Caminantes

1 julio 2007

La imagen

Estos dibujos de Andrés Herrera los tomamos de un folleto que José Miguel Burgui, veterano caminante de Santiago, regala a peregrinos que caminan  hasta la tumba del apóstol. Este se titulaba Poemas para el peregrino a Santiago de Compostela. En su página burgui.net se pueden ver más materiales y recursos. Pero la imagen servirá para todos, no solo para los peregrinos, pues todos somos caminantes, peregrinos de la vida. Estos dibujos nos ayudarán a describir y purificar nuestras actitudes en el camino de la vida.

Los dibujos están aquí reunidos, como si contaran una historia. Cada uno de ellos, sin embargo,  tiene entidad para trabajar a partir de él solo.

  • Ver la imagen: ¿Qué me dice? ¿Qué me recuerda?
  • ¿Qué sentimientos me provoca?

Peregrinos

Hay ocho peregrinos. (Ojo: uno mira en otra dirección).

  • ¿A quién se parece más cada uno?
  • ¿O es uno solo en distintas actitudes y momentos?
  • Ver de todas formas dónde está cada uno: a quién se parece, como quién ha sido, quién representa mejor lo que ahora está viviendo.

El camino de la vida

Cada uno de estos peregrinos tiene un destino reconocido: llegar a Santiago.

  • ¿Cuál es nuestro destino?
  • ¿Dónde estoy yo en el camino de la vida? ¿Dónde estoy respecto del destino que me he trazado?

Actitudes en el camino de la vida

Porque la vida es como un camino que cada uno ha de recorrer.

  • ¿Cuáles son mis actitudes en el camino de la vida? Una forma de hacerlo: Poner en un bocadillo (también a Santiago peregrino) lo que esos personajes piensan, sienten, quieren hacer…
  • Después de haberlo escrito, referirlo a cada uno y compararlo con la propia vida. ¿Cambiaría cada uno algo de lo que ha salido?

Los pertrechos del peregrino

Los peregrinos llevan diversos elementos –lo imprescindible– que les ayudan en su camino. Vemos cuáles son y los aplicamos a nosotros mismos en nuestro camino pro la vida.

  • Bastón o báculo: ¿En qué me apoyo yo? ¿Cuáles son mis armas de defensa?
  • Sombrero o visera: ¿Cuál es mi defensa contra lo que me deslumbra o quema?
  • Buenas botas: ¿Que huellas sigo? ¿Qué huellas dejo?
  • Mochila: ¿Cuál es lo imprescindible del bagaje de mi vida? ¿Qué cosas me sobran? ¿De qué me he desprendido porque me estorbaba? ¿De qué me he de desprender?
  • Cantimplora: ¿Dónde encuentro refresco en mi vida? ¿Qué alimenta mi sed?
  • Esterilla y saco de dormir: ¿Cuáles son mis protecciones? ¿Qué me da seguridad? ¿Dónde me arropo en caso de frío u oscuridad?
  • Concha de peregrino: ¿Con qué señales me identifico? ¿Qué me ha marcado de tal forma que quiero conservar esa marca? (Concha del bautismo y concha para beber…) ¿Qué calma mi sed?
  • Y nada más… ¿De qué puedo –o debo– prescindir ahora mismo para ir por la vida “ligero de equipaje”?

El Señor Santiago

El último dibujo es el Señor Santiago, también caminante y peregrino, discípulo del Señor Jesús (libro en la mano).

  • Le escribo una carta contándole las aventuras del camino de mi vida. Incluyo lo que espero para ese camino en el futuro.
  • Y me imagino su respuesta: un carta de Santiago tomada de las expresiones del libro de Jesús, que es el libro de los evangelios leídos desde el libro de la vida: la experiencia vital de cada uno.

 Herminio Otero

 

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