Campamentos cómplices

1 julio 2012

La suma de palabras como verano, educación, relaciones intensas, naturaleza, vida… y chicos, chicas da una única palabra que es campamento.

Los que hemos vivido los campamentos como destinatarios y como animadores sabemos toda la parte del iceberg que oculta esa palabra mágica que transforma corazones y mentes.

En esta idea queremos recordar algunos de los muchos “guiños” educativos que se realizan en nuestras colonias de verano, campamentos, acampadas, marchas, campamentos urbanos, caminos de Santiago, etc.

Simplemente los vamos a nombrar como un elenco al que seguro que podemos añadir otros tantos que realizamos en nuestras experiencias educativas veraniegas. Sería bueno recordar al equipo de animadores estos DDC (Detalles educativos De Calidad).

  • Despedida festiva: Una despedida familiar y de amigos delante del autobús: La salida como fiesta, como “enviados de…”, notándose gestos o palabras que nos indican “Os echaremos de menos”, con abrazos, sonrisas y, si son muy pequeños, con alguna lágrima escondida.
  • Llamadas: Un tiempo (al día, a la semana…) para poder llamar por teléfono a la familia y/o los amigos. Eso es mejor que mensajes escritos breves que dicen lo que ya sabemos o lo que no entendemos por estar fuera de juego.
  • Un paseo con charla mirando al horizonte, que facilita más el diálogo que mirándote a la cara, con la animadora o educador de tu grupo, hablando con un adulto de la vida pequeña del campamento, de la vida grande familiar-escolar-de tiempo libre, de ilusiones y afectos…, de ti.
  • Tareas comunitarias compartidas: Poner y recoger la mesa, limpiar habitaciones, pasillos, patios, baños…, no solo por austeridad, que también, sino por educación, por valorar todos los trabajos, por educarnos en sensibilidad, por autocontrolarnos en el territorio común.
  • Una actividad solidaria dentro de las propuestas del campamento con una entrada con precio simbólico y para un destino concreto y real.
  • Visibilidad agradecida: Visualizar a todos los protagonistas del campamento (quienes preparan la comida, personal de administración o los que atienden la casa, personal de limpieza…) Al final del campamento, se ofrece un pequeño detalle y se da un gran aplauso para todos los que hacen posible el campamento y no se ven.
  • Una biblioteca de tiempo libre (que no escolar) con más cómic de lo habitual, con mantas en el suelo para tirarse con el libro que eso mola más que estar sentado.
  • Celebraciones con menos templo y más naturaleza, menos clericales y más participativas, sin que nos domine el reloj, escuchándolos y escudándonos, llenas de metáforas juveniles…
  • Sin maletas llenas de todo para aprender a lavar la ropa…, dejando tiempos para esa experiencia inolvidable de lavar desde mi ropa interior hasta la camiseta deportiva.
  • Acciones para vivir y compartir: Poder jugar, reír, bañarse, correr, comer, charlar… con gente de mi edad y con adultos en momentos formales y sobre todo en momentos informales.
  • Con fotos: Menos fotos tuenti y más fotos que se puedan imprimir, regalar, volver a ver, recordar, actualizar…, hacer historia
  • Un cariño: Comprar un “cariño” para la gente que queremos… lo importante no es lo que vale sino el recuerdo.

Que los que nos enriquecemos con la gran experiencia educativa de los campamentos de verano sigamos haciendo guiños al Otro a través de los otros. ¡Buen verano!

Xulio C. Iglesias

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