Hablar y escuchar

1 mayo 2008

 

 ■ La imagen

Esta imagen de Chris Reed ilustraba una respuesta de Ellene Zimmerman en The New York Times/El País (21.2.08) sobre el cotilleo en la oficina. “El cotilleo en la oficina es información con otro nombre. Es comunicación: una manera de que la gente forme redes de relaciones de confianza. La palabra ‘cotilleo’ tiene una connotación negativa, pero también podría llamarse intercambio estratégico de información. Y puede llegara se catártico. El cotilleo es el radar en el lugar de trabajo y te mantiene al corriente de los cambios en la empresa… Sin embargo, el cotilleo desagradable va acompañado de problemas de ira.”

Al margen de este origen, la imagen puede servir para descubrir nuestro nivel de comunicación, ya sea en el grupo o con alguna persona concreta. Y para examinar nuestros cotilleos –o mejor, nuestra comunicación–en los grupos a los que pertenecemos.

  • Centrase en la imagen: ¿Qué pasa ahí? ¿Qué me recuerda? ¿Qué sentimientos me provoca?
  • Tener en cuenta estas primeras intervenciones y trabajar a partir de ellas. Ellas nos darán varias claves de nuestros deseos, miedos o necesidades.

■ Los personajes

  • Hay unos personajes: ¿Quiénes? ¿De qué tipo?
  • ¿Qué hacen? ¿Por qué?
  • ¿A quiénes se parecen cada uno de ellos o todos en general?
  • Una habla y otros escuchan. ¿Qué actitud tiene cada uno?

 ■ El lugar

  • ¿Dónde están estos personajes?
  • Podemos suponer que están alrededor de un aparato con una gran botella de agua, adonde la gente acude para beber…Puede haberlos en oficinas, tiendas, talleres…
  • Podemos retomar el tema de inicio: el cotilleo puede ayudar a la comunicación  en las organizaciones con tal de que no sea enfermizo ni negativo. ¡Estamos de acuerdo?
  • Esos personajes podrían formar parte de algún episodio de la serie Cámara café. Imaginarlo y recrearlo.

 ■ El micrófono/altavoz

  • Incluso tienen el instrumental para ello: un vaso… para beber. Pero hacen otra cosa con él, sirviéndose del juego de niños: hablar y escuchar.
  • ¿Cómo es nuestro nivel de comunicación en el grupo? ¿Nos escuchamos? ¿Compartimos información?
  • En este caso, una persona habla y los demás escuchan. Escuchar… siempre merece la pena. ¿Cómo lo hacemos?
  • Cuando escuchamos, animamos a la otra persona a hablar. ¿Cómo lo hacemos?
  • Si hablamos es porque tenemos algo que decir. Y si tenemos algo que decir es que lo hemos pensado, contrastado… ¿Cómo actuamos?

■ Entre nosotros

  • Hay un vaso disponible (para hablar o escuchar). Aprovecharlo para implicarnos. Por ejemplo, podemos tener un vaso entre las manos, que va pasando de uno a otro, mientras decimos o preguntamos…
  • Centrándonos en una persona, todos le dicen los aspectos positivos que vean )sólo los aspectos positivos)..
  • O podemos formular cualquier pregunta… a la que respondemos. Lo importante es responder con habilidad, sin crispación…
  • ¿Y si dijéramos al grupo lo que cada uno espera de él? ¿O una frase del evangelio?
  • Con todo esto y de otras muchas maneras podemos calmar también la sed que tenemos de comunicarnos y encontrarnos con los demás.

Herminio Otero

 

 

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