El señor de los anillos: El retorno del rey

1 mayo 2004

Lord of the Rings: The Return of the King, 2003. Director: Peter Jackson.

Perspectivas: Obra que puede ser apreciada en su individualidad o como la conclusión de una serie que sólo en su conjunto encuentra el mejor sentido. Producto autónomo para la pantalla dirigido por Peter Jackson o adaptación más o menos fiel de la creación de J. R. Tolkien. Historia fantástica cuyo atractivo está ligado a la capacidad de entretener y fascinar o parábola que se abre a distintas interpretaciones del mundo real.

Cada una de las perspectivas permite abordar y disfrutar de El retorno del rey de distinta manera y, quizás, complementaria.

Los tres episodios se rodaron al mismo tiempo, a lo largo de un año y medio, con un presupuesto global de 310 millones de dólares. Cada una de las partes precedentes dejaba abierta la puerta para que la final dejara el broche definitivo. ¿Sería capaz de superar los logros alcanzados y satisfacer las expectativas creadas?

El prólogo, situado en un bello paraje, como tantos otros de la obra, nos retrotrae a los orígenes: cómo se corrompió un hobbit, Gollum, por la atracción del anillo y derramó la sangre de un amigo. Belleza y depravación, el anillo y su irresistible poder, una anticipación de la suerte que pueden correr quienes lo posean, el recuerdo de lo que hemos visto anteriormente…, van componiendo el tono que se prolonga a lo largo de la historia.

Los distintos hilos narrativos, que han complicando el punto inicial, se van alternando hasta confluir en el cauce común. Aragorn, Legolas y Gimli se dirigen al reino de Gondor para reunirse con Gandalf y Pippin, que intentan unir en Minas Tirith a los distintos bandos para combatir a Sauron, el enemigo común. También cabalga hacia el lugar el ejército del rey Théoden, con su hijo y Merry. Frodo y el fiel Sam intentan cumplir la misión de destruir el anillo, siguiendo las indicaciones del ambiguo Gollum, en el Monte del Destino. Cada grupo tiene una batalla que vencer frente a unos enemigos que, a veces, están en el propio interior.

Su director dice: «Combina el lirismo de la primera con la épica de la segunda, por fin, todas las líneas argumentales confluyen en un desenlace dramático realmente espectacular. Estoy orgulloso de la parte afectiva. Me gustan los últimos 40 minutos, en los que Sam y Frodo intentan tirar el anillo al volcán y luego vuelven a encontrase todos. Creo que el libro ha tenido tanto éxito por los personajes. A la gente no le gusta por las escenas de batalla. A la hora de hacer la película intentamos encontrar un equilibrio entre las batallas y el corazón de la historia. No creo que tenga nada que ver ni con Hitler ni con la lucha contra el terrorismo. Lo que a Tolkein le preocupaba no era la guerra, sino la lucha contra la esclavitud de las máquinas. Odiaba el que la revolución industrial en la Inglaterra del siglo XVIII transformara una sociedad rural. Se crearon pueblos alrededor de las fábricas y el humo contaminó el aire. Tolkien empezó a preocuparse por el medio ambiente en los años 30 y 40, mientras que el resto no lo hizo hasta los 50. Tolkien odiaba la esclavitud del hombre frente a la máquina. El anillo es una metáfora de la máquina. El anillo te esclaviza y ya no puedes hacer lo que quieres. La lucha de «El señor…» es realmente una lucha contra la esclavitud. Los orcos quieren conquistar la Tierra Media, industrializarla y esclavizar a su población.». (Peter Jackson)

 

Pistas para la reflexión

  1. ¿Qué perspectiva elegimos para analizar la obra? ¿Qué nos proporciona cada una de ellas? ¿Para qué tipo de espectadores se adaptan mejor? ¿Con qué finalidad hacemos la elección?
  2. ¿Intentamos recordar los elementos más importantes de las dos películas anteriores? ¿Qué ha quedado pendiente? ¿Cómo se va resolviendo? ¿Por qué el prólogo de Gollum? ¿Qué relación guarda con Frodo? ¿Comparamos cómo se caracteriza a ambos y en qué aspectos se asemejan o difieren?
  3. ¿Qué personajes adquieren mayor relieve en la parte final? ¿Qué valores o defectos encarnan? ¿Se trata de seres complejos o planos? ¿Cuál nos parece el más rico? ¿Con quién nos identificamos más? ¿Cuál nos resulta más repulsivo? ¿Por qué?
  4. ¿Qué subrayaríamos de las opiniones de Peter Jackson? ¿Por qué esa historia tiene tantos seguidores? ¿Cuál de sus elementos nos parece el más interesante? ¿Y el menos? ¿Cómo la interpretamos nosotros? ¿Con quién o con qué se puede identificar el anillo? ¿Y Sauron? ¿Y Frodo? ¿Y Gollum?

Augusto Fernández

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