Dos pequeños israelíes, Dorit Aniso y Yuval Abebeh, de 2 y 4 años, murieron el 29 de septiembre de 2004 en Sderot al ser alcanzados por un cohete casero «Qassam» lanzado por milicianos palestinos. Su muerte brutal desencadenó una dura respuesta militar israelí (la operación «Días de Penitencia»). La respuesta provocó la muerte de otros ocho menores palestinos, también con toda la vida por delante. A uno de ellos,Taufik Sharafi, de 12 años, le mató el día siguiente una bala cuando se asomaba por la ventana de su casa para ver lo que ocurría en la devastada Yabalia.
Taufik, Dorit y Yuval ya han sido enterrados y van rumbo al cielo, para acampar allí con su inocencia en la mochila. Los tres, no obstante, se encontraron en su camino y se preguntaron por qué les había tenido que tocar a ellos. («¿Por qué nos ha tocado?»).
Pero también se hicieron preguntas unos a otros. Dorit y Yuval, más pequeños, fueron los más curiosos.«¿Taufik, por qué nos han matado, por qué nos disparáis cohetes desde Gaza?».
Taufik, con la lección demasiado bien aprendida pese a su corta edad, les contestó con todo detalle.
«Amigos –dijo Taufik–, sólo os voy a contar cómo vivimos en Gaza. Creo que no lo sabéis. Nadie os lo dice. Tampoco se lo dicen a vuestros padres. Esto es lo que pasa…». En Gaza se han demolido centenares de casas de personas inocentes, en las que vivían niños como nosotros que se han quedado sin hogar y no saben porqué.
En Yabalia, donde yo vivía, el campo de refugiados más grande del mundo con más de 100.000 personas en un kilómetro y medio cuadrado, nuestros padres no tienen trabajo, ni posibilidades de ofrecernos una vida digna, ni esperanza. El único trabajo que hay en la zona está en Israel y hasta allí no pueden llegar más que unos pocos y no siempre».
Los niños de Yabalia que queremos ver a nuestros primos de Rafah tenemos que padecer viajes interminables a causa de los controles militares o del cierre de carreteras para que pasen los autobuses de los colonos que nos ocupan desde hace 37 años».
«En muchos de esos controles militares, los soldados humillan a nuestros padres delante de sus hijos, les obligan a ponerse de rodillas con las manos en la cabeza sólo por ser palestinos. Nos obligan a todos a quedarnos dentro del coche durante horas, bajo un sol de justicia, a la espera de abrir el paso. No todos los palestinos somos terroristas, como dicen muchos de vuestros mayores.
Los niños de Yabalia y Beit Hanún no hemos visto nunca un ordenador, ni lo veremos; ni tenemos una «play station» ni la tendremos; no tenemos más futuro que resistir y sobrevivir en una inmensa prisión sin esperanza; no podemos optar a una beca para estudiar en el extranjero porque si somos menores de 35 años no nos dejan salir de aquí; no podemos ir tranquilos al colegio porque aunque sea de la ONU suele ser atacado.
Los niños palestinos mueren con demasiada frecuencia en esta tierra. Sólo en los últimos cuatro años han muerto 569 menores de edad palestinos, junto a casi 3.000 adultos. Según han reconocido por vez primera esta semana los servicios secretos israelíes, en el cuarto aniversario de la Intifada, el 70 por ciento de las víctimas eran civiles que no estuvieron implicados en ataques contra Israel.
Ya sé que también han muerto, con vosotros, 112 niños israelíes. Tan inocentes como nosotros. Con tanta vida por delante como nosotros. Habéis muerto en autobuses, en bares, en restaurantes, a la puerta de una sinagoga, en los cochecitos de paseo, en casa… Es igual de brutal, de injusto.
Mis padres decían que esas cifras no dejarán de crecer mientras no termine la ocupación, mientras no nos miremos a la cara como seres humanos. Eso es lo que os quería decir».
Dicho queda.
JUAN CIERCO. Corresponsal en Jerusalén
ABC, 03 de octubre de 2004
Para hacer
- Esto es una crónica periodística… escrita de otra forma. ¿Qué nos dice?
- Imaginar que nosotros somos esos niños. ¿Qué sentimientos tendríamos?
- Vivenciarlo: Meterse en el papel de cada uno y representarlo. Descubrir las razones… y lo sentimientos.
- Mes y medio más tarde de esa crónica murió Arafat. Recientemente ha habido avances significativos camino de la paz. Seguir los acontecimientos que suceden en la zona… ¿Qué haríamos si estuviéramos allí?
