Los principios de la creatividad aplicados al cine

1 diciembre 1997

La creatividad nace de la aplicación (intencional inconsciente) de una serie de principios cuya uni­versalidad se hace vigente en cualquier ámbito de la vida humana. Sin afán de ser exhaustivos (con lo cual anquilosaríamos vuestra propia creativi­dad), resumimos a continuación algunas de las estrategias básicas de acción creativa con una película.

  • Analogía

Entendemos por analogía la estructura de pen­samiento que nos permite comparar objetos o re­alidades de diferente naturaleza, composición o/y función con el fin de detectar y aprovechar sus si­militudes y sus divergencias. Cuando hablamos de arte comparado o de la relación entre realidad y cine no estamos más que explorando creativa­mente los principios de la analogía. También cabe la posibilidad de buscar mensajes de idéntica constitución estructural (otras obras fílmicas con el mismo tema, desarrollo, tipo de personajes) con el fin de interrelacionarlos.

  • Metamorfosis

Metamorfosear un objeto consiste en transfor­mar paulatinamente alguno de sus rasgos carac­terísticos (forma, color, material, funciones) sin que llegue a dejar de ser, en esencia, su ser origi­nario. En este campo de acción cabría cualquier tipo de iniciativa en la cual, por ejemplo, trasladá­ramos algunos de los componentes de lo cinema­tográfico a otro ámbito o forma de expresión (la narración escrita, el poema, el teatro, las marione­tas, las exposiciones, la expresión plástica, la fies­ta). Otras opciones en esta órbita del aprovecha­miento creativo de la metaformosis serían la mani­pulación transformativa de los propios compo­nentes fílmicos: el :sonido (doblajes falsos, cam­bios en la música, añadido de efectos sonoros), del argumento (alteración del desarrollo, cambio de época en el desarrollo de la historia), etc. Estas acciones podrán realizarse sobre el propio sopor­te fílmico en caso de disponer de un equipo ade­cuado. Si no, antes habrá de llevarse a cabo el cambio de medio de expresión.

  • Imposible

El imposible surge al incluir una alteración inusi­tada en el curso de la realidad: mediante el postu­lado de una hipótesis fantástica (¿Qué pasaría si …?) desquiciamos las leyes de la lógica con el fin de indagar sus resultados prácticos. El imposi­ble es una forma de metamorfosis que quebranta las fronteras de lo real. Tras el visionado de una película, cabe la posibilidad de plantear infinidad de hipótesis fantásticas cuya exploración dará lu­gar, sin duda, a numerosos placeres creativos.

 

  • Solución

Solucionar supone acabar de completar aquello que está incompleto, plantear alternativas a la com­plicación, al fallo, al problema, de tal manera que una realidad desemboque en su fin. La búsqueda de soluciones desde la lógica (análisis de causas y consecuencias) constituye uno de los procesos hu­manos en los que la creatividad adquiere mayor importancia. Este mismo mecanismo puede apli­carse sobre las películas: imaginar finales, prolon­gar la vida de sus personajes más allá o antes de los acontecimientos contemplados en la proyec­ción, postular el posible desarrollo del film a partir de una secuencia, son algunas de las innumerables posibilidades de explotación de este principio.

 

  • Sinéctica

La sinéctica consiste en la unión de dos seres u objetos para formar uno nuevo variando su fun­ción o/y estructura (bolígrafo + anzuelo = bolian­zuelo). La asociación de dos núcleos argumenta­les, dos géneros (comedia / terror), dos persona­jes de diferentes películas, dos épocas, dos ele­mentos de atrezzo, dos…, suscita inmediatamente infinidad de expectativas, que darán lugar a activi­dades sin duda atractivas.

  • Juego

La conversión de una película en el detonante de actividades lúdicas se hace posible en el mo­mento que aplicamos las reglas o bases de jue­gos preexistentes a algunas de nuestras propues­tas de trabajo: juegos de preguntas y respuestas, juegos de rol, juegos de mesa, grandes juegos, juegos de ingenio. Con variar simplemente la puesta en escena de juegos conocidos para asi­milar en ellos los componentes de una película dada, tendremos abierto un campo de trabajo ili­mitado, sin por ello excluir la siempre sugerente alternativa de inventar nuestros propios juegos.

Jesús Villegas

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