Cómo disminuir el orgullo

1 mayo 2003

Para disminuir el orgullo, siga estos pasos:

  1. Diríjase a una zona rural y elija el campo que más le guste.
  2. Espere a que anochezca. Desnúdese y cruce la alambrada, con cuidado de no perder ninguno de los atributos del poder o dejarse la piel en el intento.
  3. Camine hasta que sienta que está en medio de la soledad más absoluta. Una vez allí, levante la cabeza al cielo y mire las estrellas. En ese instante, usted visto desde el espacio, debe parecer una especie de microbio instalado en una pelota de fútbol.
  4. Piense entonces que está parado sobre un minúsculo planeta, que gira alrededor del sol; y que el sol es nada más que una estrella pequeña entre los millones de estrellas que usted está viendo y que forman nuestra galaxia.
  5.  Recuerde que nuestra galaxia es solo una de millones en el espacio.
  6. Una vez hecho esto, coloque los brazos en jarra sobre la cintura, en actitud desafiante y llenando bien los pulmones, grite a viva voz con toda la energía que sea capaz de juntar en ese momento:

¡Yo sí que soy alguien verdaderamente poderoso!

  1. Luego espere a ver el resultado. Si ve que algunas estrellas se sacuden, no se haga demasiado problema. “Es que Dios a veces no puede aguantar la risa”.

 

José Manuel Guzmán, Webalia, 4.4.03

 

PARA HACER

Antes de nada, comenzar concretando: ¿Qué es el orgullo? Poner ejemplos de una persona orgullosa.

¿Qué soluciones tiene el orgullo? Concretar cómo llevar a cabo alguna de ellas.

Dar ahora el texto y leerlo en silencio. ¿Qué nos ha parece?

Seguir mentalmente los pasos que señala el texto: imaginarse a cada uno en esa situación…

“Dios no puede aguantar la risa” con nosotros. ¿En qué sentido puede ser eso cierto?

Sin embargo yo soy poderoso: tengo el poder de amar, por ejemplo… ¿Y eso mueve el mundo?

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