FÚTBOL, ¿OPIO DEL PUEBLO ?

1 octubre 1998

La otra noche estaba cenando y oí el sonido de unos cohetes. Mi abuela me preguntó: «¿Qué santo es hoy?»; yo le contesté: «Es el fútbol». Y es que en mi pueblo, en víspera de algún santo se suele disparar algún cohete para anunciar al pueblo que ese día se celebra S. Juan, S. Ramón, S. Pascual, S. Isidro, Sta. Ana… Desde hace unos años, nos hacemos un lío porque no se sabe si el cohete va dedicado a Sta. Ana o se les dedica a los del Barça porque han ganado, o es que lo tiran los del Madrid porque el Barça ha perdido. Todo este follón me hizo pensar, después de hablar de fútbol suelo reflexionar interiormente, como vacuna.

Antes, nos decían a los cristianos que llevábamos cuernos y rabo, y que la religión era el opio del pue­blo. Eran otros tiempos, cuando las iglesias se llenaban. Pero he aquí que ha nacido «una nueva religión», que está tomando mucha fuerza. Sus «iglesias», llamadas estadios, se llenan todos los domingos de in­condicionales fieles dispuestos a gritar en voz alta. Sus oraciones, para que el dios-pelota, balón, esféri­co, etc… les escuche y les haga felices, al menos una semana, también tienen sus 10 mandamientos:

  1. Sólo pensarás en el fútbol, tu dios, dejando y olvidando todo lo demás.
  2. Odiarás hasta la muerte a los del otro equipo.
  3. Darás generosa limosna a tu presidente (Núñez, Sanz, Ros, etc …) para que puedan fichar muchos pobres, es decir, jugadores.
  4. Insultarás, maltratarás a Satanás, o sea a los árbitros, porque son el enemigo número uno de tu dios.
  5. Rendirás culto a tu dios todos los domingos y fiestas de guardar, yendo al estadio, o en su de­fecto enchufando el televisor, incluso codificado, al igual que haces con las películas pomo.
  6. Celebrarás con grandes borracheras las victorias de tu equipo.
  7. Celebrarás con cabreos, llantos y no hablando con nadie, encerrándote en tí mismo las derrotas de tu equipo.
  8. Educarás a tus hijos para que sean gentes importantes y puedan ganar muchos millones, pues eso es lo único que importa en la vida.
  9. Dejarás todo por un partido de fútbol, familia, amigos, reuniones sociales, etc…
  10. Sólo hablarás de fútbol con las personas que te rodean.

Como podemos ver cumple todos los requisitos para ser la «religión» de nuestro tiempo. Esta religión parece politeísta (que tiene muchos dioses), pero es monoteísta (de solo uno), es muy fácil, os lo expli­co:

Nos quieren hacer creer que el dios de todo es el deporte (salud, trabajo de equipo, juego…), pero no os lo creáis; pues aquí hay muchos dioses comandados por un dios principal. Los dioses pequeños son los presidentes del equipo, los jugadores, la federación, pero el dios principal es Don $… ¡Qué casuali­dad, también por aquí!

Después de descubrir el gran pastel que suponía todo esto, me puse a pensar (por no perder la cos­tumbre), y me surgió una pregunta: «¿Cómo me sitúo ante todo ello?

RAMÓN DE YECLA, «juventud Obrera» 46 (Mayo 1998).

PARA HACER

  1. Responder: «Cómo me sitúo ante todo ello? ¿Cómo deberíamos situarnos?
  2. Elaborar otro decálogo: «El fútbol y nosotros: decálogo de actitudes par no dejarnos atrapar».

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