Jóvenes: opiniones y gustos para todo

1 abril 1997

El proceso de juvenilización de la sociedad hace que los jóvenes estén en el candelero -al menos en el candelero de la información-, o al revés. ¿Cómo les ven los estudiosos, có­mo se ven ellos mismos, cómo los (nos) ve­mos nosotros…?

  • Lo que dicen de ellos

– «Los jóvenes parecen necesitar dosis nunca vistas de jolgorio. El aspecto más lla­mativo quizá sea el de las noches enteras de continuas libaciones. Se juntan y refuerzan entre sí la noche, el alcohol, el tabaco, la ve­locidad y en último término las drogas. Los jó­venes se enfrentan así al mundo de los adul­tos». (Amando de Miguel, sociólogo).

– «La sociedad occidental vive de una enor­me contradicción cultural: pide a los jóvenes austeridad, sacrificio y trabajo (o preparación para él estudiando); pero sólo les invita a con­sumir continuamente y pasárselo bien, por­que no hay trabajo ni salidas (Daniel Bell, so­ciólogo norteamericano).

– «Vuestros padres opinan que los jóvenes sois como ellos son ahora: han renunciado a sus sueños y han sido vencidos» (Antonio Ga­la).

– «Aún en medio de su innegable plurali­dad, los grupos juveniles ofrecen el retrato de nuestra propia sociedad de adultos. Lo cual es socialmente lógico: nadie salta por encima de su sombra» (Javier Martínez Cortés, profe­sor de sociología).

– «Los voluntarios de ONGs aumentan ca­da mes y son, en su inmensa mayoría, jóve­nes que quieren ser solidarios (Coordinadora Nacional de ONGs).

 

  • Lo que dicen ellos

– «Nos dictan normas, que sin querer hay que cumplir; nos dictan todo, porque hay que saber elegir. Nos llevan raudos hacia una ma­ñana que se nos borra, que se me empaña… Somos la edad del porvenir’ (Javier Ávarez, jo­ven cantautor hasta hace sólo dos años actua­ba en los pasillos del metro y en el parque del Retiro).

– «Mamá, ¿qué quieres, una hija o una me­dalla…? Quiero ser yo misma y ser libre…» (Ma­ría Pardo, gimnasta de 17 años que renunció a formar parte del equipo olímpico español de Atlanta).

– «No somos guarros ni drogadictos ni na­da. Sólo queremos la oportunidad de vivir co­mo cualquier persona, sin renunciar a nues­tras ideas. ¿A quién molesta tanto eso?» (Co­lectivo de jóvenes «okupas» de Madrid, desa­lojados por la policía el mes de octubre).

– » No tenemos miedo a nada porque no te­nemos nada que perder. Somos los hijos del dios de la impaciencia y de la diosa ambición, hermanos de la prisa y en consecuencia a ve­ces primos de la indecisión. ¡Esta es mi gene­ración! (Los Rebeldes, grupo musical).

– » Un escritor dijo que un hombre sólo es un millón de hombres partido un millón. Yo me niego a ser un millón de personas partido un millón, y no aguanto que no me den la oportu­nidad de ser yo misma». (Una chica de 17 años, estudiante de COU).

PARA HACER

  1. Estos fragmentos los hemos tomado de JesúsRojano («BS»,febrero 1997). Leer las opiniones de los expertos y compararlas con las de los jóvenes. ¿Hay diferencias?
  2. ¿Qué opinamos nosotros de cada una de esas opiniones?
  3. Falta un tercer punto: «Lo que decimos nosotros». Concretar una serie de temas (Jóvenes, futuro, so­ciedad, religión…) y dar una breve opinión. Comparar y confrontar los resultados hasta llegar a una opinión de grupo y difundirla en algún medio: revista colegial, cartas al director de la prensa local, etc.

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