Instrucciones para vivir

1 abril 2006

Recuerdo que antes de nacer estaba yo preocupado porque no conocía el mundo al que llegaría.

Entonces le pedí a Dios instrucciones para vivir en esta tierra.

Dios acercó su voz a mi oído y dijo:

 

Sé como el sol:

levántate temprano y no te acuestes tarde.

Sé como la luna:

brilla en la oscuridad, pero sométete a la luz mayor.

Sé como los pájaros:

come, canta y vuela.

Sé como las flores:

enamoradas del sol, pero fieles a sus raíces.

Sé como el buen perro:

obediente, pero nada más que a su Señor.

Sé como la fruta:

bella por fuera, saludable por dentro.

Sé como el día:

que llega sin alardes y se retira humildemente.

Sé como los recién nacidos:

sin temor a la muerte.

Sé como el oasis:

da tu agua al sediento.

Sé como el río:

siempre hacia adelante.

Sé como la luciérnaga:

aunque pequeño bicho, emite su propia luz.

Sé como los niños:

juega, ríe, y no te preocupes por la vejez.

Sé como el agua:

buena y transparente.

Sé como los toros de lidia:

lucha por tu vida hasta el final.

Sé como José:

cree en tus sueños.

Sé como Lázaro:

levántate y anda.

Y por sobre todas las cosas,

sé como el cielo:

la morada de Dios.

 

Para hacer

Leer cada una de estas instrucciones y comentar su significado.

Ordenarlas por orden de importancia según lo que cada uno más necesite.

Concretar cómo llevar a cabo las cinco primeras de esta lista.

 

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