El tobogán de la vida

1 diciembre 2000

¡ Saber vivir

Este dibujo de Ajubel proviene de una página de humor del suplemento «El Semanal» (28.2.99). Téngase en cuenta ese origen. Con todo, como el humor suele ser muy crítico, puede darnos pie para descubrir qué es lo esencial en la vida y cómo aprender a vivir. A la vez nos ayudará a profundizar para descubrir cómo vivir con plenitud en cada etapa de la vida más allá de las frases que reflejan actitudes negativas ante la vida: «La vida es breve, la vida es dura…»

 

¡ Tempus fugit

La imagen puede servir para personas distintas a los jóvenes y que se supone que han pasado la primera parte de ascenso en el tobogán de la vida. En ese sentido puede ser muy sugerente para un encuentro de educadores o de padres y en general para personas mayores de 18 años, que ya tienen estructurado mínimamente el pasado y pueden recordarlo con cierta distancia.

Con los más jóvenes y adolescentes podremos centrarnos en sus sueños e ilusiones de futuro, a la vez que en sus temores. En todos los casos tomaremos conciencia de la fugacidad de la vida (tempus fugit: el tiempo huye, como sigue recordando la esfera de algunos relojes. Por cierto que eso sucede en los relojes fijos y de pared, que son los más permanentes; en los relojes digitales sólo existe el instante presente en un cambio continuo e inaprensible. Como la vida misma, al menos la vida contemporánea.) Pero incluso en este último caso, el presente se puede vivir con sentido y plenitud o de manera inconsciente y sin enterarse…. O sea: hay algo que permanece y que podemos crear o al menos descubrir.

 

¡El tobogán de la vida

  1. Lo primero es ver la imagen: ¿Qué pasa ahí? ¿Qué se refleja? ¿Qué me recuerda? ¿Qué sentimientos me produce?
  2. Sin responder en voz alta a las preguntas anteriores, se puede comenzar poniendo un título a la imagen. Seguir trabajando a partir de lo que salga.
  3. Ir centrándose después, de una en una, en las preguntas primeras, pero teniendo en cuenta las reacciones y sentimientos provocados: qué pasa ahí y cómo me deja lo que pasa…
  4. La imagen, ¿qué refleja de nuestra vida personal (lo que cada uno ha vivido) o colectiva (la vida de las personas en general)?
  5. Centrarse en cada una de las seis etapas que se reflejan. ¿Cuál es lo fundamental de cada una de ellas? ¿Qué habría que hacer en cada una para ser y convertirse en más persona?
  6. Recorrer cada una de esas etapas hablando de sí mismo: ¿qué recuerdos tiene de la que ya se ha vivido? ¿Qué pasa en la que se está viviendo: cuál es y cómo nos situamos en ella?

¡ Mostrar fotos de la primera infancia (bebé), donde se ponen las bases estructurales de la personalidad. Aunque no se tengan delante, ¿cuál elegiría cada uno de las que recuerda?

¡ Infancia: recordar juegos, canciones, anécdotas… y jugarlos y cantarlas y contarlo.

¡ Adolescencia: con la lengua fuera… ¿Cuáles fueron o son nuestros sueños? ¿Qué esfuerzo realizamos y de qué nos sirvió?

¡ Juventud: ¿Cuáles son nuestras metas? ¿A dónde hemos llegado o queremos llegar? ¿Qué hemos hecho y qué queremos hacer para ello?

¡ Adultez: la etapa más larga (no necesariamente la más feliz en todos sus momentos)… ¿Cómo la imaginamos si no la hemos vivido todavía? ¿Qué nos ha hecho gozar y tener sentido si la hemos vivido o estamos viviendo?

¡ Vejez: ¿Cómo la quisiéramos? ¿Cómo nos la imaginamos de feliz? ¿Qué podemos hacer ahora para que entonces sea así?

  1. Dar un repaso a todo lo que ha salido: ¿Vivimos o sobrevivimos? ¿Buscamos más y nuevas sensaciones («sensación de vivir») o vivimos la vida profundamente («vida en abundancia»)? ¿Experimentamos la vida en cada momento (la vivimos en profundidad desde la sencillez dándonos cuenta del aquí y ahora) o buscamos nuevas experiencias sin fin?
  2. Reconsiderar lo que ha salido pero viendo el proceso interior de las personas, cuya gráfica no es una parábola (tobogán) sino una línea ascendente. ¿Cómo va esa línea nuestra?
  3. Aplicar la imagen a otras realidades (la vida de los grupos, la vida de la iglesia, el proceso de ser cristiano, el poder político…) o a otra época (cómo fue hace un siglo , cómo es ahora o cómo será…). Por cierto: ¿Y la séptima etapa? ¿Qué hay después de caer del tobogán? ¿Reencarnación y volver a empezar? ¿Resurrección y vida en plenitud?
  4. Si pudiéramos volver a subir, ¿cómo lo haríamos? Escribir diez pautas para aprovechar la vida viviendo en plenitud.

 HERMINIO OTERO

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