Día de la «buena gente»

1 julio 1998

Una actividad que se organiza con fre­cuencia en los Campamentos Urbanos de Galicia y que se puede exportar a cualquier actividad educativa (colegio, grupos de tiempo libre, campamentos al aire libre, ludotecas, etc.) es el Día de la «buena gente».

Los objetivos educativos que nos propo­nemos con este día son los siguientes:

  • Descubrir toda la «buena gente» que hay en nuestra ciudad.
  • Darse cuenta del trabajo colectivo que supone tener una ciudad en buen estado.
  • Conocer con nombres y apellidos, y con caras concretas, los distintos servicios que humani­zan y hacen más habitable una ciudad.
  • Sensibilizarnos y contagiarnos de la buena gente que hay en nuestra ciudad.
  • La actividad principal que realizamos es un encuentro lúdico-educativo con dis­tintos miembros de los servicios de nues­tra ciudad, en un lugar público.

Pueden ser los siguientes: bomberos, pro­tección civil, Cruz Roja, ambulancias, auto­buses urbanos, servicio de limpieza, policía local, policía autonómica, policía nacional, tráfico, guardia civil, etc.

El encuentro es totalmente vivencial. Divididos en grupos, con sus animadores, todos van rotando por los distintos vehícu­los que ocupan la plaza mayor de la ciudad, por ejemplo.

En cada zona hay uno o varios vehículos con sus protagonistas, quienes irán explican­do o, mejor, haciendo participar a los pro­pios chicos y chicas en las dinámicas de sus servicios. Por ejemplo, los bomberos vesti­rán con trajes de amianto o similares a los chicos y chicas; pondrán en funcionamiento la escalera y subirán por ella con los volun­tarios que lo deseen; los voluntarios y volun­tarias de la Cruz Roja harán una sesión de primeros auxilios y llevarán en camilla hasta la ambulancia al que simule estar herido, etc.

Los distintos miembros de los servicios ciudadanos presentes mostrarán junto a los propios chicos y chicas cuanto se hace, el cómo y porqué se realiza dicho servicio en la ciudad. Como es lógico la plaza debe convertirse en un lugar bullicioso, ruidoso y, sobre todo, participativo.

En las experiencias concretas que hemos realizado en Orense con esta actividad, una vez que todos los grupos rotaron por los diferentes servicios ciudadanos y contem­plaron en directo las diferentes actividades de los mismos, comentaron largamente entre sí y con los miembros de los servicios ciudadanos sus impresiones, preguntaron toda clase de dudas y dieron todo tipo de sugerencias de lo más creativo.

 

La actividad puede concluirse con algún tipo de exhibición delante de los grupos de adolescentes y jóvenes que participan en el campamento urbano. Todo el encuentro puede llegar a durar unas dos horas. Posteriormente, en el ambiente del campa­mento urbano se crea el «taller de la buena gente», para recordar y ponerse en el lugar de toda esa gente que trabaja calladamente por nuestra ciudad. EL taller consiste en rea­lizar pequeñas y silenciosas acciones de ayuda a los demás en el propio campamen­to, como pueden ser el presentarse volunta­rios para preparar tal actividad, limpiar tal plaza o pórtico que entre todos hemos ensu­ciado, etc. Lo importante es que calen las his­torias que conocimos en nuestra propia his­toria cotidiana.

XULIO C. IGLESIAS

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