Emperor’s Club

1 marzo 2004

(The Emperor’s Club, 2003) Director: Michael Hoffman. Productor: Marc Abraham.
Una nueva película que aborda el papel de la educación en la sociedad. Como El club de los poetas muertos (Dead poets society, 1989) de Peter Weir, o Madadayo (1993), la última película dirigida por Akira Kurosawa, obras con las que guarda una cierta semejanza. El maduro y retirado profesor William Hundert  acude como moderador a una sorprendente edición del concurso para elegir al mejor conocedor de la cultura clásica. Un lujoso hotel sustituye a la prestigiosa escuela St. Benedict en la que ha impartido clases (el mejor de los profesores afirman) y ha sido asistente de la Dirección. Los recuerdos se agolpan en su mente y la pantalla nos lleva al pasado mediante el habitual flash-back que nos permite comprender cómo se desarrollaron los hechos que han originado la situación actual.

El profesor está convencido de su papel de educador, no de un mero transmisor de conocimientos, y ha desarrollado brillantemente los medios para inculcar en sus alumnos valores y saberes que les hagan madurar como personas.

► «Lo que más me atrajo de la historia es que mi éxito en la vida se debe especialmente a la influencia que en mí ejercieron algunos profesores. Mientras que mis padres se ocuparon en que yo tuviera una buena educación, fueron los profesores quienes influyeron de una manera más profunda en mi desarrollo intelectual e, indirectamente y de manera tangencial, colaboraron en que yo aprovechara las oportunidades que la vida me fue brindando. (Antes de leer la historia) no era tan consciente del impacto que mi comportamiento, bueno o malo, podría haber tenido después sobre ellos. Mirando hacia atrás, mis maestros han hecho tanto como mis padres a la hora de formarme, por lo que veo en esta película una oportunidad para rendirles homenaje.» (Michael Hoffman)

► El profesor es “un maestro de valores tradicionales que se aventura en un mundo mucho más laberíntico y complejo de lo que él está preparado para resistir.»(M. Hoffman)

► «Era -sobretodo y muy especialmente- una historia sobre una postura vital ética, sobre decisiones basadas en la buena fe, así como también en la temeridad; en definitiva, sobre actuaciones que acabarán marcando, de un modo u otro, el resto de nuestras vidas. Dios sabe que todos hemos tenido que tomar decisiones que podrían haber resultado de modos muy distintos según las circunstancias. Son estas elecciones las que nos hacen diferentes de los demás y forman nuestro carácter. Somos la suma de decisiones y acciones. Está claro que esta película no desarrolla un concepto como el de las típicas producciones cinematográficas de los grandes estudios de hoy día».(Marc Abraham)

Nos encontramos en un centro tradicional, dedicado a una clase privilegiada, en el que las mujeres aún no pueden cursar estudios y lo más importante es conseguir una calificación alta, aunque se estimule el aprendizaje con las reuniones, los concursos, la práctica de los deportes y, alguna vez, William Hundert  llegue a participar con resultados divertidos.

En otoño de 1972, irrumpe Sedgewick Bell, un nuevo alumno, hijo de un senador del estado de West Virginia poco interesado en los valores clásicos y con el deseo de ser únicamente él quien modele la personalidad del hijo. Desde un principio, profesor y alumno se marcan los terrenos y entran en una dura disputa. Dignidad y respeto frente al desparpajo y el uso de cualquier medio para conseguir los fines propuestos.

► «La mayoría de las películas ambientadas en instituciones de enseñanza acaban con el profesor y el alumno salvándose mutuamente. Aquí se desafía este convencionalismo. Y eso es lo que la hace desconcertante». (M. Hoffman)

Pistas para la reflexión

 

1. ¿Qué tipo de educador es William Hundert? ¿Cuáles son los valores, objetivos y métodos que defiende? ¿Son acertados? ¿Qué aprovecharíamos y qué modificaríamos?
2. ¿A qué conflictos se enfrenta? ¿Qué decisiones toma? ¿Los problemas planteados en qué se parecen a los que conocemos? ¿Qué haríamos si nos encontráramos en su lugar?
3. ¿Instruir o educar en valores? ¿Plegarse a las nuevas condiciones sociales y económicas o mantener las convicciones? ¿Centrarse en algunos alumnos especiales o dedicarse al grupo? ¿Dimitir ante las adversidades o continuar?

4. Comparar  Emperor’s Club con El club de los poetas muertos, Madadayo, Semilla de maldad (1957) de Richard Brooks,Adiós Mr. Chips (1969) de Herbert Ross, Rebelión en las aulas (1967) de James Clavell, Profesor Holland (1995) de Stephen Herek. ¿Qué elementos tienen en común? ¿En qué difieren? ¿En qué aspectos de la educación se fijan especialmente?

Augusto Fernández

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