La hora de la paz

1 enero 1999

El dibujo fue publicado en «El País» a raíz de la tregua de Eta (octubre de 1998) y la pe­queña esperanza de paz que se abre. Con tantos muertos, con tanto sufrimiento de un bando y del otro…, ¿será posible la paz?

  1. El puzzle de la paz

Se podría empezar el trabajo en grupo con alguna experiencia. Proponemos la siguien­te: El dibujo se convierte en un puzzle. Lo in­tentan confeccionar dos miembros del grupo que llevan los ojos vendados. Les guía, para hacerlo, un tercero que ve las piezas. El resto de componentes, a un metro de distancia, in­tenta con sus gritos impedir que se construya la paloma de la paz. Después se cambian los papeles con los que más han gritado… Una vez acabada la experiencia conviene anali­zarla: ver sentimientos, acciones, reflexio­nes…

 

  1. Centrarse en el dibujo ¿Qué sugiere?

Tiempo de paz.

Construir la paz, grano a grano, poco a po­co.

El difícil equilibrio de la paz.

La paz es algo siempre por hacer.

Todos necesarios para construir la paz.

La paz se construye con hechos pequeños, sencillos.

Requiere tiempo, paciencia, constancia. – No hay tiempo que perder.

Todos necesarios en la construcción de la paz.

Los del sur tienen derecho a la paz.

 

  1. La paz necesita la arena del «desierto»

–          Distintos conceptos de paz. Qué es paz y qué no es paz (Lc 12, 51).

–          ¿Basta la «no-guerra» para que haya paz? ¿Qué se necesita para una paz auténtica?

  1. Los detalles de la imagen

Parece una paloma sin plumas, pico, olivo y ojo grande. ¿Qué pueden sugerir?

La paz está envuelta en un entorno de ti­nieblas ¿Cuáles son los principales obstá­culos para la paz?

El paso, pequeño agujero, que posibilita la construcción de la paz. ¿Por dónde hay que «pasar» para hacer las paces? ¿Qué cosas son imprescindibles para construir una paz duradera?

Hay un norte y un sur… ¿Las relaciones ac­tuales Norte-Sur son las más idóneas para lograr la paz mundial? ¿En manos de quién está la posibilidad de una paz duradera, en manos del Norte o del Sur?

Un par de «columnas» sostienen el reloj y la paloma… ¿Qué «nombres» les pondríais? • La vasija es de cristal… Yo soy esa vasija de cristal. ¿Llevo la paz dentro? ¿Qué cosas me la quitan con más facilidad? ¿Qué cosas me ayudan a vivir en paz? ¿En qué am­bientes me resulta más fácil -o más difícil­construir la paz? ¿Qué «nivel» de paz hay en «mi reloj»? Lo dibujo.

 

  1. Revisar desde el Evangelio

Jesús es portador de una paz profunda (Lc 2,14; 8,48;19,38; 24,36).

El grano de mostaza (Mc 30,32) es peque­ño, pero cuando crece…

  1. Constructores de paz

Hacer dibujar… palomas. Llevarse una como recuerdo, con un compromiso.

Llevarse una parte del puzzle de la paz del que hemos hablado al principio: cada uno somos responsables de la paz allí donde nos movemos.

  1. Vigilia de oración al Dios de la Paz

Con algunos de los elementos anteriores, preparar una vigilia de oración por la paz.

No debe faltar en ella un mapa de la «geo­grafía de la guerra»…

JOSÉ SORANDO

Catequistas de la diócesis de Tortosa

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