Hacer un mundo nuevo

30 agosto 2016

Le regalé una paloma al hijo del carcelero.

Dicen que la echó a volar sólo por verle el vuelo.

¡Qué hermoso va a ser el mundo del hijo del carcelero!

 

Le regalé un halcón al hijo del terrorista;

él le cortó pico y garras para que no hiciera más víctimas.

¡Qué hermoso va a ser el mundo del hijo del terrorista!

 

Di semillas de esperanza al hijo del general;

él se puso a sembrarlas con el fusil de papá.

¡Qué hermoso va a ser el mundo del hijo del general!

 

Ofrecí un ramo de flores al hijo del presidente:

él empezó a repartirlas y a cantar «Viva la gente»

¡Qué hermoso va a ser el mundo del hijo del presidente!

 

Le regalé mil millones al hijo del gran banquero;

él los dio a Manos Unidas en favor de los hambrientos.

¡Qué hermoso va a ser el mundo del hijo del gran banquero!

 

Regalé una gran estrella a los hijos del escéptico;

la llevaron por la calle para que vieran los ciegos.

¡Qué hermoso va a ser el mundo del hijo del escéptico!

 

 

Para hacer 

  1. ¿Qué quiere decir este poema? ¿Cómo se puede concretar y traducir en realidad?
  2. Trabajar a partir de los símbolos que aparecen (paloma, halcón, semillas, ramo de flores, mil millones, estrella).
  3. Aparecen también unos personajes representativos: ¿de qué y por qué? ¿Cuáles faltan?
  4. ¿Qué podemos regalar a alguien para que la realidad -comenzando por nosotros mismos- sea distinta?
  5. Concretar lo que ha salido: Continuar el poema aplicándolo a nuevas realidades: «Le regalé… a…».

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