El estereotipo de belleza, una esclavitud

1 noviembre 2010

Un vagón de metro lleno de mujeres. Entra alguien. A todas les hace la misma pregunta: ¿Qué te gustaría cambiar de tu cuerpo? Todas enumeran, al menos, cinco partes: ojos, tripa, piernas, pechos. ¿Y qué te gusta de tu cuerpo? Entonces las mujeres se vuelven silenciosas, se angustian, no saben qué contestar.

Este ejercicio lo propuso a principios de julio en Madrid la psicóloga británica Susie Orbach a un grupo de feministas durante una conferencia organizada por el Lobby Europeo de Mujeres. «Hay una violencia real hacia la mujer para que no acepte su cuerpo, y está promovida solamente por los intereses comerciales», afirmó Orbach..

La tiranía del culto al cuerpo

Orbach es una gurú en contra del culto al cuerpo. Esta terapeuta y columnista del diario The Guardian está detrás de la campaña publicitaria de una conocida marca de comésticos que fomenta la belleza natural de las mujeres reales. «Una realidad manipulada por los retoques hechos con photoshop para los anuncios. Así, las mujeres construyen en sus mentes una imagen de un cuerpo y una cara que no son reales», critica Orbach y recuerda los beneficios millonarios que ganan empresas dedicadas a las cremas de belleza o a las dietas.

«Estar sano ya no es un deseo y una aspiración natural, sino una especie de tiranía que ha convertido la salud en un deber que, según la industria del bienestar, sólo podemos satisfacer mediante el consumo de determinados productos y servicios comerciales», señalan José Antonio Díaz Rojo y Ricard Morant, investigadores de la Universitat de Valencia, en un artículo de 2007. «Esta muestra de mensajes forma un agobiante y tiránico discurso pro-belleza, muchas veces falaz , que, a pesar de su eficacia persuasiva, provoca una reacción en personas comprometidas con la verdadera salud y conscientes de los límites reales de la belleza».

Guapas y jóvenes

Son muchas las feministas que han volcado su activismo en denunciar la presión que sufren las mujeres para estar siempre jóvenes y guapas. Desde la feminista Naomi Wolf con su libro El mito de la belleza(1991) hasta el grupo feminista francés La Barbe, cuyas socias basan sus intervenciones en interrumpir actos públicos protagonizados por hombres disfrazadas con barbas postizas.

Para Myria Vassiliadou, secretaria general del Lobby Europeo de Mujeres, en la actualidad parece que «sólo haya un concepto único de cuerpo, el que nos han impuesto, que no hay variedad». Idea en la que redunda Susie Orbach: «No nos sentimos mal con nuestra condición social, sino con nuestro cuerpo. Llevo 30 años en el feminismo y los 30 sigo hablando de lo mismo». Hay comportamientos que ni siquiera son naturales, como la obsesión con cómo quedará el físico tras el parto o sentir el acto de comer como un sufrimiento.

Problema generacional

El problema es, además, generacional. Las madres transmiten esa culpabilidad por no ser guapas y perfectas a las hijas. «Hay una sensación muy grande de infelicidad mental entre las más jóvenes. Y es porque las marcas comerciales ya utilizan a niños de 3 años para sus campañas y retocan sus fotografías», apunta Orbach.

La idea de las activistas es que la tiranía del cuerpo sea tomada en serio por los políticos y la incluyan en las políticas contra la violencia machista. Para los próximos meses, Orbach ha organizado un congreso en Londres sobre este asunto. «Sólo falta que haya voluntad de las autoridades».

Susana Hidalgo

Público, 14/06/2010

Para hacer

Entre todos, resumimos las ideas que aparecen. Podemos concretar 10. Después decimos en qué sentido estamos de acuerdo con ellas, del 1 al 5. ¿Qué resultado a parece? ¿Qué opinan los chicos?  ¿Cómo lo viven las chicas?

Buscamos las causas: ¿Por qué se funciona así?

Apuntamos alguna solución: ¿Qué podemos hacer nosotros? ¿Cómo?

 

 

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