Se armó el “belen”

1 diciembre 2002

Todo diciembre es Navidad. Y lo es no só­lo porque la publicidad, a través de los me­dios de comunicación social, nos machaque por activa y pasiva, sino porque, en los cen­tros educativos escolares, necesitamos tiem­po para celebrar la Navidad antes de «las va­caciones de Navidad» (Sic).

En este ambiente creemos interesante po­tenciar la realización de «belenes»: ya sea un belén amplio y representativo de todo el cen­tro educativo que se instala en la portería o en un lugar céntrico, ya sea un belén esceni­ficado por los estudiantes más pequeños del colegio, o el realizado en cada aula donde la creatividad de todos nos ayuda a inventar y recrear nuestro propio belén.

Nuestra propuesta, surgida en los centros de tiempo libre educativo, se puede exportar a cualquier institución educativa. Se trataría de realizar distintos talleres en que los parti­cipantes, en especial niños y niñas, puedan crear su belén. Para ello les ofertamos distin­tas posibilidades. Cada grupo/aula elige su materia y, a partir de él, crea y reconstruye su belén. Pueden ser materiales de lo más varia­do: patatas, tapones de corcho, cartulinas, al­godones, plastilinas, tubos de cartón (como los del papel higiénico, por ejemplo); tam­bién se pueden hacer siluetas en cartulina ne­gra, o contornos, para luego rodearlos de nie­ve artificial.

Cada grupo/aula, dependiendo de edad y gustos, elegirá uno de esos materiales u otro nuevo y distinto, y tratará de construir su be­lén, partiendo de modelos conocidos o desde la propia creatividad. Con todo ello se cons­truirán los principales personajes del belén y los distintos elementos, que se crean oportu­nos, para dar vistosidad y originalidad a «su» belén.

Puede haber, en la última semana de clases o en las fechas próximas al 24 de diciembre, si es un centro de tiempo libre, una muestra de belenes por grupos/aulas… en la que, además de tomar todos juntos unos dulces navideños, se dé a todos un premio: al más creativo, al más moderno, al más luminoso, etc.

Otra propuesta interesante, que se podrá confeccionar a lo largo de varios años, anima a diseñar una pequeña y «casera» unidad educativa sobre el belén «oficial» que tiene el centro, (ese que se coloca para que toda la co­munidad lo pueda ver y disfrutar). Esta sen­cilla y creativa unidad didáctica atenderá a los distintos niveles educativos, a los grupos de catequesis o de tiempo libre, sin olvidar a animadores y adultos (AMPA, PAS, Profeso­rado…). No hará falta recordar que muchos de nuestros destinatarios no tienen esa cultu­ra mínima religiosa, necesaria para descubrir el lenguaje de los belenes y otros, a lo mejor, se han quedado con los datos de la Navidad del consumo o de la infancia perdida, ele­mentos poco significativos para integrar, en nuestra vivencia evangélica, la verdadera Navidad.

Otra propuesta, realizada a lo largo de to­da una semana, conllevaría, por ejemplo, la construcción de un belén alternativo con ma­teriales de desecho. En el colegio (clases de plástica, religión.. . ), en la parroquia con los grupos de catequesis, en el centro de tiempo libre con grupos de participantes… El modo de realizarlo dependerá del grupo y del local. La propuesta anima a ambientarlo en nuestra ciudad o nuestro pueblo, y a construirlo con elementos de la vida moderna: puentes, co­ches, personas, parques, casas, personajes populares y tradicionales de nuestra cultu­ra…

Materiales que se pueden emplear, a modo de sugerencia: cartones, cajas de huevos, bo­tellas de plástico, corchos, hilos, palillos, ro­llos de papel higiénico, papel de aluminio, al­godón, cartulinas, rotuladores, pegamento…

He aquí unas ideas, como otras muchas que realizamos en nuestros centros educati­vos, para que realmente podamos decir: en estas navidades, «se armó el belén»

 

XULIO C. IGLESIAS Ourense

 

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