Blues del pescador (CELTAS CORTOS, LP Introversiones, 2010)

1 enero 2011

SOL FA la DO (Bis)

SOL

  1. Quisiera ser pescador

FA
para surcar el mar,

la
lejos de tierra firme

DO
y poder olvidar.

SOL
Echaría el sedal

FA
confiado y con amor,

la
bajo un techo de estrellas

DO

y radiando resplandor

 

            SOL
en el cielo luz

               FA
y en mi brazos

   la     SOL FA la DO
Uh uh uh.

 

  1. Quisiera ser conductor
    de un tren que se va a estrellar
    sin freno al centro de la tierra,
    cañón en la tempestad.

Oír el carbón crepitar
y las traviesas crujir.
Conté pueblos al pasar
una noche mágica

 

en el cielo luz
y en mis brazos tú
Uh uh uh.

 

SOL FA la DO

(Música)

 

  1. Y me desprenderé
    de los lazos que me atan,
    los grilletes que me atrapan
    ellos solos se caerán.

Y un buen día dispondré,
por fin pasaré a la acción,
conduciré el tren,
seré el pescador.

 

En el cielo luz

y en mis brazos tú
Uh uh uh.
En el cielo luz (música)

En el cielo luz
y en mis brazos tú.

             SOL  FA la

En el cielo luz.

http://www.youtube.com/watch?v=F0L50iVYjqI

PARA HACER:

 El autor de la letra quiere ser pescador para olvidar y alejarse de la tierra, de su vida cotidiana. ¿Te sucede eso a ti con frecuencia? ¿Por qué? ¿Conoces a gente que se siente descontenta con la vida que lleva y quiere alejarse? (Estaría bien hablar con personas que han hecho a solas este año el Camino de Santiago y buscar paralelismos. En este sentido, sugerimos ver y comentar la película The Way).

 

¿Qué representan en la canción el barco, el tren la luz del cielo? ¿Por qué? ¿Alguna vez os habéis sentido el pescador o el conductor del tren de la canción?

 

“Me desprenderé de los lazos que me atan, los grilletes que me atrapan ellos solos se caerán”. ¿De qué os queréis liberar vosotros? ¿Qué tiene que ver con esto la palabra salvación? ¿Dónde y en quién la encontráis? (Comparad con esta frase: “Jesús es la piedra que vosotros, los constructores, habéis despreciado y que se ha convertido en piedra  angular. Porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres por el que podamos salvarnos (Hch 4,11-12).»

 

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