Diversas circunstancias hacen que cada vez se dé más el estrés, también entre los jóvenes: exámenes, fracasos escolares, fracasos sentimentales, problemas con la familia, separaciones de los padres, decepciones con los amigos… ¿Cómo librarnos del estrés? He aquí los dos puntos por los que pasa el eje de la vacunación contra el estrés y la superación del mismo.
- Adaptación
- Para libramos del estrés es necesario adaptarse. Adaptarse no es ni acomodarse ni resignarse. Consiste en aceptar activamente una realidad concreta en un momento concreto.
- «Hay que arar con los bueyes que tenemos». O sea, partir del aquí y ahora, de lo que tenemos «en este momento». Tus bueyes son un curso desquiciarte, una familia atosigante, unos amigos decepcionantes… o que te han tocado las quinielas. Con eso hay que navegar.
- El alumno o alumna que está sometido a las exigencias de los profesores, a las presiones de orden, estudio, horario de su familia… no consigue nada renegando de unas responsabilidades que no le apetece asumir. Mejor: sí que consigue algo: cargar las pilas negativamente.
- Mientras su papel es el de alumno o el de hijo, ha de dejarse dirigir, aceptar el ritmo impuesto por los demás. Si, por el contrario, elige una actividad propia, toma sus propias decisiones, va con sus amigos…, él o ella es quien dirige. En las dos situaciones debe actuar desde la propia libertad.
- Todo depende de la capacidad que cada uno tiene para asumir «su función en este momento preciso». Por lo tanto, todo depende del grado de identificación de la realidad. Ese es el segundo punto.
- Identificación
- Es necesario tener sentido de la realidad, identificarla. Como cuando hacemos una fotografía: la perfección del producto final depende de la máquina, de la luz, de la calidad de la película, del papel… Pero sobre todo depende del enfoque: no podemos tener la seguridad de que la fotografía salga bien hasta que la imagen del objetivo no coincida perfectamente con la imagen real. (Y aún así, a veces sale mal).
- Éste es uno de nuestros trabajos más importantes en la vida: vamos haciendo ensayos continuamente hasta que nuestra imagen interior coincide exactamente con nuestro planteamiento humano. Ahí es donde nos encontramos con nosotros mismos.
- A partir de ahí podremos enfadarnos, deprimirnos, alegramos, entusiasmarnos, cabrearnos…, pero siempre sin perder la verdadera referencia, que es la superposición de la imagen de fuera (acontecimientos) con nuestra propia imagen.
- Esto explica la actitud de las personas que, aunque no puedan conseguir lo que desean en un momento dado, sin embargo no se acomodan, ni se resignan ni renuncian a conseguirlo, siempre que esa meta forme parte de la propia definición que uno ha hecho de sí mismo.
- Esta perfecta adecuación entre realidad e imagen interior constituye la esencia del equilibrio personal y se convierte en la vacuna más efectiva contra el estrés.
PARA HACER
- ¿Qué situaciones nos causan a nosotros estrés? Hacer la lista.
- ¿Cómo reaccionamos antes esas situaciones? ¿Qué hacemos? Identificar emociones, pensamientos y acciones de cada una de ellas.
- Este texto, adaptado por H. Otero, es el esquema que dio Miguel A. Martín Val a los alumnos de COU del colegio «San José del Parque», de Madrid, para seguir una conferencia sobre el tema. Leerlo y comentar lo que dice.
- Aplicar después lo que dice a las situaciones de estrés que hayan salido antes.