, el parto tuvo lugar en una posada…

Lector 1: ¡Por el amor de Dios! Quieren ustedes dejar de discrepar. Lo cierto es que María, y esto es lo importante, da a luz a un precioso bebé, que si no fuera por…

MARÍA: Este niño está enfermo, necesita mucho calor, ¡pobrecito! Está tiritando…

JOSÉ: No te preocupes María, todo es debido a que el parto se ha adelantado y…

MARÍA: ¡Por Dios, José! Ya sé que te has leído una docena de manuales sobre el tema, pero ahora no hay tiempo para teorías, ¡sal inmediatamente en busca de ayuda!

Lector 2: ¡Jolines! Jamás había visto tan cabreada a María

Lector 3: ¡Y para no estarlo! La situación era más que preocupante

Lector 1: Sí, ¡vaya panorama! El niño se les iba de las manos, el tiempo corría en su contra, así que el bueno de José sale precipitadamente en busca de…

Lector 2: Ah, ya entiendo, ahora es cuando José buscaría desesperadamente una incubadora, pero claro…

Lector 3: Sí, me dirás tú, hace dos mil años, dónde iba a encontrar el dichoso aparatito…

Lector 1: Por una vez tenéis razón los dos… y es que ahora es cuando todos, nosotros y vosotros, los que estáis escuchando esta bella y delicada historia, entramos en escena. El Niño Jesús precisa urgentemente…

Lector 2: Un corazón abierto de par en par, donde pueda entrar, cobijarse y sentirse protegido.

Lector 3: Y un corazón caliente, que le arrope a base de ternura, alegría y mucho amor.

TODOS: Y es que estas Navidades ¡amigos! a falta de incubadoras, el Niño Jesús nos necesita…

José María Escudero

Para hacer

Releemos el final. ¿cómo puede convertirse nuestro corazón en cobijo para otros? ¿Cómo lo hacemos?

También nacen otros niños necesitados. ¿Cómo nos enteramos? ¿Qué hacemos? ¿Qué podemos hacer… enprimier lugar praa enterarnos? ¿Y después?

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