Algunas claves de «Operación Triunfo»

1 marzo 2002

Ha nacido una estrella

Del caldero de la academia de Operación Triunfo, pueden salir muchas figuras de la canción.«elmundo.es» analiza cuáles son los ingredientes esenciales de una receta que está resultando muy sabrosa.

 

  • Cambia la personalidad de los participantes a tu antojo (en caso de que la tuvieran). Ellos están dispuestos a cualquier cosa (hasta un límite, se supone) para no ser expulsados. Somételos a severas dietas alimenticias, a duras pruebas físicas, ponlos en evidencia delante de sus compañeros…
  • Disciplina carcelaria. Sólo son autorizadas las llamadas y visitas un día a la semana, salir al patio para ver la luz del sol sólo unos minutos al día.
  • Lavado de cerebro. Dales a copiar canciones y cantantes que no soporten o que no coincidan con su estilo. Al fin y al cabo, ellos se han inspirado siempre en alguien…
  • Vestidos de lo peor. Con prendas de telas de mala calidad y cutre confección. Deben dar la sensación de que son unos «pobrecillos» alcanzables ya que todavía no han entrado en el firmamento estelar.
  • Promoción de star system. Invitar a artistas famosos para dar prestigio al asunto. Según la audiencia del programa, así será la categoría de las celebridades, que normalmente estarán de promoción y su visita no costará ni un duro.
  • Jurado a la medida. Con criterio no muy exigente. Un productor poco conocido, algún director de un sello cuyo producto no brille precisamente por su calidad, director de revista vendida a las multinacionales que quiera aparentar, un periodista de algún medio pero jamás un solvente crítico especializado…
  • Marketing ¡directo! Unos cuantos arreglos hipercomerciales –como de bar de carretera– de las canciones en el estudio. Más una creciente tirada de discos bien situados en un gran almacén. Propaganda constante y si puedes también cuenta una dosis extra de publicidad subliminal.
  • Machaca al público para que crean que es un disco imprescindible en su discoteca, aunque al final acabe convertido en carne de rastrillo.

                                      «elmundo.es»

Espectáculo y operación comercial

«El programa, como su nombre indica, es una operación. Una operación comercial a gran escala que aprovecha minuciosamen­te muchas de las posibilidades del negocio de la televisión. Y es un espectáculo; contie­ne elementos de concurso, suspense, com­petición e identificación. En una tempora­da se sintetiza toda una trayectoria que pa­sa por una primera selección, la formación y el esfuerzo de mejora… hasta el éxito.

El atractivo entonces es el de las historias ejemplares. La productora del programa es un dios que garantiza todas las emociones con un calendario preestablecido, un dios que es más previsible que el destino y que promete una forma específica de éxito. Es un juego con unas reglas específicas, como un mundo simplificado, donde unos que saben enseñan, y otros, los protagonistas, viven una experiencia emocional que pue­de llevarles al escenario de los elegidos.»

JOAN MANUEL TRESSERRAS Profesor de Hª de la Comunicación (Universidad Autónoma de Barcelona)

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