¿Qué tal tus sentimientos y emociones?

1 junio 1999

¿Cómo vives tus emociones? Las emociones forman parte de la vida personal y social de cada individuo. Seguramente no son aspectos de la personalidad que haya que guardar escondidos, aunque se tiende a hacerlo así. Cuando se deja la niñez, la razón adquiere la primacía sobre los sentimientos, que quedan controlados, a veces, hasta el exceso. Los sentimientos y las emociones enriquecen a la persona, la hacen «humana», si se manifiestan con un cierto equilibrio, sin ceder el protagonismo a los instintos que hacen esta parte de nuestra personalidad peligrosa y negativa. Y tú, ¿qué relación tienes con tus senti­mientos? ¿Los padeces o los controlas?

 

Te felicitan por algo que has hecho:

X.Lo aceptas sin empacho; sabes que te lo mereces.

Y.Te pones colorado/a y te sientes aturdido.

Z.Las felicitaciones son siempre agradables.

 

Sientes miedo:

 

Y.Muchas veces.

Y. Sólo en situaciones «peligrosas».

X.Casi nunca.

 

Debes exponer en público tus opiniones:

 

Z.Te tiembla la voz pero te haces el/la fuerte.

X.No te dejas vencer por la emoción y echas tu parrafada.

Y.Te sudan las manos, el corazón late fuerte, tienes difi­cultad para expresarte…

 

Escoge una de estas flores:

X.Clavel.

Y.Rosa.

Z.Margarita.

 

Ves a un mendigo en la calle:

 

Y.Te entristece y te hace pensar.

X.¡Ves tantos cada día!

Z.Piensas en soluciones para ayudar a todos los que se encuentran en igual situación.

 

Llaman a la puerta, estás solo/a en casa y no esperas a na­die:

 

Z.Sufres un sobresalto, pero después te calmas y vas a abrir.

Y.De momento, te quedas quieto y después, sin hacer ruido, controlas quién es.

X.Preguntas quién es y abres.

 

 

Tus amigos o parientes te preparan una fiesta con «sor­presa»:

 

X.Te la esperabas, habías intuido algo.

Y.Estás realmente sorprendido/a y emocionado/a, das las gracias a todos con alegría.

Z.Estás contento/a, ¡han tenido una idea divertida!

 

Ves la puesta del sol:

Y.Siempre que puedes, cada día es un espectáculo irre­petible.

Z.Con alguna frecuencia, ¡pero en la ciudad pierde todo su encanto!

X.Pocas veces, es siempre lo mismo.

 

Las historias de fantasmas:

 

X.Dan miedo sólo a los niños.

Y.Evitas escucharlas, porque tienes miedo de no poder dormir.

Z.Sientes curiosidad por ellas y te atemorizan.

 

Un estallido de ira:

 

Y.Es una válvula de escape en situaciones difíciles.

X.Hay que saber dominarla.

Z.Es un modo para expresar la rabia, aunque no de mo­do positivo.

 

 CORRECCIÓN E INTERPRETACIÓN

Mayoría de Y: «Vivir es una emoción»

Para ti, a veces, ¡una emoción demasiado intensa! Los sentimientos se manifiestan en tu rostro según las situaciones que vives. El problema es que, con frecuencia, te dejas condicionar en tus opciones y en tu modo de afrontar la vida por el estado de áni­mo que te domina en cada momento. Por eso, en ocasiones, no haces lo que querrías, y es una pena, porque tienes grandes cua­lidades. No te dejes vencer por la timidez, el miedo, la inseguridad, pues, en el fondo, te las tienes que ver con personas como tú, ¡que de ningún modo te van a comer!

 

Mayoría de Z: «Razón más sentimiento»

No renuncias a las emociones, pero no olvidas tampoco la razón. Procuras establecer un cierto equilibrio, que no es fácil alcan­zar. En muchos momentos de peligro, dificultad, dolor, es fácil perder la cabeza y dejar vía libre a sentimientos instintivos, en vez de intentar razonar y encontrar la solución o la actitud mejor. Sin embargo, tus esfuerzos quedan premiados, porque, do­minando cuando es necesario los estados de ánimo, afrontas mejor lo que la vida te presenta.

 

Mayoría de X: «¡Eres un témpano de hielo!»

Nada te hace perder el control, cada situación tiene un camino de salida o una resolución. Afrontas la vida en modo exquisita­mente racional, no pierdes nunca tu sangre fría y esto es ciertamente un bien, porque se puede contar siempre contigo. Sería, de todos modos, muy hermoso si aprendieras a mirar a tu alrededor con los ojos del corazón, sin abandonarte a los sentimientos, pero dejándoles un poco de espacio: ¡cada cosa recobraría su color y su calor!

 

M’ TERESA BROT, «Dimesioni Nuove» 2(1999), 27.

 

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